Artículo publicado en Rojo y Negro nº 391, julio-agosto 2024
Desde el 25 abril al 5 mayo, tres compañeras de CGT hemos estado en los campamentos saharauis. Nos alojamos en casa de Mattu, en la Wilaya de Esmara, compartiendo el día a día con su extensa familia, donde conocimos de primera mano la fabulosa hospitalidad del pueblo saharaui. Una experiencia dura, por su situación, en medio de la nada, en pleno desierto, donde el futuro es totalmente incierto, no hay prácticamente trabajo remunerado… pero muy interesante para poder valorar la resistencia, valentía y coraje del pueblo saharaui, especialmente de sus mujeres.
Uno de los objetivos del viaje era finalizar el proyecto: “Baberos a dos escuelas, de Esmara y de Borjador”. Una iniciativa llevada a cabo por CGT, planteada por una compañera del sindicato a partir de las demandas de las propias escuelas en una visita anterior. Se llevó a cabo gracias al trabajo en colaboración con nuestra compañera saharaui Mattu. La confección de estas prendas se realizó durante dos meses en un taller donde trabajaron 13 mujeres saharauis que confeccionaron los casi 1.000 babis escolares.
La entrega de este material escolar fue muy bien acogida, con actos de bienvenida y agradecimiento por parte del profesorado y del alumnado. Participaron representantes del municipio y el delegado territorial de Enseñanza. Visitamos la escuela infantil (guardería) de la daira (barrio) donde vivía la familia donde nos alojamos y allí nos explicaron el déficit de materiales didácticos y alimenticios que tienen, la precaria situación laboral de las maestras y nos hicieron demandas de materiales y de comida para los desayunos. También visitamos el centro de secundaria, donde el director nos enseñó las aulas, los proyectos de reciclaje que tienen, los talleres, el funcionamiento cooperativo, y donde compartimos con el alumnado, quedando sorprendidas del buen trabajo a pesar de los pocos recursos de que disponen, nos plantearon demandas concretas de libros, materiales informáticos, etc. Otro día, visitamos la escuela saharaui-cubana-venezolana Simón Bolívar, la única de los campamentos en la que su alumnado puede cursar el bachillerato y donde tienen la posibilidad de quedarse a comer y a dormir dependiendo de la lejanía de su casa. En este centro educativo existe un convenio de colaboración con Cuba e incluso ofrecen becas para el alumnado que quiera ir a estudiar allá.
El segundo objetivo que llevamos a cabo en esta visita, fue la denuncia por parte de nuestra organización ante las declaraciones que el Gobierno español había hecho aceptando el Sáhara como territorio marroquí. Se hizo público el comunicado de CGT referente a la situación del Sáhara, planteando nuestra oposición ante estas declaraciones y en defensa del derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Con nuestra presencia quisimos poner en evidencia la falsedad de las declaraciones del Gobierno español que pretende persuadir a las personas que vamos a visitar los campamentos. El comunicado se dio a conocer durante el primer encuentro internacional de periodistas en el Sáhara (Conferencia mediática de solidaridad con el pueblo saharaui) organizado por la Unión de periodistas y escritores saharauis, donde diferentes medios de comunicación saharauis y argelinos (radio, prensa y televisión) nos entrevistaron para que diéramos nuestra opinión como organización sindical española.
También pudimos visitar la radio local de la wilaya de Bojador, con emisión estatal. Nos enseñaron el proyecto y nos plantearon las necesidades logísticas y de personal para seguir funcionando. Allí nos entrevistaron la radio y la televisión nacional.
Aprovechamos que durante los días de estancia en los campamentos se celebraba el Fisahara para participar como oyentes en las mesas redondas de debate que estaban programadas para conocer mejor la realidad del pueblo saharaui y otros pueblos en resistencia: “Mujeres en resistencia”, “Crisis climática”, “Resistir es vencer”… Mantuvimos muchos debates con las mujeres saharauis para conocer su situación en los campamentos (divorcio, maltrato, violencias, homosexualidad…).
A nivel más “oficialista”, nos reunimos con Mamiha Cheij Ibachir, directora del Ministerio de Asuntos Sociales y Promoción de la Mujer, en representación de la ministra Suelma Beiruk, que finalmente no pudo asistir. En la entrevista nos explicó el funcionamiento del ministerio y nos hizo una petición de colaboración en temas de formación para las mujeres.
Visitamos el taller de mujeres artesanas en Bojador donde fuimos recibidas con mucha alegría. Les recordamos que el compromiso con ellas del material sigue en pie, un compromiso que forma parte del proyecto “Babis, baberos y mujeres saharauis”.
También aportamos medicinas y gafas a un dispensario de la Wilaya de Esmara.
Desde el Instituto de la Mujer para promocionar y empoderar a las mujeres hay un programa de microcréditos para que puedan poner en marcha sus propias ideas de autoempleo. Estos microcréditos también pueden realizarse por iniciativas privadas. Pudimos visitar varios proyectos como el invernadero de una mujer para poder tener sus propias hortalizas y vender el excedente.
Contactamos con el único sindicato, el cual nos invitó a un acto de entrega de premios para celebrar el 1º de mayo donde solo asistieron mujeres. Nos recibió la responsable territorial del sindicato, y nos explicó detenidamente su funcionamiento, su dependencia orgánica del gobierno y del frente Polisario. En este sindicato las personas trabajadoras no se afilian, acuden para hacer consultas, demandas y formación, un funcionamiento totalmente diferente al nuestro. Valoraron muy positivamente que fuéramos la primera organización sindical que las había visitado en los campamentos. Durante la reunión se puso en contacto telefónico con nosotras Lmani Abeid, responsable de asuntos exteriores del Frente Polisario y del sindicato, ya conocedor de nuestra organización. Al finalizar y para poder realizar un trabajo cooperativo, nos hicieron demandas de formación para las mujeres.
Es imposible poder recoger en este artículo todas las vivencias del viaje. La experiencia ha sido muy positiva a pesar de las condiciones tan duras que conocimos. Apostamos por seguir colaborando con el pueblo y muy especialmente con las mujeres saharauis hasta que consigan poder ejercer su derecho a la autodeterminación. ¡Viva el Sáhara Libre! Otro mundo es posible.
Fotos: Rosalia Molina
Custodia Villalobos CGT Menorca
Alicia Ruiz CGT Granada
Rosalia Molina CGT Barcelona
Fuente: Rojo y Negro