A través de esta entrevista al compañero italiano Andrea queremos presentar un panorama del movimiento libertario italiano y más concretamente del rico entramado cultural que las y los anarquistas están creando en Italia.

Entrevista a Andrea Staid realizada por Jordi López

Andrea, preséntate por favor

Hola a todas y todos, me llamo Andrea Staid, me cuesta presentarme seriamente. Lo primero que digo cuando me lo preguntan es que soy un ciudadano del mundo, pero para responderte más ajustadamente te diré que soy activista libertario, un antropólogo que trabaja en la cooperativa libertaria Elèuthera; escribo para revistas como A rivista y Libertaria y soy docente de Antropología cultural en el NABA [Nuova Accamedia di Belle Arti, Milán]

Entrevista a Andrea Staid realizada por Jordi López

Andrea, preséntate por favor

Hola a todas y todos, me llamo Andrea Staid, me cuesta presentarme seriamente. Lo primero que digo cuando me lo preguntan es que soy un ciudadano del mundo, pero para responderte más ajustadamente te diré que soy activista libertario, un antropólogo que trabaja en la cooperativa libertaria Elèuthera; escribo para revistas como A rivista y Libertaria y soy docente de Antropología cultural en el NABA [Nuova Accamedia di Belle Arti, Milán]

Sumado estos últimos años a los requerimientos del trabajo en Elèuthera, lo cierto es que prácticamente desde siempre has desarrollado una militancia muy volcada en el conocimiento y las relaciones internacionales, ¿cómo nos contarías a los españoles la situación global del movimiento libertario en Italia?

El movimiento libertario en Italia es muy interesante. Como en la mayor parte de lugares, existen varias corrientes en su interior y no siempre se logra unir realmente las fuerzas. Dicho esto, se puede encontrar diseminados por toda la península círculos, centros sociales, casas ocupadas, sedes sindicales, comunidades, revistas y casas editoriales de corte libertario.

Los principales temas que se han desarrollado y afrontado en estos años por los activistas se han concentrado, principalmente, en las luchas territoriales contra las grandes obras, como es el caso de Valsusa contra la construcción del TAV o en Sicilia contra la construcción del puente sobre el estrecho y contra el Mous.

Otros temas importantes han sido aquellos del derecho a la vivienda, de la pedagogía libertaria y de la lucha contra la represión estatal. Además, no debemos olvidar muchos conflictos actualmente en curso y muchos grupos que no se definen como anarquistas, pero en las prácticas, en la cotidianeidad se comportan como libertarios, sin sentir la necesidad de etiquetarse.

Podríamos decir que el panorama editorial del anarquismo italiano es realmente rico en lo que se refiere a variedad, con iniciativas históricas y otras de reciente fundación, gran cantidad de temáticas, una periodicidad corta, etc.

Indudablemente, una de las cosas más desarrolladas en el mundo libertario de Italia es justo el trabajo editorial. Históricamente hay muchas editoriales y revistas activas en todo el país. De norte a sur encontramos experiencias ricas y plurales. Ya sólo en Milán tienen su sede Elèuthera, Zero in condotta, A rivista y Libertaria; pero hay otras importantes en Italia, como la histórica La Fiaccola de Ragusa, BFS en Pisa, Galzerano en Casalvelino Scalo, Nautilus en Turín, Anarquismo en Trieste, o La Baronata en la Suiza italiana.

Y eso por lo que respecta a editoriales; en cuanto a revistas encontramos Umanità nova, fundada por Errico Malatesta, Germinal en Trieste, La sme anarchico en Alessandria, Sicilia libertaria en Ragusa, o La voce libertaria en el cantón del Tesino, entre otras muchas pequeñas nuevas iniciativas.

Sobre todo creo que una diferencia fundamental respecto a España es la «inserción social», la cotidianeidad de estas publicaciones, anarquistas o dirigidas por anarquistas; ¿qué tal es la relación con los medios de propaganda, con la difusión fuera de los círculos libertarios?, ¿cómo se organiza la distribución?

De estas revistas y casas editoriales que he reseñado, empero, es necesario hacer una distinción no de calidad sino de orientación “comercial”. La mayoría de ellas, bien precisamente por opción propia o bien por problemas económicos, está fuera de las librerías normales y del mercado editorial nacional. De hecho no se encuentran en la distribución libraria, sino que basan su actividad en la difusión militante a través de las distribuciones que realizan los compañeros, en los círculos anarquistas, en los centros sociales, en las casas ocupadas y en las librerías independientes.

Por otro lado, Elèuthera, BFS hasta hace algunos años, Libertaria y también en parte A rivista tienen presencia en el mercado nacional, en casi todas los establecimientos de Italia. También la relación con las imprentas es diferente según cada casa editorial; yo puedo hablar por Elèuthera, que pone especial atención en el contacto con los medios de información main stream. De hecho tenemos una redactora que únicamente se ocupa de esta relación, y se encuentra en contacto permanente con los periodistas encargados de las páginas culturales de los mayores diarios, de las radios y, asimismo, de la televisión.

Todo esto viene motivado por el empeño en lograr que se hable de la temática libertaria que desarrolla la editorial así como para crear debate no únicamente entre anarquistas, sino con y entre personas que no se definen ni forman parte de este movimiento. En nuestra redacción hay una labor constante para salir del ghetto, para conseguir plantar la semilla bajo la nieve, tomando las palabras de Colin Ward.

Para entendernos, un libro como Anarchia comme organizzazione, que lleva vendidas cerca de 8000 copias en las librerías, ha logrado dar a conocer el pensamiento libertario a personas que ni siquiera tenían noción de sus principios más básicos. Por eso pensamos que es importante “tener el pie en dos zapatos”: uno en el movimiento, y otro en el resto del mundo, con la esperanza que nuestra contribución ayude a sugerir el pensamiento libertario a la sociedad.

De hecho, tú personalmente en tanto antropólogo, pero también la editorial en la que trabajas, tenéis una proyección clara hacia el mundo de la investigación académica, ¿podríamos hablar de una normalización creciente del pensamiento anarquista en la construcción de los discursos intelectuales?

Creo que no es exagerado afirmar que, siempre más en la academia que en el discurso cultural italiano, hay una creciente presencia e importancia del pensamiento libertario y sus aspiraciones. Seguramente, como libertarios hemos conseguido minar en buena medida más el monolito del pensamiento cultural que aquel del sistema económico capitalista. Puedo decir como antropólogo que tanto en la universidad como en las publicaciones especializadas se percibe, en los últimos diez años, una fuerte presencia de la crítica libertaria; finalmente han cambiado los sujetos, de estudio y de investigación, y son muchos los libros que buscan dar respuesta o imaginar la posibilidad de un mundo libertario.

Diría que es un discurso válido para todo el Occidente pues también en Alemania, Francia, España y los Estados Unidos se ha empezado a hablar crecientemente de democracia directa, poder difuso y autogestión. En el campo antropológico es todavía más sencillo notar estas conexiones y creo que podemos hablar propiamente de una relación estrecha entre Antropología y pensamiento libertario. Hay muchos puntos de contacto y discusión, desde [líneas de investigación como son] la sociedad sin Estado la gestión del poder, la crítica del trabajo asalariado, la defensa del territorio, hasta llegar [a actividades concretas como] cursos y numerosas publicaciones de Antropologìa de los movimientos sociales.

También en España ha habido muchas publicaciones interesantes, de Malatesta, Virus editorial y otras casas que han abordado estas temáticas. Hoy debemos de apuntar cómo, felizmente, con mucha frecuencia en la construcción del discurso intelectual profundo se presta una fuerte atención a la producción del pensamiento libertario tanto histórica como contemporánea.

¿Y en la sociedad en general?

De los discursos intelectuales pasamos a aquello más interesante, esto es: a la sociedad en general. Durante los últimos veinte años en Italia hemos asistido a una verdadera apropiación creativa del patrimonio libertario de ideas y prácticas por parte de la sociedad civil.

Los ejemplos son muchos, desde cosas pequeñas a grandes cosas; desde la consciencia sobre aquello que se come todos los días, tratando de no adquirir productos en las cadenas comerciales sino confiando en grupos de compra totalmente autogestionados que hacen dialogar directamente consumidores y productores, hasta la deslegitimación de la clase política institucional.

Es muy interesante ver cómo la mayor parte de los grupos políticos hablan de autogestión, acción directa, participación, federalismo: todas son aspiraciones que nacen en el movimiento libertario y, afortunadamente, ahora son patrimonio de todos.

En cualquier caso, volviendo sobre el tema de la militancia, es interesante la propia organización de muchas de estas iniciativas editoriales, que como decíamos más allá de publicar contenido anarquistas, funcionan según los mismos principios; háblanos más de la manera en que os organizáis.

Este es un punto que me interesa mucho; Elèuthera no sólo publica textos anarquistas, busca producir instrumentos para la comprensión de la contemporaneidad. Es muy interesante reparar en cómo estamos organizados, pues tengo la gran suerte de trabajar en una cooperativa sin patronos. En Elèuthera todos los trabajadores tienen la misma retribución y no hay diferencias entre las tareas que desarrollan. Los fundadores más ancianos no perciben salario [en dinero] pues, gracias a su pensión de jubilación, no lo necesitan para manejarse; los jóvenes sí debido a que desafortunadamente no podemos llenar la cesta de la compra pagando en libros.

Todo lo que facturamos es reinvertido en libros y en iniciativas culturales; la redacción y el almacén están operativos todos los días de 10:00 a 18:00, abierto al público general.

El trabajo es totalmente autogestionado y autofinanciado; no existen ni subvenciones ni coparticipaciones y aun así en los últimos años la estructura ha logrado persistir sin demasiados problemas económicos. No somos pocos para el trabajo: fijos en redacción rotan al menos seis personas, a las que hay que sumar una serie de colaboradores externos. La selección de los libros, y por tanto de la línea editorial, se alcanza a través de la discusión asamblearia donde participan todos los trabajadores internos de la cooperativa.

Para bien o para mal, en los últimos años mi pasión por la Antropología ha desplazado un tanto bastante la atención de la casa editorial sobre esta metodología, pero en general nos ocupamos de muchas temáticas y aproximaciones disciplinares diferentes.

Y más allá de lo que sería cada grupo específico, ¿qué relación existe entre ellos: estamos pensando en ferias, instancias de coordinación, trabajos comunes, etc.?

Diría que más allá de estar en contacto, hay óptimas relaciones entre las editoriales libertarias, aunque desafortunadamente las colaboraciones no son muchas.

Zero in condotta y La Fiaccola han coproducido publicaciones importantes y valientes, como es el caso del doble volumen de Abel Paz sobre Durruti o las obras completas de Errico Malatesta en que ahora trabajan.

En lo que concierne a las ferias del libro libertario, cabe decir que cada vez son más, y más dispersas por el territorio. La más importante y que une a todas las áreas del movimiento y del panorama editorial anarquistas es la de Florencia; celebrada cada dos años, incluye en su programación decenas de presentaciones y debates.

Esperamos seguir mejorando, buscando trabajar más estrechamente entre los diversos proyectos libertarios con la convicción de que la tarea principal ha de ser sacudir la sociedad en sus bases y provocar la mutación cultural libertaria dirigida a construir cuanto antes un mundo de mujeres y hombres libres del dominio del humano sobre el humano, sobre la naturaleza y sobre los animales.

(El el Rojo y Negro nº 284 de noviembre aparece publicada una versión reducida de esta entrevista)

 

 

 


Fuente: Jordi López