Artículo publicado en Rojo y Negro nº 382 de octubre

El V Encuentro de la Red Sindical Internacional de Solidaridad y Luchas ha tenido lugar entre el 10 y 12 de septiembre del año 2023, y fue celebrado en la ciudad de San José Dos Campos, ubicada en el país brasileño. La cita no podría haberse realizado sin la gran aportación y organización del Sindicato Dos Metalúrgicos (CSP-Conlutas) que tiene su sede en la misma y de quienes hablaremos en otro momento.

La distancia ha sido el mayor problema del encuentro. Muchas organizaciones europeas no han podido acudir así como otras tantísimas del continente africano, incluyendo a Malí, Benín y Senegal dado que el gobierno brasileño no facilitó los visados para que ciertas organizaciones pudieran acudir. Ciertamente el número de representantes se ha visto muy mermado, comparando con el encuentro de Dijon de 2022, sin embargo esta ubicación ha permitido que otras organizaciones del continente americano hayan podido acudir. Es importante dar esta posibilidad a las organizaciones, conocer a las personas, mostrar contactos personales, etc. Entre estas nuevas caras de nuestra gran Red está el Sindicato del Petróleo de Sao Paulo, la Asociación Solidaria de Empleados Dos Pinos de Costa Rica, el Sindicato de Profesores de Liverpool y algunas más.
Los contactos con las principales organizaciones se mantienen todo el año en distintas sesiones telemáticas, pero también gusta encontrarnos en persona. En esta ocasión hemos podido reencontrarnos con amigos de Union Sindicale Solidaires de Francia, Confederazione Unitaria di Base de Italia, SYNATSITO de Togo, Ogólnopolski Zwiazec Zawodowy Inicjatywa Pracownicza de Polonia y muchas más. Nos han dado grandes y cálidos saludos para los compañeros y compañeras de CGT que han acudido en otras ocasiones, especialmente a Sandra Iriarte, a Miguel Fadrique, a José Manuel Muñoz Póliz o José Aranda.
Como sorpresas cabe destacar a Cooper Burl de una organización comunista de Philadelfia (EE.UU.) y un grupo obrero ucraniano con toques “nacionalistas”. El único incidente fue la intervención de una nueva organización de Centroamérica, que no es necesario mencionar, que continuó hablando de la lucha política y fue cortada por la mesa alegando que este encuentro se centra en la lucha sindical y no en la política.
Los grupos temáticos de trabajo han sido reducidos pero igualmente productivos. Somos la misma clase trabajadora con los mismos problemas, lo único que nos diferencia es el idioma, el lugar geográfico y el color de la piel, pero el enemigo sigue siendo el mismo: el capital. Algunas reseñas a destacar fueron:
El grupo de Industria: La crisis-estafa estratégica de los microchips sigue afectando a la industria del auto a nivel internacional; por otro lado la industria 4.0 es una realidad completamente tangible que se expande hacia otros sectores como la hostelería o el comercio.
El grupo de pensionistas: Los países latinos van notando que se van teniendo menos hijos y que ya hay personas mayores que el día de mañana necesitarán una asistencia profesional que las familias no pueden mantener ni costear y que ni tampoco sus Estados tienen algún proyecto para este problema a pocas décadas vista. Las pensiones van notando la carestía de vida donde cada vez las cuantías son menores respecto al nivel de vida y a la inflación. Todas las organizaciones coinciden en la precariedad como primer problema.
El grupo de la Administración Pública: Se continúa con la precarización de los servicios públicos ahondando en la línea neoliberal de la privatización de empresas públicas y sectores estratégicos. Interesante mencionar que los gobiernos de centro-izquierda de Sudamérica como el chileno Boric o el brasileño Lula da Silva continúan en la misma línea de igual modo que sus antecesores de extrema derecha. El funcionariado no tiene el reemplazo necesario por lo que se pierde calidad de servicio y es por donde se está introduciendo la privatización silenciosa y la no contratación después de cada jubilación.
La precariedad global supone la creación de un nuevo grupo social, con distintas denominaciones dependiendo el Estado o el idioma, que se puede definir como: aquella clase trabajadora que a pesar de tener un trabajo a tiempo completo vive por debajo del umbral de la pobreza y se ve obligado a compartir vivienda o transporte para reducir sus gastos, no tiene capacidad para disponer de ahorro o gastos a corto plazo, subsiste y no llega al día y, por ello, no puede pensar en hitos lejanos como la jubilación o la necesidad de tener una cobertura ante enfermedades profesionales, ambientales o patologías de la tercera edad.
Un debate de gran interés fue sobre la guerra de Rusia-Ucrania aunque también se mencionó la olvidada Armenia-Azerbaiyán. Se informó de que los convoyes de ayuda de la Red llegaron a su destino sin incidencias y satisfactoriamente. Las expectativas del debate estaban centradas en un ponente ucraniano porque, en otros momentos, se había retratado como nacionalista sugiriendo directamente la necesidad del envío de material bélico. En esta ocasión no ocurrió, sino que habló de su experiencia personal, de cómo se organizó la lucha los primeros momentos y de cómo se vivía el conflicto desde una perspectiva obrera. Mencionó la necesidad de ayudar a su comunidad minera para comprar una máquina de perforación y así obtener agua potable porque las oligarquías ucranianas tenían el control de las infraestructuras en pos de su beneficio económico incluso durante el conflicto.
Hay que recordar que tanto la posición de CGT como la de la Red Sindical Internacional de Solidaridad y Luchas es contraria a todas las guerras imperialistas y por eso pedimos una vez más que se deje de enviar material bélico, la disolución de los bloques militares —sobre todo de la OTAN— y la unidad de la clase trabajadora.
Durante último día los debates se centraron en las distintas luchas feministas. Se constató que se están consiguiendo pequeños avances que suponen grandes pasos en la mayor parte del Globo, pero también que queda mucho por hacer y rehacer. No podemos olvidar la emergencia climática en la que nos encontramos, no hay rincón del mundo que no haya notado sus consecuencias… se están cumpliendo las peores estimaciones y por eso desde la RSISL debemos dar una respuesta seria y coordinada.
Como conclusión, debemos entender que los problemas de la clase trabajadora del Estado español son muy distintos a las circunstancias político-sociales de la mayor parte del mundo, “problemas del primer mundo”, y que muchas de las luchas internacionales que se ponen encima de la mesa en estos encuentros son para adquirir derechos de los que aquí disfrutamos desde hace décadas, aunque los vayamos perdiendo lentamente. Para estas organizaciones somos un ejemplo de los logros anteriores, pero debemos mirarlas y acompañarlas para que ellas nos guíen con su ímpetu para las inevitables luchas futuras.

David Blanco (Sº. RR.II.)
Alberto García Lerma (FESIM)


Fuente: Rojo y Negro