- CGT denuncia que la empresa que presta el servicio al Ministerio de Defensa, Dulcinea Nutrición, adeuda ya dos meses de salarios a la plantilla y no cumple con los más básicos requisitos de prevención de riesgos laborales,

- El sindicato pide en una carta al Coordinador de la Administración General del Estado en el Campo de Gibraltar, José Medina, que medie para evitar estos abusos laborales y se deje de poner en riesgo tanto a la plantilla de Dulcinea como a los propios trabajadores del Ministerio de Defensa

Trabajadoras de Dulcinea Nutrición, contratada por del Ministerio de Defensa para confeccionar las comidas a las tropas de los cuarteles militares del Campo de Gibraltar, están convocadas a una huelga indefinida desde el próximo 13 de septiembre con motivo de los retrasos en el pago de las nóminas sufridos en los últimos meses. Actualmente, la empresa debe a la plantilla las mensualidades de julio y agosto.

Así lo ha anunciado CGT, que ha presentado este lunes el correspondiente preaviso ante la Junta de Andalucía y la propia empresa.

Trabajadoras de Dulcinea Nutrición, contratada por del Ministerio de Defensa para confeccionar las comidas a las tropas de los cuarteles militares del Campo de Gibraltar, están convocadas a una huelga indefinida desde el próximo 13 de septiembre con motivo de los retrasos en el pago de las nóminas sufridos en los últimos meses. Actualmente, la empresa debe a la plantilla las mensualidades de julio y agosto.

Así lo ha anunciado CGT, que ha presentado este lunes el correspondiente preaviso ante la Junta de Andalucía y la propia empresa.

En concreto, esta medida de protesta afectará a las instalaciones militares de Campamento (San Roque), Camarinal-Bujeo (Tarifa), Charco Redondo (Los Barrios) y Adalides (Algeciras).

“No nos han dejado otro camino que recurrir a la huelga, tras haber comunicado la situación al Ministerio de Defensa a través de una carta a su ministra, y hasta con tres denuncias a la propia Inspección de Trabajo”, han indicado por parte del sindicato.

Los retrasos han sido la norma habitual en los últimos meses. Un ejemplo de ello ha sido que la nómina correspondiente a junio fue abonada el pasado 21 de julio. La situación empezó a empeorar desde enero, donde los pagos se empezaron a demorar en varias semanas, hasta acumularse sin pagar los dos últimos salarios.

Se da además la circunstancia de que a las asalariadas no se les ha entregado ni las nóminas ni el contrato, a pesar de haber sido demandada esta documentación repetidamente, incluso por cauce oficial a través de un burofax.

Otra de las carencias denunciadas por CGT es la falta de cumplimiento de las más mínimas reglas de prevención y riesgos laborales. En este sentido, señalan la precariedad, y el mal estado del material adecuado para realizar el trabajo diario. “El estado del los utensilios y el uniforme de trabajo es muy malo. No hay suficientes guantes, delantales y otros materiales para todas. Hasta los guantes del horno están rotos”, señala la delegada sindical de CGT, María Dolores Rodríguez.

A esta paupérrima gestión de la empresa se le suma una plantilla muy reducida para la labor que se atiende. “Incluso cuando realizan maniobras se cuenta con el mismo número de trabajadoras, a pesar de que la carga de trabajo es mayor en estas ocasiones”, expone Rodríguez en representación de sus compañeras. “Las bajas que se producen no se cubren”, apostilla.

Riesgos sanitarios

Además, señalan por parte de la plantilla que la comida, tanto la preparada como diversos ingredientes, se transporta en una furgoneta sin el adecuado equipo de refrigeración para una correcta conservación o en los propios vehículos de las trabajadoras, a exigencias de la dirección de la empresa.

“Se llevan productos congelados y se pone el riesgo así también a los propios trabajadores del Ministerio de Defensa, que debería tomar cartas en el asunto a la mayor brevedad y, precisamente, no dejar indefensas a las trabajadoras y a los propios militares por la nefasta gestión de la plantilla y los pocos y precarios medios puestos a disposición de las trabajadoras”, ha añadido la representante sindical.

Paralelamente, desde CGT se ha denunciado que no se lleva a cabo el control horario debido por ley, lo que se suma a la amplia lista de incumplimientos de Dulcinea.

A este respecto, el sindicato ha argumentado que “la empresa se aprovecha de la buena voluntad e implicación de las trabajadoras y se lava las manos, a pesar de que las consecuencias sanitarias y legales pueden ser enormes”.

La plantilla ha mostrado su pesar por las falsas promesas de pago de Dulcinea e insta a las autoridades públicas, entre ellas al propio Ministerio de Defensa y al Coordinador de la Administración General del Estado en el Campo de Gibraltar, José Medina, que medien para arreglar una situación que afecta a la seguridad, salud, y sanidad tanto de la propia plantilla de Dulcinea como de los trabajadores de los distintos cuarteles del Campo de Gibraltar.

CGT ha remitido hoy una carta al propio coordinador de la AGE su colaboración para resolver este conflicto.

“Es inadmisible que en una institución pública se permitan estos abusos por parte de una empresa concesionaria”, concluyen desde CGT.

Antecedentes

Hace unos meses, Dulcinea Nutrición saltó a la palestra mediática nacional, tras conocerse que se encontraron gusanos en unos platos de fideuá en el cuartel de Camposoto, en San Fernando, de cuyo servicio de alimentación es también responsable.

Medios como ABC, El País o el programa de La Sexta “¿Te lo vas a comer?, del cocinero Alberto Chicote, trataron las malas prácticas de esta empresa, que gestiona igualmente el servicio de comedor en otras instalaciones militares y sociales repartidas por buena parte del territorio español. Además se encarga de la comida en el Palacio de la Moncloa. También estos trabajadores han denunciado recientemente impagos por parte de Dulcinea.


Fuente: Sección Sindical de CGT en Dulcinea Nutrición