En entrevista con Desinformémonos, el poeta afirma que “el zapatismo y los indignados son propuestas que se gestan frente a la inoperancia del Estado”.

Entrevista de Fabrizio Lorusso
Foto: Ricardo Trabulsi y Zoe Vincenti
http://desinformemonos.org/2012/01/los-zapatistas-gran-ejemplo-de-como-hacer-tejido-social-y-proteger-la-vida-humana-javier-sicilia/

México DF.  Tras el
asesinato de su hijo Juan Francisco Sicilia, el 28 de marzo de 2011, el
poeta Javier Sicilia comenzó una cruzada contra la guerra que Felipe
Calderón declaró desde 2006 al narcotráfico y al crimen organizado, la
cual hasta la fecha ha causado la muerte de más de 50 mil personas en el
país.

México DF.  Tras el
asesinato de su hijo Juan Francisco Sicilia, el 28 de marzo de 2011, el
poeta Javier Sicilia comenzó una cruzada contra la guerra que Felipe
Calderón declaró desde 2006 al narcotráfico y al crimen organizado, la
cual hasta la fecha ha causado la muerte de más de 50 mil personas en el
país.

 En los últimos meses Javier Sicilia ha
encabezado diversas caravanas, actos y manifestaciones, lo que lo
convirtió en el principal portavoz del recientemente conformado
Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, al que se han sumado
organizaciones civiles y miles de ciudadanos quienes bajo las consignas
de “No más sangre” y “Estamos hasta la madre” exigen justicia para los
familiares de las víctimas, la presentación con vida de los
desaparecidos y la restitución del tejido social.

 El escritor y periodista italiano
Fabrizio Lorusso entrevista al poeta y activista sobre los logros hasta
ahora obtenidos; el diálogo que ha mantenido con el gobierno; el
significado de la autonomía en las ciudades y sobre los siguientes pasos
del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad de cara al 2012, año
electoral.

 ¿Es posible hacer un balance del
Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) hasta el día de
hoy? ¿Cuáles son los logros principales y los retos o derrotas?

 El logro principal fue la
visibilización de las víctimas y hacerle conciencia al Estado de que las
víctimas no son cifras, estadísticas o bajas colaterales, son seres
humanos con nombre, apellido, familias rotas, dolor, y que es necesario
hacer justicia. La respuesta ha sido la creación de una Procuraduría de
atención a las víctimas, la Províctimas (que tiene serias
fallas pero, bueno, se pueden corregir), y una Ley de Víctimas.
Esperemos que no rasuren esta ley, que no la vuelvan una cosa que no
responda al drama que viven el país y las víctimas. Allí están los
grandes logros del Movimiento. Entre los fracasos,  no hemos podido
convencer a Felipe Calderón y a las Cámaras de la necesidad de hacer una
Ley de Seguridad Nacional con enfoque humano, ciudadano, es decir, que
abone a la paz, no a la militarización, al autoritarismo y a la
violencia. Creo que allí no hemos logrado sensibilizar, ni que se oigan
las propuestas que tenemos, creo que eso hace falta porque, si no,la
Províctimas será simplemente la acumulación del horror.

 ¿Qué pasó exactamente con
respecto a la Comisión de la Verdad, que era una de las seis demandas
del Movimiento, tras su primera caravana y marcha hacia el zócalo de la
Ciudad de México el 8 de mayo pasado?

Creo quela Comisióndela Verdades
necesaria, indudablemente, porque en medio de la fractura del Estado, es
necesario hacer un deslinde de qué víctimas pertenecen a quienes, ¿no? Y
es que el Estado está cooptado también en muchos sentidos, ya que la
delincuencia está presente en los órganos de gobierno y en los partidos,
en estas instancias o en partes de ellas; en parte de las
procuradurías, de la policía, del Ejército y dela Marina.Evidentemente,
la mayoría de la gente piensa que las víctimas las produce el crimen
organizado, pero el crimen organizado también está dentro del sistema y
amparado en la ley.

 Entonces, deslindar responsabilidades
es importante a través una comisión para llegar claramente a la verdad
de esta guerra, a la reconciliación y a la paz. Sólo a través de un
órgano de ese tipo se puede llegar a dominar esa verdad. Pero, hay una
reacción negativa del Gobierno a esas comisiones y no sabemos por qué,
si realmente estamos buscando la paz y la justicia ante la impunidad,
tan humillante en este país, pues tenemos que llegar a convencerlos de
esa necesidad.

Al rechazar la instalación
de una Comisión de la Verdad, el presidente dijo que esas comisiones se
aplican a países con dictaduras militares o regimenes autoritarios. ¿Su
creación no sería como poner en tela de juicio toda la estrategia
militar de combate al narco implementada hasta ahora?

 Sí, pero también se tendría que aplicar
a Estados fracturados como México. Estoy de acuerdo, es para gobiernos
altamente autoritarios o militarizados, pero en un Estado tan fracturado
como el nuestro, también es necesario. Eso es lo que no entiende
(Felipe Calderón), su problema es que ve en blanco y negro, ve
que los delincuentes están fuera y el Estado está sólido, están los
buenos en el Estado, y no se ha dado cuenta del lodo, de la fractura de
ese Estado que implica y exige también una Comisión dela Verdad.

 Ya hubo un primer
encuentro con el presidente en el Castillo de Chapultepec el pasado 23
de junio, el 14 de octubre fue el segundo, ¿qué balance puede hacer de
estos encuentros? ¿Va a haber otro más?

 Vamos a ver, yo creo que no. Podría ser
éste el cierre de un primer ciclo que se abrió el 23 de junio y se
cerró en este último diálogo de octubre. Creo que, hacia el final del
diálogo, cuando habló Clara Jusidman sobre el tejido social, el
presidente comprendió algo que para nosotros es fundamental en la ley y
en la estrategia de seguridad. Es decir, poner el énfasis en la
reconstrucción de ese tejido social, pero con la gente, no a partir de
las instituciones como ha sidola Leyde Seguridad, por la que se adquiere
infraestructura acríticamente, sin saber si hay una necesidad y cómo es
esa necesidad, sin consultar a la gente, a los barrios, a los pueblos;
además, hay una violencia por parte del Estado al proteger a las
instituciones, pero no a la gente. Creo que si entendemos y ponemos como
prioridad el tejido social y la seguridad ciudadana a partir del tejido
social, podemos caminar hacia una estrategia de seguridad ciudadana y
humana, por la que estamos pugnando nosotros, y no a una Ley de
Seguridad que nada más se base en la violencia reactiva a la
delincuencia y una violencia que sólo protege instituciones.

¿Cómo influyó y qué función tuvo la
presencia en la reunión de Chapultepec de otros invitados en
representación de víctimas, como Alejandro Martí (México SOS), Isabel
Miranda de Wallace (Alto al secuestro) y María Elena Morera (México
contra la delincuencia)?

 Ellos tienen una función muy importante
por lo que han hecho con sus organizaciones. Han logrado cosas
importantes dentro de sus propias agendas, y todo eso se une también a
las demandas del Movimiento. Tanto las señoras Wallace y Morera como el
señor Martí son víctimas, y están tratando de luchar por construir un
estado de justicia para las víctimas y de seguridad ciudadana, como
nosotros. Tenemos diferencias, pero en la sustancia estamos de acuerdo
con que fue muy importante que estuvieran allí.

 ¿Cuáles serían las principales divergencias de visión o estrategia con ellos?

 Ellos siguen la línea del Gobierno de
que la única manera de salir del problema es preparando a buenos
policías. Estamos de acuerdo, pero lo vemos desde otro punto de vista,
eso es muy parcial. Nosotros ponemos el énfasis en que esta Ley de
Seguridad sea mucho más social, mucho más amplia, que abone a la paz y
que rompa la brecha que ha existido cada vez más entre el Estado y los
ciudadanos. Yo digo que allí estaría la diferencia nada más, son
diferencias de profundidad frente al problema de la inseguridad, de la
justicia y de las formas de encararlos.

El 2012 es año electoral en México,
se votará por el nuevo presidente de la república y muchos otros cargos.
¿Cómo influye la cercanía de las elecciones en las respuestas que el
Movimiento está obteniendo?

 Bueno, creo que en algunos funcionarios
hay un cambio de discurso, empiezan a vislumbrar algo de la emergencia
nacional y la necesidad de buscar alguna salida mucho más profunda a
esta emergencia. Pero es muy tenue esta influencia allí, creo que los
partidos siguen siendo muy ciegos a la problemática profunda y no están
dando una propuesta.

¿No hay ninguna fuerza política que esté proponiendo una estrategia por lo menos afín a la del Movimiento?

 No, porque creo que no se han dado
cuenta de la emergencia nacional y eso es muy grave. Gane quien gane, en
las condiciones en que está el país, lo único  que van a hacer es
ahondar más la desgracia y administrarla. No hay una intención de las
coaliciones de partidos para partir del problema que está viviendo la
nación y hacer una propuesta para una agenda de unidad nacional para
encararlo. Eso habla de la ceguera y de la problemática que nos aguarda
en las elecciones

Entonces, aún no es un punto importante para la agenda de los partidos y la democracia en México.

 Sí, y es algo fundamental, porque sin
un país en paz,  la democracia se pierde. Un país tan balcanizado por el
crimen organizado y con un Estado tan fracturado, sin una propuesta de
renacimiento de la nación, simplemente se va a ahondar más en la
desgracia.

 Usted tuvo un encuentro
con Andrés Manuel López Obrador, líder Movimiento de Renovación Nacional
(MORENA) y ex candidato presidencial del PRD en 2006, quien incluso le
propuso un cargo de elección popular, ¿cuál fue su impresión?

 Ellos creen que la llegada de López
Obrador al poder va a resolver el problema, pero él tampoco está mirando
el problema. Hay una lógica allí por la cual parece que el presidente
es un ser omnipotente como para transformar y unificar al país. Creo que
no es así, que no están viendo el meollo de la cuestión y ya no estamos
en los tiempos en que la figura presidencial podía transformar o
controlar al país. Hubo una transición democrática y, sin embargo, los
gobernadores del cada estado siguen como virreyes, de alguna manera, y
ni siquiera pueden ser controlados por sus partidos. Entonces, no están
viendo la cuestión en su conjunto y creen que simplemente es un asunto
de cambio de poder, de cambio de política por una más social, cuando esa
es una de las partes, pero el problema es mucho más hondo y no lo están
viendo. Yo creo que esa también es una ceguera histórica.

 ¿Cómo se puede abordar este problema de visión de la clase política?

No sé. Creo que tienen compromisos entre
ellos, en los partidos. El presidente habló con mucha fuerza en Estados
Unidos de los vínculos de ciertos priístas con el narcotráfico y esa es
una realidad, aunque es parcial. También los tienen en el PAN, también
los tiene el PRD. Mientras no haya una voluntad de imponer castigos
ejemplares a los funcionarios y miembros de partidos corruptos, pues es
muy difícil que podamos entender el problema y rehacer el Estado.

 ¿Qué le queda entonces por hacer a la gente y al Movimiento?

 Presionar mucho para su transformar al
Estado y a los partidos para que hagan esta limpieza y así se
fortalezcan. Por otro lado, trabajar horizontalmente para componer el
tejido social, entre nosotros, y juntarse como vecinos en los barrios,
haciendo asambleas, digamos, “constituyentes” y “reconstituyentes” a
nivel micro para protegernos y crear un tejido social y humano que nos
permita cuidarnos a nosotros mismos, por lo menos.

 Con el fin de que el poder o la
política favorezcan, o al menos no impidan, estos procesos, ¿Ustedes han
pensado en alguna forma de involucramiento directo en cargos políticos?

 No en el sentido tradicional con que el
se entienden la participación y los partidos, no. Nosotros le vamos más
a la vida ciudadana, a la vida de la polis como vida
ciudadana. Yo, en lo personal, soy crítico de las instituciones y de
esas estructuras burocráticas, aunque hay gente que puede caminar por
allí y es importante porque hay que renovar el Estado. En general no hay
postulaciones dentro del Movimiento para cargos políticos en 2012 y si
alguien lo hace, sería de manera independiente.

 ¿Hay una cercanía entre su
posición sobre el papel de los partidos y, en general, de las
instituciones y las de la Otra Campaña y del EZLN?

 Sí, creo que yo converjo mucho en
cierta crítica y en cierta postura de los zapatistas, más que dela Otra
Campañaen sí. Creo que los zapatistas son, a nivel de zonas agrarias y
de pueblos, un gran ejemplo de cómo hacer tejido social y como proteger
la vida humana y su historia, dentro de lo que son esos pueblos. Habría
que repensar cómo hacerlo en otros contextos, como las ciudades y los
barrios.

 ¿Se podrían plantear intentos para
crear “caracoles de ciudad”, comunidades autónomas urbanas que provean
lo que el Estado ya no está dando? 

 Sí, sería un fenómeno interesante.
Evidentemente es algo que se está gestando, el Estado – nación, tal y
como se concibió como construcción histórica, está en crisis no sólo en
México sino en el mundo entero. Ya no funciona y, entonces, frente al
resquebrajamiento del Estado e incluso del modelo económico, este tipo
de movimientos son los que van a hacer que emerja lo nuevo. Son
construcciones históricas en crisis, estamos asistiendo a su decrepitud,
mientras surge algo nuevo como los movimientos de barrios, el mismo
zapatismo, o por ejemplo los indignados, pues son algo, algo nuevo que
tiene que gestarse frente a la inoperancia de un Estado que, por lo
menos en este país, ya no está cumpliendo con lo mínimo que es la
seguridad ciudadana.

 ¿A quién, tanto aquí como en el exterior, le conviene mantener el estatus quo con respecto a la violencia y al narcotráfico? 

 Creo que sí, pues, porque eso deja
mucho dinero y hay mucha corrupción en el modelo económico y de vida,
siempre se quiere tener más. A mucha gente le conviene mantener
situaciones de esa naturaleza porque no están pensando en el bien común o
en el ser humano, sino que en su propio beneficio o en intereses de
grupúsculos que lamentablemente le están haciendo mucho daño al país. La
delincuencia es parte de eso.

 Hay también un interés de Estados
Unidos en el asunto, sobre todo con respecto al comercio de armas, al
mantenimiento de su consumo de drogas que tampoco se ha reducido.
Además, no están atacando, tampoco en México, uno de los ejes
fundamentales que sostiene el crimen organizado que es el dinero, hay
empresas y bancos que lavan dinero; no están atacando eso. Sin embargo
están generando una terrible guerra en nombre del mercado que deja mucho
dinero en ambos lados de la frontera y el consumo de la droga no baja.
Creo que tenemos puras muertes y miedo y ésta es una irresponsabilidad
tanto del Estado norteamericano como del mexicano, y dejarlo así es una
irresponsabilidad de los ciudadanos tanto dentro del país vecino como en
el nuestro.

 ¿Qué va a pasar con el Movimiento en el mediano plazo, digamos, este año y el próximo?

 No sabemos ahora, personalmente no soy
un hombre de perspectivas, en el sentido de que trato de vivir mi día y
de hacerlo plenamente. Juntos, tratamos de mantenernos dentro de una
ética que nos permita señalar y llenar de contenidos una política que
está ajena a esa ética. Generalmente vamos bajo el espectro de la no
violencia, inventándolo cada día, no tendríamos ahora una hoja de ruta
de largo plazo, pero sabemos cual es la línea que tendremos que seguir.


Fuente: Fabrizio Lorusso - Desinformémonos