El 26 de Julio del 2003 cerca de 200 personas, haciendo uso de su derecho a la libertad de expresión, se concentraron frente al Ministerio de Asuntos Exteriores. Protestaban por la detención de 9 personas en Valencia y Tesalónica (Grecia, durante la Cumbre Europea), por su compromiso activo en el cambio social.
Tras la concentración, siguió una marcha pacifica e informativa hacia la Gran Vía, siempre seguidos de cerca por varios dispositivos de la policía nacional, que en ningún momento comunicaron que la marcha debía ser disuelta. Al llegar a Gran Vía, la policía cargó de forma inesperada y violenta contra todos los presentes, incluidos viandantes que pasaban por allí, generando un clima de confusión y pánico.
Detuvieron a 7 personas de forma aleatoria, las cuales fueron vejadas y golpeadas en el interior de las furgonetas policiales hasta su llegada a la comisaría de Moratalaz. Una vez en comisaría y sin conocer la situación en la que se encontraban, les inmovilizaron durante 4 horas de cara a la pared, sin la posibilidad de ir al baño ni de beber agua. Durante este periodo de tiempo continuaron las amenazas y vejaciones.
Hasta pasar a disposición judicial pasaron 35 horas en las que se les negó necesidades básicas tales como comida, descanso, posibilidad de ir al baño y atención medica para las heridas y contusiones provocadas por la carga policial. A esto se le suma la humillación sufrida por 2 de l@s detenid@s, un hombre y una mujer, que estaban semidesnudos y a los que no se les proporcionó ropa (sus camisetas fueron desgarradas por motivo de la brutal detención).
Después de pasar a disposición judicial, quedaron en libertad a la espera de juicio.
Estas 7 personas denunciaron a los agentes antidisturbios y a la Brigada de Información de Moratalaz por torturas, y están a la espera de juicio.
Recientemente se ha hecho pública la petición del fiscal, de 2 años de cárcel a 5 de l@s detenid@s, y 4 años de cárcel para los otros 2 detenidos, se les acusa de manifestación ilícita y atentado a la autoridad. Estas acusaciones son falsas y no se corresponden ni con el espíritu de la concentración, ni con los hechos reales, sino más bien con la lógica de aplastar cualquier intento de dignidad o respuesta a sus excesos.
Pedimos que la sentencia judicial sea libertad sin cargos para los siete detenidos y, así mismo, que se revise la actuación policial y se depuren responsabilidades.
POR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, CONTRA LA IMPUNIDAD POLICIAL.