En la primera fase del ERE, despedirá a 500 trabajadores en España y cerrará uno de sus centros de llamadas. Al borde del paro se encuentran los teleoperadores de CATSA, el centro de atención al cliente de Digital+. Perteneciente al Grupo Prisa, lleva desde 1990 atendiendo por teléfono a los abonados de Digital+ (primero de Canal+ y luego de Canal Satélite Digital).

A pesar de que la empresa CATSA tiene beneficios año tras año, el
Grupo Prisa ha decidido seguir aumentando sus ganancias a costa de
destruir 500 puestos de trabajo. De forma inminente tiene previsto la
presentación de un ERE con el cierre de su centro de atención al
cliente en Madrid y el desvío de las llamadas de los abonados a Perú
y Colombia, donde pretenden aprovecharse de sus penosas condiciones
sociales y sus bajos salarios. Por el sueldo de un teleoperador en
España pueden pagar a 4 ó 5 trabajadores en Latinoamérica.

A pesar de que la empresa CATSA tiene beneficios año tras año, el
Grupo Prisa ha decidido seguir aumentando sus ganancias a costa de
destruir 500 puestos de trabajo. De forma inminente tiene previsto la
presentación de un ERE con el cierre de su centro de atención al
cliente en Madrid y el desvío de las llamadas de los abonados a Perú
y Colombia, donde pretenden aprovecharse de sus penosas condiciones
sociales y sus bajos salarios. Por el sueldo de un teleoperador en
España pueden pagar a 4 ó 5 trabajadores en Latinoamérica.

CATSA
tiene más de 2.000 trabajadores repartidos por toda España en
centros de Madrid, Málaga y Granada. Esta sangría de puestos de
trabajo no sólo aumentará la grave situación de desempleo que
sufre nuestro país haciendo incierto el futuro de 500 familias, sino
que además afectará a la calidad en el servicio que llevan
prestando los teleoperadores desde hace más de 20 años. Si bien, de
momento cierran el centro de Madrid, es previsible que acaben
cerrando también los de Málaga y Granada una vez que haya concluido
su primera fase de traslado del servicio a Latinoamérica.

Hace
dos años, en plena crisis económica y atravesando una situación
financiera complicada, los integrantes del Consejo de Administración
de Prisa se subieron el sueldo un 40% y el equipo gestor aumentó un
70% sus retribuciones.

¿Cómo
puede un grupo empresarial, cuyos beneficios el pasado año
aumentaron un 96%, destruir miles de puestos de trabajo, cuando
incluso estarían en situación de crear empleo? ¿Es que no está en
deuda con la sociedad de la que obtiene sus beneficios?

En
los últimos meses ha aumentado dramáticamente el número de EREs
presentados ante la Autoridad Laboral. El de CATSA no es,
desgraciadamente, un caso aislado en la situación española. Por
eso, desde CGT defendemos firmemente la necesidad de una
verdadera respuesta de la sociedad frente a la avaricia desmesurada
de los grandes grupos empresariales, que son los mayores responsables
de esta crisis y que siguen campando a sus anchas ante una
legislación a su medida y unos poderes a su servicio.

Sección
Sindical en Catsa – Madrid (PRISA)