Artículo publicado en Rojo y Negro nº 385 de enero

Juventud por el Clima-Fridays for Future España es un movimiento juvenil organizado a nivel internacional que lucha por la justicia climática. Luchamos por un cambio de sistema hacia uno que sea compatible con la vida, dejando claro que es necesaria una transición justa que no deje a nadie atrás.

Entre el 30 de noviembre y el 13 de diciembre de 2023 ha tenido lugar la COP28 en Dubái. Es la 28º cumbre del clima organizada por la UNFCCC, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Se trata de un espacio en el que se negocian los acuerdos internacionales en materia de crisis climática. Con motivo de esta cumbre, nuestro movimiento, uniéndose a otras organizaciones ecologistas, ha alzado la voz para pedir que se afronte la emergencia climática de manera inmediata y sin perder de vista la justicia social.

Movilización de la sociedad civil en el Estado español

Durante el fin de semana del 2 al 3 de diciembre han tenido lugar movilizaciones climáticas en más de una decena de ciudades y pueblos del Estado español. Han sido organizadas desde Alianza por el Clima, plataforma que aglutina a cientos de organizaciones que luchan por la justicia climática.
Miles de personas han salido a las calles para pedir “soluciones y no declaraciones” a las representantes políticas que se encontraban en Dubái negociando el futuro del planeta. Resaltan que “ya estamos sufriendo la emergencia climática”, 2023 es el año más caluroso desde que hay registros y los fenómenos climáticos extremos se suceden uno tras otro.
Es una crisis global, pero vemos las consecuencias en territorios concretos como Doñana, en España, o la costa de Ventanilla, en Perú, tras los derrames de petróleo hace dos años, y las responsabilidades también, en empresas, algunas veces nacionales, como Repsol o Iberdrola.
Desde Juventud por el Clima, queremos poner de manifiesto que todas las personas estamos siendo afectadas ya por la crisis climática, pero no todas lo somos de la misma forma. Por eso, en esta movilización, se ha querido subrayar la importancia de la interseccionalidad de la crisis climática. Se han tratado diferentes ejes temáticos:
– Cuidar el agua como un bien público escaso.
– Cuidar la salud de las personas, apostando por un sistema público de calidad.
– Apostar por dar soluciones urgentes a la emergencia climática desde la perspectiva de la justicia social, entendiendo la responsabilidad histórica que tiene el Norte global con el Sur global.
– Que los gobiernos combatan el poder de los lobbies económicos que se enriquecen a través de la crisis climática, generando pobreza energética e infraestructuras contaminantes innecesarias, como ampliaciones de aeropuertos.
– Adaptarnos a la crisis climática creando ciudades resilientes, verdes y habitables.
Entre otros territorios, en Madrid se organizó una manifestación el 3 de diciembre, en la que había diferentes columnas que se incorporaron, así como diferentes bloques según los ejes temáticos. En Galicia el día 1 de diciembre se organizó un acto en la Alameda de Santiago y se leyó el manifiesto. Además, durante las semanas de la COP28 se realizaron en diferentes centros educativos de todo el territorio gallego actos simbólicos entre los escolares para pedir hechos y no palabras vacías.
En València, además de una manifestación celebrada el sábado 2, Joventut X Clima se desplazó a la localidad de Camporrobles, en el interior de la provincia, para reclamar un tren que vertebre el territorio valenciano. Este municipio, cercano a la frontera con Cuenca, perdió el servicio ferroviario a raíz de la nevada de Filomena, cuando se cerró la línea Utiel-Aranjuez de manera indefinida. Ahora, todos los días 7 de cada mes, la plataforma Tren a Camporrobles se moviliza para exigir la vuelta de un medio de transporte social y sostenible.

Lucha en la cumbre en Dubái

Mientras tenían lugar estas movilizaciones en el contexto del Estado español, varias activistas se desplazaron a Dubái para aumentar la presión y llevar las demandas de la sociedad civil a la COP28. Sus voces se unieron a las de compañeras de todo el mundo para poner la ambición climática sobre la mesa.
Los movimientos sociales dejaron claro que no hay justicia climática sin derechos humanos. Y gritaron por el alto al fuego en Gaza, así como por la liberación del pueblo palestino. Se realizó un Plenario de los Pueblos, en el cual activistas de todo el globo expusieron sus luchas y las grandes dificultades a las que se enfrentaban. Se constató que se debe afrontar la emergencia climática cambiando el sistema, desde un punto de vista feminista y decolonial.
En cuanto a los acuerdos, los calificamos de decepcionantes e insuficientes. La gran petición desde la sociedad civil fue el “fossil fuels phase out”, es decir el FIN de los combustibles fósiles. Teniendo en cuenta que este fin fuera completo, financiado (por el Norte global, cumpliendo la deuda histórica que tiene con el Sur global), feminista, rápido, justo y definitivo. En ese sentido, el “transition away from fossil fuels” (transición que deje atrás los combustibles fósiles en los sistemas energéticos) se queda muy corto. Aunque valoramos positivamente que al menos se haya mencionado la causa de la crisis climática.
Asimismo, sobre el fondo para pérdidas y daños, es decir, el fondo para atajar las consecuencias del cambio climático que no se han podido evitar por la adaptación al mismo, es mucho menor de lo necesario. Preocupa especialmente que se hayan borrado de ese texto las menciones a los conocimientos de los pueblos originarios o a los derechos humanos.
Es fundamental que se incluya la transición justa dentro de los Acuerdos de forma contundente, en lugar de como una temática secundaria. No puede haber una transición ecosocial que no tenga en cuenta a las trabajadoras, sus derechos e intereses.
A pesar de la poca ambición de la cumbre climática en momentos tan decisivos, hay que seguir luchando por estos espacios, tal y como muestran las compañeras del Sur global. Los estados isleños, especialmente afectados por la crisis climática, insisten en que lo prometido no es suficiente, se debe acelerar la acción climática de forma exponencial, y por eso siguen luchando por ello. Tal y como seguiremos nosotras desde los movimientos sociales.
Seguimos para que se ponga la vida delante del capital fósil.

Sergio Aires Machado, Carmen Carreño Martínez, Sofía Fernández Álvarez y Adela Soutelo Vázquez
Activistas de Juventud por el Clima – Fridays for Future España


Fuente: Rojo y Negro