Laura Vicente es doctora en Historia por la Universidad de Zaragoza, máster en “Estudis de la Dona” por la Universidad de Barcelona y catedrática de Historia de enseñanza secundaria. Es especialista en historia social e historia de la mujer y autora de los libros Sindicalismo y conflictividad social en Zaragoza (1916-1923) (1993); Teresa Claramunt (1862-1931). Pionera del feminismo obrerista anarquista (2006); Aproximación a Mujeres Libres. Pròleg i Antecedents de Mujeres Libres (2008), y el capítulo “Rafaela Torrents. Los ‘poderes’ de una mujer de clase acomodada en la Cataluña decimonónica”, en el libro La participación de las mujeres en lo político. Mediación, representación y toma de decisiones (2011). Ha publicado diversos artículos en revistas especializadas como Historia Social, Cercles, Arenal o Arraona.
El anarquismo ha sido un elemento innegable de la cultura política española de los últimos dos siglos. Los “ideales” que lo sustentaron fueron definiendo un movimiento complejo, poliédrico, contradictorio y con un gran potencial disgregador que supo encontrar su unidad. Tanto por sus dimensiones como por su pervivencia en el tiempo, tuvo en España un desarrollo excepcionalmente fuerte, gracias al sindicalismo revolucionario, que le dio protagonismo al transformarse en movimiento de masas.
El anarquismo ha sido un elemento innegable de la cultura política española de los últimos dos siglos. Los “ideales” que lo sustentaron fueron definiendo un movimiento complejo, poliédrico, contradictorio y con un gran potencial disgregador que supo encontrar su unidad. Tanto por sus dimensiones como por su pervivencia en el tiempo, tuvo en España un desarrollo excepcionalmente fuerte, gracias al sindicalismo revolucionario, que le dio protagonismo al transformarse en movimiento de masas. Este libro recorre los hitos principales de un movimiento con una larga tradición de desconfianza hacia la política parlamentaria y que fue capaz de arropar a su militancia con una cultura propia que supo construir al margen del Estado. Laura Vicente reflexiona sobre la posibilidad de que el anarquismo subsista a partir de unas ideas que son una amalgama de actitudes antidogmáticas inspiradas en la libertad pura y que pueden aportar su estela a los nuevos movimientos que luchan contra el pensamiento único