Desde hace años, se está desmantelando el sistema público de salud en Euskal Herria y Europa. Derivaciones y conciertos, excesivo gasto farmacéutico, escasa cobertura en salud bucodental, mental y laboral, limitado desarrollo de cuidados paliativos, insuficiencia presupuestaria en Atención primaria etc. Ahora se suma la propuesta de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo y el “V Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva” de las organizaciones empresariales y sindicales mayoritarias del Estado español. Con la coartada de las largas listas de espera y el supuesto elevado absentismo laboral, se pretende impulsar la atención sanitaria de los daños osteo musculares, de origen común de todas las y los trabajadores, asalariados y autónomos, en las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social (Mutuas en adelante). Las pruebas diagnósticas y tratamientos serán facturados al Sistema Público de Salud. Así se constituyen dos sistemas sanitarios, uno con todos los recursos para acelerar el alta médico-laboral de la población activa y otro descapitalizado, para el resto de la población.
El Estado español es el único en la Unión Europea en el que mutuas empresariales atienden los daños derivados de las malas condiciones de empleo y trabajo establecidas por el propio empresariado. Mutuas y empresariado que dicen estar preocupados por los daños osteo musculares pero que no plantean actuación alguna para reducir los riesgos ergonómicos en el trabajo. Las mutuas deciden si un daño es de origen laboral o no. El subregistro de enfermedades profesionales es calificado desde la evidencia científica como escandaloso.
Las Mutuas nos prometen a las y los trabajadores una atención preferente. Curioso dadas sus prácticas en los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. Conocemos su negativa al reconocimiento del origen laboral de múltiples lesiones y patologías, la sistemática minimización de la gravedad de los accidentes de trabajo, la persecución cuando caemos de baja común, la falta de derechos sanitarios en su atención, su desentendimiento ante secuelas y complicaciones, sus tratamientos de choque para acelerar el alta…
Las Mutuas dicen ser más efectivas que el Sistema Público de Salud en el control de las bajas comunes. Falso. Menos del 15% de sus propuestas de alta tiene justificación clínica. Dicen que la duración de las bajas de los accidentes de trabajo es menor que por contingencia común. Trampa. Comparan poblaciones y procesos no comparables. Dicen ofertar sus recursos para reducir listas de espera. Incierto. Más del 20% de las atenciones las derivan fraudulentamente a la sanidad privada mercantil.
Las Mutuas, entidades empresariales privadas sin ánimo de lucro, dicen ahorrar dinero público. Ocultan que un tercio de las mismas están inmersas en litigios por supuestos fraudes económicos. No difunden que en 2021, 6 de sus directivos cobraban más de 200.000 euros anuales y otros doce más de 100.000. En el 2009 el Tribunal de Cuentas decía que las irregularidades de las Mutuas son “un mal general” por falta de control, pagos indebidos, ofertas promocionales con costes no asumibles por la Seguridad Social, facturaciones duplicadas, dietas indebidas, indemnizaciones millonarias por auto despido y hasta cesiones ilegales de mano de obra. No demuestran una particular excelencia en la gestión. La auto concesión de prebendas y despilfarros con cargo a las cotizaciones de naturaleza pública a la Seguridad social les define.
Volviendo a los planes de AMAT las mutuas pretenden acceder a la historia clínica del sistema público de salud, lo que ya hace Mutualia por concesión del gobierno PNV/PSE, eso sí tras consentimiento del trabajador/a. Decidir aceptar o rechazar una propuesta de prueba diagnóstica o tratamiento realizado por una mutua nunca es libre para el/la trabajadora. Es conocida la frecuente amenaza de alta en caso de negativa a seguir sus propuestas de tratamiento.
¿Y estos planes cómo van a repercutir al resto de la población? Deteriorando la atención del sistema público de salud. Por descapitalizarlo económicamente. Van a cobrar el coste de sus intervenciones al Sistema Público de Salud. Por detracción de recursos humanos. El sistema mutual carece de recursos suficientes para atender todos los daños traumatológicos de la población trabajadora lo cual llevará a la contratación de especialistas de traumatología del sistema público. Lo que no se haga en la pública por la mañana se hará por las tardes cobrando en la privada, sea ésta mutual o mercantil. Perverso. Por el aumento exponencial de la burocratización que plantean las mutuas a atención primaria e Inspección Médica exigiendo informes permanentes que justifiquen la baja del trabajador/a.
La estrategia de patronal, mutuas, con la inestimable colaboración de Seguridad Social, CCOO y UGT, poco tiene que ver con la salud de las y los trabajadores y nada con atender las necesidades de salud del resto de la población. En realidad, se pretende un salto espectacular en la estrategia de privatización del sistema sanitario público en beneficio del negocio privado.
Por todo lo anterior, al objeto de debilitar las mutuas empresariales nos comprometemos a impulsar que las empresas concierten la atención a las contingencias profesionales con el Instituto Nacional de la Seguridad Social. Así los daños derivados del trabajo serán atendidos por Osakidetza y Osasunbidea y a solicitar la constitución e inclusión de todas las/los trabajadores de la función pública en sendas autoaseguradoras colaboradoras con Seguridad Social a efecto de que sus contingencias profesionales sean atendidas por el sistema sanitario público.
Así mismo exigimos a los gobiernos de la CAV y Navarra, el rechazo a la propuesta de de AMAT y del capítulo VII del V-AENC. Y al gobierno estatal que sea el sistema público de salud el que atienda sanitariamente a las y los trabajadores de las Administraciones públicas por contingencia laboral y común y que se aplique la disposición final tercera de la Ley General de Sanidad que prevé la publificación de las Mutuas.
De esta manera, nuestras cotizaciones a Seguridad Social e impuestos dejarán de ir a la sanidad privada yendo al sistema sanitario público, Servicio Vasco de Salud- Osakidetza y Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea.
Iñaki Moreno (Osasun Publikoaren Aldeko Euskal Herri Plataformak – OPAk)
Inko Iriarte (LAB) Javier Quintanilla (CGT) Nagore Landa (STEILAS) Sarai Arce, (ESK) Nerea Cabrera (LSB/USO), Ignacio Donezar (CNT).
Fuente: CGT-LKN Nafarroa