Con este libro Laura nos acerca dos figuras imponentes de finales del siglo XX y principios del XX, Rafaela Torrents y Teresa Claramunt

 

Librería de El Sueño Igualitario

Artículo sobre el libro y entrevista a Laura Vicente sobre su último trabajo

Laura Vicente, desde la colección Es un decir de Editorial Comuniter nos acerca a mujeres que “se plantaron” de manera firme e inalterable ante la vida, se trata Rafaela Torrents 1838-1909 y Teresa Claramunt 1862-1931.

La colección Es un decir es una de las colecciones más prolíficas y más mimada desde esta editorial afincada en Zaragoza.

Lo que se nos acerca desde Comuniter del libro:

Librería de El Sueño Igualitario

Artículo sobre el libro y entrevista a Laura Vicente sobre su último trabajo

Laura Vicente, desde la colección Es un decir de Editorial Comuniter nos acerca a mujeres que “se plantaron” de manera firme e inalterable ante la vida, se trata Rafaela Torrents 1838-1909 y Teresa Claramunt 1862-1931.

La colección Es un decir es una de las colecciones más prolíficas y más mimada desde esta editorial afincada en Zaragoza.

Lo que se nos acerca desde Comuniter del libro:

A pesar de compartir género y ciudad en la Cataluña finisecular y de comienzos del siglo XX, es muy posible que Rafaela Torrents y Teresa Claramunt nunca se cruzaran la vista. Les separaba la pertenencia a dos grupos sociales a los que representan de manera ejemplar.

Detrás de Rafaela encontramos a esa burguesía aristocratizada que viene amasando grandes fortunas procedentes de una Cuba esclavizada. Teresa, por su parte, empieza a trabajar a la fábrica textil a los diez años para poder sobrevivir. Vidas y mundos paralelos y enfrentados porque los beneficios de los que goza una son fruto del trabajo de la otra y de muchos como ella.

La historiadora Laura Vicente es ya sobradamente conocida por su tarea científica en el campo de los movimientos sociales, el estudio sobre la mujer y el pensamiento libertario; pero aquí va un paso más allá. Sin renunciar al rigor del oficio ( todo lo que se cuenta texto está debidamente documentado), sabe construir con amenidad el cruce de dos biografías situadas en sus respectivos ambientes. El lector es invitado a visitar distintas ciudades, variados escenarios y hasta el corazón de los protagonistas para lo que la autora se sirve de la correspondencia conservada.

No es una paradoja, el concepto de lucha de clase, hot tan denostado, queda aquí reivindicado a la vez que se aprecia, en un mundo patriarcal, la autonomía de ambas mujeres cuyo horizonte está labrado, además de por la cuna, por su propia conciencia individual.

La autora de este libro, Laura Vicente:

Es doctora en Historia por la Universidad de Zaragoza y máster en “Estudis de la Dona” por la Universidad de Barcelona, siendo catedrática de Historia de Enseñanza Secundaria. Es especialista en historia social e historia de la mujer y autora o copartícipe de los libros: Sindicalismo y conflictividad social en Zaragoza (1916-1923) ; Teresa Claramunt (1862-1931). Pionera del feminismo obrerista anarquista; Aproximación a Mujeres Libres. Pròleg i Antecedents de Mujeres Libres; “Rafaela Torrents. Los ‘poderes’ de una mujer de clase acomodada en la Cataluña decimonónica”, La participación de las mujeres en lo político. Mediación, representación y toma de decisiones; Historia del anarquismo en España; Teresa Claramunt: Feminismo obrerista y librepensador (con María Dolores Ramos en la coordinación) ; Tejedoras de ciudadanía. Culturas políticas, feminismos y luchas democráticas en España; “El feminismo como principio de justicia en Anselmo Lorenzo; En el alba del anarquismo. Anselmo Lorenzo 1914-2014; Mujeres libertarias de Zaragoza el feminismo anarquista en la transición.

Ha publicado diversos artículos en revistas especializadas como Historia Social, Cerclesrevista de la Universitat de Barcelona, Arenal publicación de la Universidad de Granada , Arraona revista de Sabadell, XIX y Veinte publicación de Editorial Comuniter y forma parte de la redacción de la revista Libre pensamiento.

Además, edita un blog titulado: Pensar en el margen, http://pensarenelmargen.blogspot.com.es/.

Es especialista, se puede afirmar sin lugar a dudas, en historia social e historia de la mujer, publicando diversos libros sobre este tema como podrían leer anteriormente.

Ya estuvo con nosotros cuando editó el libro Historia del anarquismo en España de Editorial La Catarata:

http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/laura.htm

Para ir entrando en juego antes o paralelamente a la lectura, te puede ayudar:

Teresa Claramunt:

https://es.wikipedia.org/wiki/Teresa_Claramunt

Rafaela Torrents:

https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4098626

http://www.revistacodice.es/publi_virtuales/i_con_h_mujeres/documentos/comunicaciones/comuLauraVicente.pdf

Cazarabet conversa con Laura Vicente:

Laura, ¿en qué momento sientes la necesidad de plantear este libro?, ¿por qué lo haces tomado como protagonistas a estas dos mujeres que parten desde mundos sociales tan diferentes como diferenciados, tanto en el contenido como en el continente?

-Este libro ha pasado por diversas vicisitudes. Empiezo a pensar en el libro poco después de publicar el libro de Teresa Claramunt (2006). La experiencia al trabajar sobre esta mujer marcó mi manera de entender la historia decantándome hacia la llamada contrahistoria, una manera de hacer que rechaza la historia como gran relato para centrarse en la microhistoria construyendo un relato detallado y significativo sobre la gente común, la gente real. En el espacio minúsculo ocurre todo, dice Svetlana Aleksiévich, eso es lo que hice con la Claramunt y quería seguir en la misma línea. Me pareció que trabajando desde la anécdota histórica, es decir, desde la vida de dos mujeres de clase social muy diferente me aproximaría de forma más significativa a la realidad. Como yo he trabajado siempre sobre la gente que la industrialización desplazaba a los márgenes, es decir, sobre los/las perdedoras de la industrialización y del capitalismo, era un reto trabajar sobre una mujer que, por el contrario, era una triunfadora, una mujer que estaba en el centro de la vida social, aunque por ser mujer también sufría discriminación. Ya en 2009 y 2011 escribo dos artículos sobre Rafaela Torrents porque la estoy investigando en esos años.

Pero se inició el Movimiento 15 M y mi tiempo pasó a estar dedicado con exclusividad a la protesta en educación por los graves recortes que sufrimos y que nunca hemos recuperado a fecha de hoy. Cuando los movimientos de protesta empezaron a decaer se cruzó una propuesta para escribir un libro de divulgación sobre el anarquismo que salió publicado en 2013 y fue a partir de ese momento cuando retomé el proyecto de este libro y decidí que sería Teresa Claramunt la mujer a través de la cual establecería el paralelismo de dos vidas y mundos paralelos.

Me parece que muchas veces se entiende mejor cómo vivían las clases trabajadoras desde cómo vive el mundo burgués que desde el propio mundo obrero.

-Porque, amiga, me da que tu destino final era el de plantear, desde la mujer y poniéndola a ella como protagonista, a la “lucha de clases”, ¿verdad?-Te ha sido difícil mantener en el hilo argumental como un equilibrio coprotagonizado por estas dos mujeres, tan distantes…

-En el libro se afirma que ambas mujeres compartían el sometimiento a un discurso de género basado en la discriminación por razón de sexo. Pero a la vez la realidad cuestiona la presunción de que el término “mujeres” indicara una identidad común. Mujeres tenía múltiples significados puesto que el término se entrecruzaba con la modalidad de clase que marcaba diferencias insalvables entre ellas. Sin embargo, ambas mujeres se salen en cierta manera del camino marcado por el discurso de género e iniciaron un proceso de empoderamiento para intentar construir su vida de forma autónoma y propia. La clase social marcaba distancias insalvables entre ellas. Rafaela era partícipe de las relaciones de poder de su clase y Teresa de las relaciones de resistencia de la suya.

No ha sido nada fácil mantener la narración coral de dos mujeres y dos mundos evitando caer en repeticiones y conservando una narración que fuera clara. Si tenemos en cuenta que el libro empieza en 1893 con el atentado del Liceo a partir del cual se establece el punto de partida de ambas historias para retroceder luego al pasado (nacimiento, juventud, matrimonio en sus ciudades de origen) y volver luego a sus vidas después del atentado, nunca había dedicado tanto tiempo a la forma de narrar como en este libro. De hecho, he sacrificado mucha información que tengo de ambas mujeres en aras de la claridad de la historia “común” por decirlo de alguna manera.

-Diferencias, muchas. Claro está y más si se parte de que la una era hija de una familia burguesa y adinerada (Rafaela Torrents) y la otra mujer una trabajadora desde los diez años y de la industria que más desangraba a las mujeres que desde el mundo rural o desde la propia ciudad iban a buscarse la vida(ella era Teresa Torrents) …

-En efecto, los mundos que habitaban eran totalmente contrapuestos: uno el mundo del poder y de la dominación (aunque con limitaciones por ser mujer) el otro el mundo de la dominación y la conformidad o la resistencia. La industrialización y el crecimiento de las ciudades rodeo a estas de cinturones de miseria (los barrios) auténticos espacios segregados con una frontera invisible pero real. El atentado del Liceo demostró que se podía saltar a través de esa frontera provocando el terror en los sectores acomodados que vieron de golpe el otro mundo en su espacio de sociabilidad por antonomasia.

-Se llevaban unos 34 años de diferencia de edad. ¿Es eso, ese digamos detalle, muy importante en tu libro de investigación?

-No era fácil encontrar dos mujeres con vidas cronológicas paralelas, no me pareció excesivamente relevante ese corto espacio de tiempo histórico que las separaba, apenas una generación

-Hablando de investigación. En este campo cobra especial trascendencia el proceso de documentación. ¿Cómo ha sido?

-En el caso de Teresa Claramunt la realización del estudio topó con la habitual escasez de datos cuando se quiere hacer la biografía de un trabajador/a de tal manera que se produce una imposibilidad biográfica. Esta imposibilidad obliga a escribir sobre esta mujer más desde lo que se hace en contra de su vida, a su alrededor, sin contar con su vida. Aun así resulta muy difícil plasmar en una biografía las condiciones de miseria material y discriminación social de las clases trabajadoras, es decir, aquello que la civilización tan solo puede presentar como carencia, como vacío. De Teresa Claramunt disponemos de mucha información (recogida en la prensa de la época, especialmente anarquista) de su vida como activista a partir de la década de los noventa, pero apenas nada sobre su vida personal.

En el caso de Rafaela Torrents la realización del estudio contó con información importante sobre su situación económica a través de testamentos y documentos notariales, existencia de su propia casa familiar hoy convertida en Museo y, especialmente, de las cartas que escribió a Víctor Balaguer durante muchos años (desde la viudedad de Balaguer en 1881 hasta su muerte en 1901). De todas maneras, nadie había escrito ni una sola palabra sobre esta mujer y la reconstrucción de su biografía no ha sido fácil tampoco.

-¿Y cómo lo ordenas todo, después, con tu propia metodología de trabajo?

-Como ya he dicho en otra respuesta anterior la narración de estas dos vidas paralelas no fue nada fácil. Primero hago una foto fija de 1893 donde se presenta a las dos mujeres, la ciudad y otras circunstancias concretas. A continuación hago una especie de flash-back para volver al pasado: sus ciudades de origen: Sabadell y Vilanova (cap. 2); su niñez, juventud y matrimonio (cap. 3); el inicio del activismo de Claramunt y la viudedad de Torrents que la obligaron a asumir responsabilidades en la administración de la fortuna de su hijo (cap. 4) y la reflexión sobre su empoderamiento y su capacidad de construir vivencias de resistencia emocional y vínculos de sororidad.

Con esta metodología he podido comparar ambas vidas y mostrar la situación social de la Cataluña insurgente, rebelde.

¿Cómo era la burguesía o cómo y de qué manera se educó nuestra coprotagonista Rafaela Torrents que nació en 1838?

-La familia de Rafaela Torrents era una familia acomodada, su base patrimonial era la tierra sobre la que sustentaba su posición social dentro del patriciado urbano. Poseían fincas rústicas y urbanas. Además desarrollaban una actividad como profesionales del Derecho y ostentaban cargos municipales. Su familia era rica, su padre era considerado uno de los cinco contribuyentes más importantes de la ciudad.

No he podido averiguar dónde se educó Rafaela, pero es posible que lo hiciera en casa con preceptores, en Vilanova solo había escuelas de primaria. Sí conocemos las concepciones educativas respecto a la mujer en las que fue educada. Estas concepciones incluían además de las reglas básicas de lectura, escritura y matemáticas, las llamadas “enseñanzas de adorno” que debían permitir a las mujeres de clase alta recibir en sus múltiples eventos sociales con solvencia: un poco de francés, un poco de literatura, un poco de música, etc; puro adorno para cumplir con sus funciones sociales.

En cambio, aunque remarquemos se llevaban 34 años. La vida de Teresa Claramunt debió de ir muy a prisa…una mujer en aquellos años y tiempos (nació en 1862) y naciendo en una familia muy humilde casi no tenía tiempo ni de jugar, ni de educarse convenientemente—o sin el casi–,ya que a los diez años ya las empleaban, por ejemplo, en la industrial textil…¿Cómo lo ves?

Teresa Claramunt llevó una vida difícil desde el inicio de su vida puesto que a los tres años toda su familia emigró de Sabadell a Barbastro, la movilidad de las familias obreras buscando alguna ocupación industrial era muy frecuente especialmente en tiempos de crisis económica. En Barbastro vivió diez años regresando de nuevo a Sabadell ya como trabajadora.

-En la “rama textil” se cultivaba un caldo muy, muy contestatario y muy cercano, además, al anarcosindicalismo…¿Por qué crees que seguían mucho más al ideal librepensador?¿Cómo fue ese proceso—lo de ser “contestatario”–andaba una cosa—lo de contestar– acompañada irremediablemente de la otra—la afinidad sindical–?; ¿cómo era la vida de una muchacha creciendo en aquella Cataluña que hervía de insurgencia, pero que debía de luchar, ante todo, para procurarse calor y un plato…antes que llegar a plantearse una discusión?

-Teresa Claramunt, como tantas otras jóvenes (hombres y mujeres) procedían habitualmente del republicanismo federal de sus familias (así es el caso de Claramunt) puesto que su padre fue un republicano muy activo. De la militancia republicana muchas trabajadoras/es acababan dando el paso al internacionalismo. Hubo mujeres que confiaron en que la República ampararía la emancipación de género y, conscientes de la pluralidad de objetivos, trataron de hacer compatible la lucha de clases y la lucha de género. Siempre se movieron en un medio hostil a sus reivindicaciones por el predominio masculino, pero no por ello desistieron de publicitarlas y extenderlas a través del activismo en múltiples escritos, mítines, manifestaciones y organizaciones femeninas. Gran parte de sus críticas se encaminaron a destruir los pilares patriarcales de la institución matrimonial y a cuestionar la jerarquía masculina en el seno de la familia. Plantearon una manera nueva de entender las relaciones amorosas basadas en la libertad y la autonomía conseguidas a través de la educación y el trabajo. Se integraron en la cultura política republicana federal, vivida como un movimiento social liberador antes que como una fórmula de gobierno. Cuestionaron la influencia de la Iglesia católica, allanando el camino de las mujeres hacia el librepensamiento de la generación posterior. El internacionalismo de tendencia bakuninista, de difusa frontera con el denominado republicanismo socialista, acogió a Claramunt y otras mujeres en sus filas que habían experimentado el mismo viraje político desde el republicanismo. Pese a que Claramunt tuvo esta evolución, el librepensamiento no era su opción prioritaria pero se sentía cómoda en ese ámbito en los años ochenta y novena del XIX, la aparición del terrorismo y el abandono a que se vieron sometidas las anarquistas por parte de las compañeras de viaje librepensadoras, la alejó de este movimiento.

Claramunt fue despedida tres participar en la huelga de las siete semanas de 1883, conoció enseguida la incompatibilidad entre protestar y comer.

-Y en las antípodas, Rafaela Torrents, que se mecía entre comodidades porque éstas se sustentaban sobre el trabajo esclavizado que realizaban brazos y manos como los de Teresa….difícil punto de encuentro o difícil manera de encontrarlo. ¿Qué nos puedes decir?; ¿cómo era o fue criarse en esa Cataluña en la que la mayoría estaban justo en las antípodas pasando frío, hambre…?. ¿Entendía o cómo lo veía que ella estaba donde estaba por el esfuerzo y el trabajo esclavizado de los que su familia se aprovechó ya desde Cuba…?¿Por qué te fijas en ella por encima de cualquier otra mujer burguesa?

-Los sectores acomodados, avalados por la Iglesia católica consideraban justa su riqueza y la pobreza de multitudes de personas que trabajaban para subsistir. Su única reacción, muy femenina, era la caridad.

Fue el hallazgo de la correspondencia con Balaguer lo que me llevó a Rafaela, era una fuente de información muy interesante para conocer la vida íntima de estos sectores ricos.

-Ellas, estas dos protagonistas en sus días y tiempos, ¿vieron y sintieron esa distancia tan brutal?, porque aunque compartieran un poco del tiempo y lugar del camino de la vida, según tu misma, no puedes afirmar o documentar que “se encontrasen”…¿por qué?, aunque no es tan difícil de ver así porque les distancia , además de la edad, sobretodo esa “pertenencia a clase social”…

-Sin duda alguna, Teresa Claramunt hace una reflexión respecto a la diferencia de clases y así lo plasma en sus artículos cuando denuncia la injusticia social, la explotación y la opresión.

Rafaela Torrents se acomodó en algo muy fácil, el mundo siempre estaba compuesto por ricos y pobres y a ella le había tocado la suerte de nacer entre ricos. Hasta donde sé, no fue más allá. Le parecían totalmente normales las diferencias sociales y hacía gala de sus riqueza en su vivienda en Barcelona, en su ropa y sus joyas, en sus vacaciones en balnearios, en sus viajes, en su alimentación, etc.

Mujer contra mujer en la Cataluña insurgente. Rafaela Torrents (1838-1909) y Teresa Claramunt (1862-1931). Laura Vicente

202 páginas

17,00 euros

Comuniter

Cada mujer es una vida única y debemos ser capaces de contar la historia de los grupos sociales, de los sectores políticos y de los movimientos sociales a través de la existencia de cada mujer concreta en medio de su vida, sin extraviarnos en las generalidades que también consideramos imprescindibles en la historia.

Este trabajo pretende mostrar el proceso de empoderamiento individual y colectivo de dos mujeres radicalmente diferentes por su origen social, su fortuna, su actividad, sus sueños y sus objetivos vitales y políticos. Compartieron su condición femenina durante una etapa histórica en la cual las leyes las confinaban a permanecer en el ámbito doméstico, en el que ninguna de las dos quiso quedar recluida, poniendo en marcha un proceso vital que les dotó de un protagonismo de signo diferente. Coincidieron en la misma ciudad, Barcelona, recorrida por múltiples conflictos y enfrentamientos sociales y políticos y si no se cruzaron, algo harto difícil por razones sociales, en el atentado del Liceo, punto de partida de esta obra, este acto sí que tuvo trascendencia para ambas, al igual que para el conjunto de la sociedad.

En la Barcelona del atentado del Liceo es claramente perceptible la ciudad de los barrios obreros, donde hay explotación, hacinamiento, insalubridad, malnutrición, enfermedades (la más temida la tuberculosis) y también delincuencia, prostitución y drogas. Luego, a años luz, está otra ciudad, la de los patronos y las grandes fortunas, propietarios de bancos, fábricas y negocios que pueden invertir en grandes obras urbanísticas (el Ensanche unas décadas antes, la Vía Layetana pocos años después), arquitectónicas (la fachada de la catedral, casas, palacetes, torres, iglesias, auditorios como el Palacio de la Música y la reconstrucción del propio Liceo tras arder víctima del fuego). Esta segunda zona, de la que más recuerdo se guarda en la actualidad, es la Barcelona del Modernismo que llega a su fin y la del Novecentismo que progresa merced al catalanismo conservador, porque una buena parte de esta burguesía abrazó dichos principios políticos que dieron lugar a la Lliga Regionalista al iniciarse el siglo XX, una formación política con Prat de la Riba y Cambó como primeros espadas, que barrió a los partidos dinásticos tradicionales en Barcelona y que el ejército, muy sensible tras la derrota de 1898, percibió como separatista. Y entre una y otra ciudad hallaremos a la clase media formada por arquitectos, abogados y médicos, por comerciantes y botiguers que, como el espejo en el que se miraban, también preferían la Lliga y el orden, a la revolución. En esa Barcelona de la década de 1890 que es una y trina, se produjeron varios atentados además del que se produjo en el Liceo, por lo que no es extraño que acabara siendo conocida como “la Ciudad de las Bombas”.

A través de la obrera y activista, Teresa Claramunt, y la Marquesa de Villanueva y la Geltrú, Rafaela Torrents, se trazará un retrato de las relaciones de poder que a su vez generaron relaciones de resistencia. Una vez establecida, la dominación no persiste por inercia propia y su ejercicio produce fricciones en la medida en que recurre al uso del poder para extraer de los dominados, trabajo, bienes, servicios e impuestos, contra su voluntad. Mantener esa posición dominante requiere constantes esfuerzos de consolidación, perpetuación y adaptación. Habitualmente son los hombres el objeto de estudio de estas relaciones de poder y de resistencia, en este caso aunque ellos no estarán ausentes, el foco iluminará a las mujeres. James C. Scott señala que cuanto más grande sea la desigualdad de poder entre los grupos dominantes y los dominados y cuanto más arbitrariamente se ejerza el poder, el discurso público de estos adquirirá una forma más estereotipada y ritualista.

La intención de este estudio es mostrar una Cataluña urbana recorrida por conflictos de clase y de género en el siglo XIX, que tuvieron una influencia decisiva en los acontecimientos que se produjeron en el siglo XX, periodo en el que apenas nos adentraremos, especialmente durante una de las escasas ocasiones en las que los subordinados respondieron a la dominación de forma abierta y plena, a partir de julio de 1936, una situación excepcional en la que se vislumbró algo de las utopías de justicia y venganza que normalmente permanecen marginadas e invisibilizadas en el discurso oculto. Para llegar a ese excepcional momento se produjo un largo recorrido anterior en el que Teresa y Rafaela dejaron su impronta junto a miles de personas.

http://pensarenelmargen.blogspot.com.es/2018/03/laura-vicente-mujer-contra-mujer-en-la.html

http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/mujercontramujer.htm


Fuente: cazarabet.com