Ante la convocatoria del pasado 19-J, los medios afines al régimen se han empleado a fondo para criminalizar, menospreciar y dividir al movimiento. Después de la represión de la Plaza de Catalunya, y de los sucesos del Parc de la Caiutadella, de Barcelona, provocadores infiltrados incluidos, los intentos de vincular al conjunto del movimiento 15 M con la violencia, y deslegitimarlo, no parecen haber hecho mella entre una ciudadanía cada día más harta de las corruptelas, de las reglas de juego trucadas y de una clase política y burocrática que actúan como marionetas al servicio del capital especulativo.

Pero
han escupido al cielo y les ha caído en la cara. Porque la jornada
del 19 de junio se ha saldado con una movilización como no se
recordaba desde las realizadas contra la guerra de Irak, hace ahora
más de ocho años.

Pero
han escupido al cielo y les ha caído en la cara. Porque la jornada
del 19 de junio se ha saldado con una movilización como no se
recordaba desde las realizadas contra la guerra de Irak, hace ahora
más de ocho años. En el plano cuantitativo, la movilización
coordinada y masiva en más de sesenta ciudades del Estado español
ha sorprendido a propios y extraños, y da fe que, a pesar de no
pocas dudas, incertidumbres e incluso contradicciones, el movimiento
ciudadano conserva y refuerza todo su potencial, y se sitúa cada vez
más fuera del control de los medios oficiales.

También
se ha producido un salto cualitativo importante. El hecho de llamar a
la movilización del 19-J contra el Pacto del Euro, además de ser
oportuno y necesario, ha dotado al movimiento del 15-M de unos
contenidos que antes no tenía, y de una coherencia que le permiten
un recorrido quizá más largo de lo esperado. Si en el Pacto del
Euro se condensan las agresiones contra los derechos laborales y
sociales de la población europea más importantes de los últimos
sesenta años, el movimiento 15-M ha sabido identificar y sacar de su
secretismo a este Pacto, y denunciar la enésima jugada sucia de los
burócratas de Bruselas, al servicio de las élites capitalistas.

Pero
sucede que el gobierno de Zapatero, como el alumno más aplicado de
la Comisión Europea, del FMI y del BCE, ya hace más de un año que
se ha afanado en implementar buena parte de las medidas incluidas en
el Pacto del Euro: la rebaja en el sueldo de los trabajadores de la
administración pública, la reforma laboral, la congelación y
reforma de las pensiones públicas (con la complicidad de los
directivos de CC.OO. y UGT), la venta de las Cajas de Ahorro al
capital privado y la reforma (desmantelamiento) de la negociación
colectiva.

Por
ello, y coherentemente con la movilización del 19-J en contra del
Pacto del Euro, el movimiento debe avanzar en la exigencia de la
derogación de todas ésas medidas ya impuestas contra la mayoría
social, y avanzar en la preparación de las condiciones que hagan
posible cuanto antes otra huelga general con ese objetivo, esta vez
fuera de la tutela y de las maniobras de la domesticada burocracia
sindical. Si queremos realmente una democracia real, al servicio de
los trabajadores y la ciudadanía, una sociedad justa y equitativa
con derechos para todos, y una salida social a la crisis,
necesariamente se habrá de recorrer ése camino.

Libiamo…!

19
de junio, 20,00 horas, calle Riera de Palma, frente al Teatro
Principal. Entre la multitud que salió a presenciar el paso de la
manifestación, se encontraba, llenando la escalinata que da acceso a
la Plaza Mayor, un grupo de personas vestidas muy llamativamente,
incluso a pesar de que ser domingo. Eran los cantantes y actores de
la ópera
La
Traviata
,
de Verdi, que durante estos días se estaba representando en el
Teatro. Ya bien pasada la cabecera de la manifestación, la gente los
identificó:
¡Que
canten, que canten!

El tenor no se hizo de rogar demasiado, y desde la ventana balconera
del primer piso del Teatro se arrancó con el
Libiamo!,
respondido por el coro de las escaleras, a los que se unieron los
centenares de manifestantes que abarrotaban ese tramo de la calle.
Fue un momento único y excepcional, la casual coincidencia de dos
mundos aparentemente tan distintos. El resultado no pudo ser mejor:
un brindis por la larga vida de la lucha social.

http://www.youtube.com/watch?v=9V5J4dT2pRc

Pep
Juárez – Junio de 2011