El presidente egiupcio Mohamed Morsi, reforzado por su papel en el conflicto de Gaza y por el apoyo explícito de Estados Unidos, se lanza a establecer una nueva dictadura islamista en Egipto, presentando una declaración constitucional que le confiere inmunidad ante el tribunal constitucional y le coloca por encima de la ley.

Con sus últimas actuaciones, ha neutralizado a militares y vestigios de la era Mubarak demostrando a Estados Unidosb y Occidente que es capaz de satisfacer los intereses occidentales en la región con mucha mayor eficacia y credibilidad que cualquier otro en Egipto.

Con sus últimas actuaciones, ha neutralizado a militares y vestigios de la era Mubarak demostrando a Estados Unidosb y Occidente que es capaz de satisfacer los intereses occidentales en la región con mucha mayor eficacia y credibilidad que cualquier otro en Egipto.

Es este apoyo de EEUU, lo que supone el control del ejército, el que ha animado a Morsi a intentar el control absoluto de la sociedad egipcia. La concesión de un paquete de rescate de 4200 millones de dólares por el FMI para la economía egipcia (con los parabienes de Obama, por supuesto), más los préstamos de 2.000 millones de dólares cada uno de Qatar y Turquía, dejan bien claro quien es el nuevo vértice de los intereses occidentales en la zona

Traducimos la declaración del Congreso Democrático de los trabajadores egipcios y del Centro de asesoramiento a los sindicatos de trabajadores (CTUWS), (anexo en inglés) denunciando las derivas dictatoriales del gobierno de los Hermanos Musulmanes

Declaración

Los últimos tres días han sido testigos deuna violencia brutal contra los manifestantes que han organizado marchas el 19 de noviembre de 2012 para conmemorar el aniversario de los incidentes de la calle Mohamed Mahmoud. Los manifestantes han llamado para la consecución de los objetivos de la revolución y lograr los derechos de los mártires. Mientras tanto, Gaber Salah ha sido el primer mártir durante el Gobierno del Presidente; Mohamed Morsi.

En lugar de intervenir para evitar que la sangre se viertay detener las escenas repetidas del antiguo régimen, el Presidente ha hecho pública una declaración constitucional mediante la cual se convierte en un semi-dios. Morsi incluso ha inmunizado sus decisiones desde el 30 de junio, alegando que está por encima de la ley. El Presidente tiene no sólo el control del poder ejecutivo y legislativo, sino también bloquea el poder judicial. Según la Declaración constitucional, ningún órgano judicial tiene derecho a disolver el Consejo de la Shura (cámara alta) o la Asamblea Constituyente, sabiendo que ambas entidades están dominados por los Hermanos Musulmanes. Por otra parte, el Presidente ha decidido nombrar a un nuevo Fiscal General, sin siquiera consultar a los interesados; los jueces, que representan el último refugio para los egipcios contra la tiranía.

Alegando proteger la revolución, el Presidente ha introducido la ley de «Protección de la revolución» que se compone de seis artículos. El segundo artículo estipula el establecimiento de una Fiscalía Especial con derecho a detener a personas durante seis meses (según el artículo nº 5). El Artículo 4º define los delitos, igualando y sin diferenciar a asesinos de activistas por la libertad. El artículo permite al recién nombrado fiscal detener personas hasta seis meses en el nombre de «proteger la revolución,» mientras estén siendo investigados por cargos relacionados con las disposiciones del Código Penal sobre delitos de prensa y opinión, organización de protestas, huelgas de trabajadores y «bandolerismo».

El Presidente no sólose siente satisfecho con la presencia de esos delitos en el código penal egipcio, sino también permite a la Fiscalía General el derecho a detener trabajajadores por seis meses antes de ir a los tribunales. Nose diferencia para nada entre los trabajadores que practican sus derechos en las huelgas y los corruptos criminales del antiguo régimen que han asesinado a los mártires.

El Congreso democrático de los trabajadores egipcios y el Centro de asesoramiento para los sindicatos de trabajadores afirman que los trabajadores egipcios que han logrado sus derechos y derrocado al tirano Mubarak , rechazan la Declaración constitucional y la ley de protección de la revolución. Confirman que la revolución egipcia es propiedad de todos los egipcios incluyendoa los trabajadores y no es propiedad de una secta política cerril que no sabe de administración pero sí de opresión.

El Congreso democrático de los trabajadores egipcios y el Centro de asesoramiento para los sindicatos de trabajadores llaman a los320 sindicatos independientes a participar en la manifestación del martes en todas las plazas de la libertad para pedir la retirada de la Declaración constitucional y la ley de protección de la revolución

25 de noviembre de 2012

Equipo de trabajo para el norte de África de la S. de RR. II,. de la CGT


Fuente: Equipo de trabajo para el norte de África de la S. de RR. II,. de la CGT