Las organizaciones patronales CEOE y CEPYME han llegado a un preacuerdo con los sindicatos CCOO y UGT para renovar un nuevo acuerdo de negociación colectiva con vigencia hasta el 2020. Estos consensos marcarán las líneas de negociación en las diferentes revisiones de convenios sectoriales.
Desgraciadamente, son también la constatación de la continuidad en unas políticas de contención del conflicto y lucha de las trabajadoras que se han demostrado absolutamente inútiles para evitar la caída de derechos y condiciones laborales que estamos sufriendo como clase.
Desgraciadamente, son también la constatación de la continuidad en unas políticas de contención del conflicto y lucha de las trabajadoras que se han demostrado absolutamente inútiles para evitar la caída de derechos y condiciones laborales que estamos sufriendo como clase.
Una vez más, se aceptan valores de incremento salarial sin garantía de poder adquisitivo. Con enunciados ambiguos y asociando una parte a criterios de productividad, resultados económicos sin definir o incorporando la criminalización del concepto ‘absentismo injustificado’. No bastante con esto, se crea un observatorio que emitirá un informe en 6 meses sobre este punto, para realizar pruebas piloto que lo reduzcan. Debe de ser que no tenemos bastante con los despidos objetivos por estar enfermos que se han ido facilitando en cada reforma, y nos hace falta más presión y explotación añadida.
En relación a la desastrosa reforma laboral del 2012, en pocas semanas se ha pasado de la derogación al retoque de algunos puntos para, finalmente, quedar en nada. La importantísima garantía de la ultraactivitat de los convenios ha pasado a ser sólo una quimera en el redactado de este AENC: varios párrafos otorgan capacidad a cualquiera de las partes negociadoras para hacer valer que cuando una de ellas crea que hay una situación de bloqueo el convenio pase directamente a arbitraje. De esta forma, se consolida lo peor de la reforma.
La reducción de jornada cuando la empresa “esté en dificultades para evitar despidos” es también una forma de decir que se desea adaptar a las personas a las curvas de producción empresarial, traspasando los costes a fondos públicos estatales mediante el favorecimiento de ERE temporales. Por otro lado, habrá que ver si pedir un salario mínimo de 1.000 € mensuales (sólo 150 € por encima de la previsión de SMI para el 2020) será aplicado realmente o sólo reclamado.
Leer las glosas en los editoriales de los principales medios de comunicación ya tendría que ser bastante indicativo de lo que piensa el poder de estos acuerdos, recordar que somos el Estado de la UE con mayor desigualdad social también podría ofrecer alguna pista de lo que aporta la paz social a la clase trabajadora. Tampoco hay que dedicar muchos esfuerzos a observar la correlación entre volumen de horas de huelga y mejoras significativas.
No esperamos nada del sindicalismo de concertación. La CGT no se considera interpelada por estos acuerdos, es más, les haremos frente y seguiremos apostando por los métodos que realmente funcionan para obtener las únicas victorias reales que mejoran nuestras condiciones como clase: la movilización y la lucha colectiva.
Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CGT de Catalunya
Fuente: Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CGT de Catalunya