La empresa citrícola valenciana Greenmed SL se ha visto obligada, tras la demanda llevada a cabo por los servicios jurídicos de la Confederació General del Treball del País Valencià (CGT-PV), a poner punto final a una práctica ilegal en lo referente al disfrute de las vacaciones anuales que corresponden a los 800 trabajadores fijos discontinuos que emplea en su centro de Sollana.

La sección sindical de CGT en Greenmed Sollana ha puesto sobre la mesa una ilegalidad flagrante que parece ser práctica habitual en el fuertemente estacional sector citrícola.

La sección sindical de CGT en Greenmed Sollana ha puesto sobre la mesa una ilegalidad flagrante que parece ser práctica habitual en el fuertemente estacional sector citrícola.

Y es que, a raíz del caso de un matrimonio empleado en Greenmed al que la dirección había denegado las vacaciones en Fallas alegando problemas organizativos, se ha evidenciado que la compañía no sólo no tenía derecho a rechazar la petición de vacaciones pagadas sino que, es más, tanto esa práctica habitual como el reglamento interno con el que pretendía coartar el derecho laboral, no responden a lo estipulado legalmente.

«Se ha abierto el melón, así que desde el pasado mes de enero, que es cuando se resolvió judicialmente el conflicto, Greenmed tendrá que dejar de reemplazar los días que solicita la plantilla por permisos no retribuidos y de argumentar que ‘las vacaciones vienen dentro del salario abonado al trabajador», afirman desde la sección sindical.

La práctica empresarial habitual hasta ahora supone una violación de, entre otros, el artículo 38 del Estatuto de los Trabajadores que establece que el período de vacaciones anuales retribuidas (nunca inferior a 30 días naturales) no es sustituible por compensación económica, que se fijará de común acuerdo entre el empresario y el trabajador y que el calendario de vacaciones tendrá que ser conocido por el trabajador al menos dos meses antes de su disfrute.

De esta manera, la actuación sindical acaba con el «planteamiento vacacional» de Greenmed según el cual los trabajadores debían atenerse a las normas internas claramente abusivas. La primera de ellas que el personal que no solicitara vacaciones las cobraría en vez de disfrutarlas, la segunda que quedaban excluidos para solicitar vacaciones el mes de agosto y el periodo del 14 al 21 de marzo (Fallas) y la tercera que se concedería un máximo de 15 días laborales de vacaciones al año.

Tal y como consta en el texto de la demanda sindical «Llama poderosamente la atención el hecho de que el trabajador (demandante) en los últimos 10 años ha venido disfrutando de permisos no retribuidos durante la semana fallera y nunca ha tenido problemas organizativos para que la empresa accediera a dichos permisos no retribuidos, sin embargo, cuando en lugar de solicitar un permiso no retribuido se solicita el disfrute de las vacaciones surgen todos los problemas organizativos que nunca antes se habían manifestado». Por si cabía alguna duda, la organización anarcosindicalista demostró además que Greenmed procedía a «la contratación a través de ETT en los períodos de la semana fallera para suplir a los trabajadores» que disfrutaban de permiso no retribuido.

En conclusión, la Confederació insta a que se respeten escrupulosamente los derechos laborales y, en particular, el de las vacaciones anuales que constituyen ante todo un derecho «que contiene aspectos imperativos e indisponibles».

Gabinete de Prensa CGT-PV

9 febrero 2018


Fuente: Gabinete de Prensa CGT-PV