En las protestas violentas de Londres los manifestantes utilizaban el programa privativo, incluido por defecto en sus teléfonos móviles, para establecer contacto entre ellos. A pesar de que esos mensajes iban cifrados, el uso de dicho programa ha permitido a la empresa fabricante desencriptarlos para la policía.
También aparece en Argentina otra violación de los derechos humanos, el control ilegal que se ejerce sobre la ciudadanía.
La encriptación mediante GPG es una mejor opción, que tendríamos que tener en cuenta para los correos electrónicos sensibles que nos mandamos entre entes de la Confederación o con otras organizaciones hermanas.
Opinión Shanti Barrios
Puntualmente, este gobierno ha utilizado – y continúa
haciéndolo – a los servicios de Inteligencia, con la asistencia de
jueces corruptos, y con el objetivo de dar forma a la más grande
violación de derechos privados en la historia de nuestro país. – LeakyMails
El miércoles, a raíz de una denuncia del Ministerio de Seguridad argentino por “violación de Secreto de Estado”, el juez federal Sergio Torres ordenó el bloqueo del denominado WikiLeaks argentino: leakymails.com.
El viernes los de leakymails respondieron subiendo a
la red miles de documentos que prueban el espionaje masivo que sobre
todo tipo de ciudadanos, personalidades y asociaciones se ha venido
realizando en Argentina. Miles de mails de los espiados han sido publicados como prueba.
En muchos casos el ciberespionaje ha servido para la realización de
informes individualizados que han sido elaborados con la ayuda de
escuchas telefónicas o seguimientos.
El espionaje se inicia cuando gobernaba Eduardo Duhalde. De esos tiempos hay un registro de un detallado listado de todas las asambleas populares de barrio. En 2003, el espionaje se centraba en las organizaciones sindicales, en especial en la Corriente Clasista y Combativa (CCC) que dirige Juan Carlos Alderete, al que seguían a marchas y asambleas.
Una lista con informes de 1.419 dirigentes sociales, sindicales y religiosos lleva fecha de finales de 2003, cuando los servicios de Inteligencia ya dependían de Néstor Kirchner. El control de la correspondencia digital
es permanente sobre la comunidad iraní, pero también sobre la comunidad
vasca, la irlandesa y sobre diplomáticos de distintos países, entre
otros Venezuela y Marruecos.
Entre los periodistas espiados aparece Daniel Santoro de Clarín.
También se han intervenido los correos electrónicos de varios militares
ya retirados. De los grupos políticos, los más “investigados” siguen
siendo, como durante la dictadura, los de tendencia de izquierda. El Polo Obrero
es objeto de fotos en marchas y actos, y sus dirigentes son señalados
en apuntes que se archivan. Lo mismo vale para la polémica Agrupación Quebracho, seguida de cerca al menos desde el 2002.
No se libra del espionaje el poder judicial. El informe sobre el juez federal Daniel Rafecas incluye un listado de todas sus entradas y salidas del país desde 1987 hasta el 2006. También ha sido espiado el juez Guillermo Gordo, del tribunal que juzgó el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina y que hace unos días absolvió a Gustavo Beliz (ex ministro de justicia) en una causa que había iniciado uno de los más inquietantes poderosos espías argentinos.
La Secretaría de Inteligencia (SI), la antigua SIDE, ha negado su implicación en los hechos. Leakymails promete nuevas entregas.
http://www.nacionred.com/derechos-y-libertades/escandalo-en-argentina-todos-espiados