La depuradora de la china ha vertido al río lodos y aguas sin tratar, un delegado de CGT fue despedido por denunciar este tipo de irregularidades

La organización apunta al Ayuntamiento de Madrid como responsable, por la falta de control de sus plantas depuradoras

Internacional - Una de las principales Estaciones Regeneradoras de Aguas Residuales (ERAR) de la ciudad de Madrid, la depuradora de La China, ha venido vertiendo lodos y aguas fecales sin tratar al río Manzanares ante la total permisividad de las autoridades municipales.

La depuradora de la china ha vertido al río lodos y aguas sin tratar, un delegado de CGT fue despedido por denunciar este tipo de irregularidades

La organización apunta al Ayuntamiento de Madrid como responsable, por la falta de control de sus plantas depuradoras

Internacional – Una de las principales Estaciones Regeneradoras de Aguas Residuales (ERAR) de la ciudad de Madrid, la depuradora de La China, ha venido vertiendo lodos y aguas fecales sin tratar al río Manzanares ante la total permisividad de las autoridades municipales.

Esta depuradora trata actualmente 3,3 metros cúbicos por segundo de aguas residuales que corresponden a 11 distritos de Madrid : Centro, Arganzuela, Retiro, Salamanca, Chamartín, Moncloa, Puente de Vallecas, Moratalaz, Ciudad Lineal, Tetuán y Chamberí. Greenpeace está valorando si remite esta información al fiscal del medio ambiente por si fuera constitutiva de delito contra la salud pública y el medio ambiente.

El Ayuntamiento de Madrid, como propietario de la instalación, tiene la obligación de supervisar las actividades de las empresas que gestionan sus depuradoras. Sin embargo, en el caso de La China, estas tareas no se han realizado. De hecho, los propios trabajadores de la instalación no conocen al jefe municipal de planta, persona del ayuntamiento a la que la empresa concesionaria debe transmitir el normal funcionamiento o cualquier incidencia que ocurra en la planta. Esta falta de control ha permitido que los operarios hayan abierto, en diferentes ocasiones, una compuerta “ilegal”. Es decir, una compuerta en la que no se toman muestras por lo que es imposible cuantificar la cantidad de toneladas de agua que se vierten desde ella y la calidad de ésta. Estos vertidos son de aguas sin tratar. Por tanto, con elevados niveles de contaminación que disparan los valores de DQO, DBO5 y sólidos en suspensión de las ya maltrechas aguas del Manzanares.

Greenpeace dispone de fotos que demuestran estas prácticas, correspondientes a dos meses del año 2000 y a marzo del 2003, lo que demuestra que es una práctica habitual en la depuradora de La China. Además, en agosto de 2004, una inspección de trabajo paralizó el riego de las zonas verdes adyacentes a la planta con sus propias “aguas regeneradas” debido al elevado contenido en legionella. Sin embargo, La China surte de esa misma agua a parques y jardines de la ciudad de Madrid.

La depuradora tampoco tiene facturas que justifiquen la retirada legal de los residuos tóxicos que genera. Este tipo de plantas utiliza reactivos químicos para analíticas de agua, entre ellos sulfato de mercurio. Los residuos que estas pruebas generan tienen que ser retirados por un gestor autorizado. En la actualidad, la planta almacena en bidones los residuos correspondientes a los años 2004 y 2005, pero la falta de facturas entre 1991 y 2003 hace pensar que los residuos hayan sido vertidos directamente a la red de alcantarillado.

Greenpeace denunció recientemente vertidos de aguas radiactivas procedentes del CIEMAT realizados por esta depuradora. “Las irregularidades y la mala gestión de La China han sido denunciadas en múltiples ocasiones por ecologistas, sindicatos y por los propios trabajadores de la planta, lo que ha costado el despido de alguno de ellos” ha declarado Julio Barea, responsable de la campaña de aguas de Greenpeace. “El Ayuntamiento no sólo está incumpliendo su obligación legal de controlar sus plantas depuradoras, está demostrando una tremenda falta de responsabilidad en la protección de la salud pública y del medio ambiente. Madrid es el punto que más contribuye al deterioro de la calidad del agua de toda la cuenca del Tajo, un hecho que no debería ser pasado por alto ahora que hablamos tanto de periodo de sequía. Si la poca agua que tenemos está contaminada, los efectos de la escasez se multiplican”, añadió Julio barea, responsable de la campaña de aguas de Greenpeace.


Fuente: Barrikada Digital