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Al bosque gallego lo han convertido en una inmensa pira

Ecología Galerías Fuente: CGT Pontevedra 02/09/2006

Incendios en Galicia
En la concentración habida en Pontevedra el día 11 de agosto pasado (y en las sucesivas) la CGT difundió el siguiente manifiesto :
Incendios en Galicia

En la concentración habida en Pontevedra el día 11 de agosto pasado (y en las sucesivas) la CGT difundió el siguiente manifiesto :

ANTES DESTRUYERON EL MONTE,

AHORA LO QUEMAN


POLÍTICA FORESTAL AL SERVICIO DEL CAPITAL :
DEVASTACIÓN AMBIENTAL

Ahora, tal y como sucedió el pasado año y venía sucediendo durante todos los anteriores, los incencios forestales carbonizan decenes de miles de hectáreas de bosque gallego. Decenas de montes ardiendo. Miles ya ardieran, en los últimos 20 años a una media de 25.000 hectáreas anuales.

Desde que el capitalismo más voraz se hizo dueño del monte gallego, coincidiendo con la instalación de Celulosas en al ría de Pontevedra, pero también de otros consorcios madereros y de tableros en distintos lugares de Galicia, se hicieron desaparecer de nuestro bosque sus árboles propios, para ser sustituidos masivamente por otras especies más “rentables”, sobre todo eucalipto y pino.

Claro está que esta “rentabilidad”, sin otra consideración social que la meramente dineraria a corto plazo y brutalmente capitalista a favor de muy concretos grupos e intereses privados, en realidad termina siendo ruinosa para Galicia y para todos y todas los gallegos. Ya que exige despreciar la riqueza nataural del bosque autóctono, terminar con el patrimonio forestal natural, degradar el entorno, desertizar el rural, acabar con la diversidad biológica, reducir el suelo fértil a una capa cada año más estrecha … y, con todo eso, construir una inmensa pira inflamable a la espera del chispazo que desencadene en cada ocasión el gran incendio.

Ya que hubo un tiempo en que Galicia poseía un vasto, hermoso y fértil bosque atlántico, las masas forestales que ahora se queman pertenecen a un bosque al que previamente se degradó y empobreció, hasta el punto de transformarlo en esta inmensa pira, que hoy contemplamos con desesperación.

Lo que en estos últimos años transforma cada chispa original, intencionada o no, en un devastador incencio no es solo ni principalmente la voluntad del incendiario o del pirómano, que también, si no los intereses económicos -y políticos que les sirven- que vienen reduciendo el patrimonio natural gallego a la penosa situación actual. Sin duda, localizara a los pirómanos e incendiarios y extinguir los fuegos activos es, en estos momentos, lo urgente. Pero, desenmascarar de inmediato a los delincuentes que fabrican cada día y desde los despachos oficiales la desgracia actual es lo preciso. Las masas forestales que ahora se queman pertenecen a un bosque al que previamente se había degradado y empobrecido, convirtiéndolo en una inmensa pira presta a inflamarse con cualquier chispa.

Estamos cansados de ver como se destruye repetidamente nuestro país, en aras de los intereses del Capital y de los grupos políticos que servilmente se le someten. Estamos hartos de tanta marea negra y de tanta ceniza gris. Estamos cansados de tanto petróleo y de tanto eucalipto. De tanto Prestige y tanto Ence. De tanto Caixa Galicia y tanto Gobierno. De tanto capitalismo y tanto Estado, ambos perfectamente inútiles para organizar con justicia la vida social.

Solo habrá un modo eficaz de atajar los incendios que asolan Galicia desde hace décadas. En primer lugar y antes que nada, afanándose por controlar y apagar los que hoy están activos. Pero enseguida y sin pausa, denunciando la complicidad de los sucesivos gobiernos gallegos -de los anteriores y del actual- con aquellos intereses industriales y financieros que, en definitiva, les dictan la funesta política forestal que han de aplicar.

De la misma manera que defendemos y exigimos una sanidad y enseñanza públicas, también exigimos que el reconocimiento de la propiedad privada de los montes implique, antes que ninguna otra cosa, que su explotación se haga en condiciones tales que respeten su utilidad social, garanticen un medio ambiente sano y aseguren el disfrute común del patrimonio colectivo.

CGT Pontevedra, 11 de agosto de 2006


Par : CGT Pontevedra


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