Madrid : gran éxito de la concentración del Gómez Ulla el 4 de marzo

Con coplas y buen humor la CGT responde a las imposiciones de la dirección del Hospital Central de la Defensa que ha ido eliminando las libranzas del turno de noche. Desde la pasada Nochebuena se han sucedido los ataques a las trabajadoras y trabajadores del turno noche, se han cambiado condiciones establecidas hace más de 20 años. La jornada nocturna de este personal sanitario, o con gran relación con la atención a la salud en otros casos, se extiende desde las 10 de la noche hasta las 8 de la mañana. Contra toda recomendación y contra las indicaciones del propio convenio colectivo, se realizan jornadas de diez horas, sin negociar, sin pasar por la CECIR. “Llevamos demasiados años sabiendo del cansancio que te agarra a las cuatro de la madrugada y contra el que tienes que luchar de forma titánica porque sabes que la vida de un enfermo está en tus manos, y para ti, el cansancio y el sueño no pueden hacer mella en tu rendimiento como profesional” -afirma la carta remitida a la Ministra de Defensa por los afectados, unos trescientos profesionales sanitarios cuya media de edad ronda los cincuenta y cuatro años. En los dos últimos meses, imposición tras imposición, han cambiado bastante las condiciones en que se presta este servicio público : “No puedo pasar un fin de semana normal con mi familia, suponiendo que pudiera librar en fin de semana” - nos cuenta una de las enfermeras.

Con coplas y buen humor la CGT responde a las imposiciones de la dirección del Hospital Central de la Defensa que ha ido eliminando las libranzas del turno de noche.
Desde la pasada Nochebuena se han sucedido los ataques a las trabajadoras y trabajadores del turno noche, se han cambiado condiciones establecidas hace más de 20 años. La jornada nocturna de este personal sanitario, o con gran relación con la atención a la salud en otros casos, se extiende desde las 10 de la noche hasta las 8 de la mañana. Contra toda recomendación y contra las indicaciones del propio convenio colectivo, se realizan jornadas de diez horas, sin negociar, sin pasar por la CECIR. “Llevamos demasiados años sabiendo del cansancio que te agarra a las cuatro de la madrugada y contra el que tienes que luchar de forma titánica porque sabes que la vida de un enfermo está en tus manos, y para ti, el cansancio y el sueño no pueden hacer mella en tu rendimiento como profesional” -afirma la carta remitida a la Ministra de Defensa por los afectados, unos trescientos profesionales sanitarios cuya media de edad ronda los cincuenta y cuatro años.
En los dos últimos meses, imposición tras imposición, han cambiado bastante las condiciones en que se presta este servicio público : “No puedo pasar un fin de semana normal con mi familia, suponiendo que pudiera librar en fin de semana” – nos cuenta una de las enfermeras.

Todas las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo establecen que la jornada nocturna sea inferior a la diurna. La jornada ordinaria en el sector público es de siete horas diarias. En la práctica, se trata de horas extraordinarias que ni se pagan ni se compensan con tiempo de descanso, principal reivindicación esta última por parte de los convocantes. Ni creación de empleo, ni conciliación de la vida laboral y familiar.

La situación de este hospital es conocida por la población madrileña, que no acaba de ver los resultados de las negociaciones entra la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Defensa para generalizar el uso de sus instalaciones.

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