Una discriminación histórica

La desigualdad salarial entre mujeres y hombres no es una discriminación actual ni reciente, es una discriminación histórica que aún sigue siendo un obstáculo para la plena igualdad y la autonomía de las mujeres. Además, este concepto, enmascara una dimensión de vital importancia para la economía feminista, como es el valor de la economía de los cuidados.

 

En España, las reivindicaciones de revisión salarial vendrían sobre todo por parte de partidos y sindicatos de izquierda y por organizaciones anarcosindicalistas durante la segunda República, por ejemplo, como hizo Lucia Sánchez Saornil (una de las fundadoras de la Federación de Mujeres Libres que este año cumple su 80 aniversario).

Una discriminación actual

En España, las reivindicaciones de revisión salarial vendrían sobre todo por parte de partidos y sindicatos de izquierda y por organizaciones anarcosindicalistas durante la segunda República, por ejemplo, como hizo Lucia Sánchez Saornil (una de las fundadoras de la Federación de Mujeres Libres que este año cumple su 80 aniversario).

Una discriminación actual

Resulta muy significativo, que buscando información actualizada en las webs de la Unión Europea o en Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, no sea más que cada 4 años que se publican datos actualizados sobre la realidad de esta brecha salarial, se diría que pasan olímpicamente.

Según los resultados definitivos de la encuesta de Estructura Salarial de 2014 publicados en octubre de 2016: – El indicador estructural “Brecha salarial entre mujeres y hombres” cuya definición, está armonizada en todos los países de la UE, utiliza la ganancia ordinaria por hora trabajada como base de la comparación salarial entre sexos. Este indicador se situó en el 14,0% en 2014. Por otra parte, el salario promedio anual femenino en 2014 fue el 76,7% del masculino. – Cabe destacar que el número de mujeres que ganaron menos de 15.000 euros fue mayor que el número de hombres. A partir de esta cifra, el número de mujeres que percibió cada nivel salarial siempre fue inferior al de hombres con ese mismo salario. – Por el contrario, el número de mujeres a tiempo parcial fue superior al de hombres en prácticamente todos los niveles salariales, principalmente para los inferiores a 30.000 euros. – Hostelería y Actividades administrativas y servicios auxiliares tuvieron los salarios medios anuales más bajos, con 13.636,04 y 15.766,08 euros, respectivamente. Estas cifras fueron un 40,3% y un 31,0% inferiores a la media. – Los salarios y la ocupación La ocupación es una de las variables que más influyen en el nivel salarial. Destaca la gran diferencia del salario de Directorxs y gerentxs, con el resto de ocupaciones. El salario de dicho grupo fue un 129,7% superior al salario medio. También estuvieron por encima de la media salarial las ocupaciones de Técnicxs y profesionales científicxs e intelectuales (43,8%) y Técnicxs; profesionales de apoyo (23,5%). Las demás ocupaciones tuvieron unos salarios medios inferiores al promedio nacional. Las menos remuneradas fueron las Ocupaciones elementales (-41,4%) y los Trabajadores de los servicios de restauración, personales, protección y vendedores (30,3%). Las mujeres tuvieron un salario inferior al de los hombres en todas las ocupaciones. La mayor diferencia se dio en el grupo Directorxs y Gerentxs, y la menor en las Ocupaciones elementales.

¿Qué estrategias de acción defendemos desde la CGT?

– Globalidad: la defensa de la igualdad efectiva debe hacerse de forma global y transversal: en educación, sanidad, política social y economía…. – En las empresas: los Planes de Igualdad como herramienta de estudio y análisis. Si la Administración no se molesta por verificar la ejecución de los Planes, desde las Secciones hay que exigirle a las empresas que nos informen y nos dejen participar en su elaboración y seguimiento. Política de transparencia en los sueldos, en particular en los complementos. – Llegando hasta el final en los recorridos: denuncia en la Inspección de Trabajo y Administración judicial. – Mantener una perspectiva global, no vamos a renunciar a ningún derecho. – Mucha pedagogía, autoorganización, solidaridad, acción directa y apoyo mutuo…

Actualmente, se está abriendo una línea de trabajo en la política y en la investigación que aboga por la reducción de la brecha salarial en base a criterios de rentabilidad empresarial, se considera que una empresa es más rentable cuanto más igualitaria es. Pero tenemos que ir más allá del discurso de la rentabilidad empresarial… las mujeres tenemos derecho a cobrar lo mismo que nuestros compañeros varones porque somos iguales, porque es lo justo, porque no somos inferiores y porque nuestro trabajo tiene el mismo valor. ¡A igual trabajo, igual salario!

Secretariado Permanente de CGT en Madrid Castilla La Mancha y Extremadura


Fuente: Secretariado Permanente de CGT en Madrid Castilla La Mancha y Extremadura