La peseta, el euro y ahora, el OSEL, siglas de Oficina para la Sostenibilidad y Equidad Local. La nueva moneda de Murcia nace con una finalidad social y con el objetivo de poner en valor el trabajo real y local de la gente de a pie. Una moneda para que el pequeño trabajador que ha perdido su empleo o no alcanza a llegar a fin de mes pueda intercambiar bienes y servicios de una manera legal y alternativa al uso del euro.
Ante las dificultades financieras de mucha gente, la necesidad agudiza el ingenio, y una de las propuestas de los múltiples movimientos asamblearios y de participación ciudadana que han surgido últimamente ha sido la implantación de monedas complementarias y sociales.
“Las monedas sociales se llevan utilizando desde hace 60 años en distintos puntos de Europa y adoptar esto en Murcia no es algo nuevo, sino una idea que se recoge de otros lugares y que puede ser muy beneficioso para el entorno” explica Isa, una de las dinamizadoras del OSEL en la Región.
Ante las dificultades financieras de mucha gente, la necesidad agudiza el ingenio, y una de las propuestas de los múltiples movimientos asamblearios y de participación ciudadana que han surgido últimamente ha sido la implantación de monedas complementarias y sociales.
“Las monedas sociales se llevan utilizando desde hace 60 años en distintos puntos de Europa y adoptar esto en Murcia no es algo nuevo, sino una idea que se recoge de otros lugares y que puede ser muy beneficioso para el entorno” explica Isa, una de las dinamizadoras del OSEL en la Región.
Intentando dar respuesta a muchos murcianos necesitados, y que tienen mucho que aportar a la sociedad pero no se les da la oportunidad, la moneda social es un elemento que no entiende de impuestos, cotizaciones bursátiles o bancos. En el caso de la Región de Murcia, su moneda complementaria es el OSEL. Esta idea está basada en una de las múltiples monedas sociales que han ido surgiendo por toda España, el OSEL de Novelda. “Conocimos y empezamos a estudiar la idea por un compañero con el que tuvimos el primer contacto en el primer ‘Sol Invictus’ (una fiesta que conmemora el solsticio de invierno en la antigüedad y que tras un parón de 1.700 años, fue retomada en Murcia en 2011 por la Asamblea Murcia Sur) y a partir de ahí estuvimos un año trabajando en el estudio y aplicación de una moneda social”, explica Isa. El OSEL es ya una pequeña realidad que empieza a moverse sobre todo por la zona del Barrio del Carmen, en la capital murciana. “Queremos una moneda para las personas, que refleje el trabajo de la sociedad y que sirva para lo que servía en un principio, una referencia para intercambiar bienes y servicios”, comenta Luis, otro de los impulsores, que destaca que esta moneda no sea carne de cañón para especuladores, paraísos fiscales o estafas varias.
De momento, el OSEL empieza a andar como moneda virtual con un valor equivalente al euro y tampoco se descarta un futuro salto al papel.
Empezar a usar el OSEL es cuestión de inscribirse en una plataforma virtual y empezar a consumir (ya que es posible un pequeño margen de deuda que varía en el caso de inscribirse como titular, comercio o asociación) o aportar un bien o servicio (dulces, clases particulares…) y cobrar en oseles. Para las personas que no sepan o no puedan utilizar la plataforma virtual se ha diseñado una especie de cartilla en la que tanto el consumidor como el proveedor de bienes o servicios firman para dar conformidad de su acuerdo. También existe la figura del ‘padrino’, que ayuda a las personas con dificultad para acceder a la plataforma informática a realizar sus compras-ventas en oseles. A la iniciativa se han adherido locales como el innovador Hospital de Bicicletas pero también tiendas de alimentación como La Salá dedicada a los encurtidos en el Barrio del Carmen, y así hasta más de una veintena. En total son ya más de 130 personas las inscritas en la Oficina OSEL desde que se dio a conocer en diciembre en el anterior Sol Invictus y la lista de comercios que ofrece un porcentaje de sus productos en oseles va creciendo.
El cambio en oseles recuerda en cierta manera a la entrada del euro, ya que existe una cierta confusión inicial a la hora de hacer el acuerdo. Cada comercio establece un porcentaje distinto de servicios y productos ofrecidos en oseles, y dentro de estos, puede ser que una parte del importe sea cobrado en oseles y otra en euros. Así se produce con Rubén, un joven ciclista que ha sufrido un pinchazo y lleva su bicicleta al Hospital de la Bici. La ‘cura’ del ‘paciente’ cuesta unos 4 euros, que pasado al sistema de oseles establecido por el negocio se convierte en un euro y tres oseles.
Esta moneda está pensada para que personas que no dispongan de dinero puedan hacerse valer económica y personalmente dentro de la sociedad y pongan en circulación sus bienes o servicios, aunque sea de una manera alternativa.
Que la crisis no pare la vida de las personas es el fin principal de la moneda social. Para todos los que estén interesados en formar parte de la ‘comunidad OSEL’ se abre una mesa de información los martes, de 21h a 24h, en la cafetería Ítaca de Murcia.
Pincha aquí para ver un video explicativo.
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Fuente: laverdad.es