La voluntad de la CGT, reflejada a nuestro manifiesto durante la campaña, es cambiar el contenido de las estructuras de representación para ponerlas al servicio de los propios trabajadores y trabajadoras. Por lo tanto y a nuestro entender, no se trata tanto de a quien le corresponde ser presidente y/o secretario según representatividad, sino de cómo dotamos a la Junta de los mecanismos necesarios por una renovación en profundidad de las mismas estructuras.
La CGT no tiene ningún interés, en la actual coyuntura, al ocupar cargos de Junta o al configurar alianzas (más o menos forzadas) para continuar justificando la obsolescencia a la que se ha visto abocada la representación de la voluntad de los trabajadores y trabajadoras. Nuestro deseo es construir y diseñar un nuevo tipo de representatividad de los trabajadores/as en la Junta: abierto, eficaz y participativo.
La CGT no tiene ningún interés, en la actual coyuntura, al ocupar cargos de Junta o al configurar alianzas (más o menos forzadas) para continuar justificando la obsolescencia a la que se ha visto abocada la representación de la voluntad de los trabajadores y trabajadoras. Nuestro deseo es construir y diseñar un nuevo tipo de representatividad de los trabajadores/as en la Junta: abierto, eficaz y participativo.
En consecuencia, nuestro objetivo se sitúa en que la Junta sea un órgano abierto a todos los trabajadores y trabajadoras, donde las reuniones sean grabadas para que todo el mundo tenga acceso a la información y a las argumentaciones defendidas y reflejadas y en el que las actas estén al alcance de todo el mundo. Un órgano abierto a la participación con entrada libre y con derecho a participar por parte de todos aquellos y aquellas que así lo deseen. Una Junta viva, dinámica, que refleje la pluralidad real y la corresponsabilidad de los trabajadores y los sindicados participantes en su toma de decisiones.
En definitiva, la Junta tiene que ser la voz de los trabajadores y trabajadoras municipales. En caso contrario, continuaríamos haciendo del máximo órgano de representatividad sindical una caja cerrada, hermética, blindada y opaca. Para la CGT, es «la hora del cambio», no queremos repetir esquemas del pasado basados en la cautela y en lo «…qué hay de lo mío?».
La Junta tiene que ser el instrumento de los trabajadores y trabajadoras para su empoderamiento y de igual forma es el foro necesario para evaluar, analizar y proponer las diferentes problemáticas derivadas de su trabajo. La Junta y el Comité o son la voz de los trabajadores y trabajadoras o no serán más que unas cámaras vacías de contenido y de realismo.
La CGT no apoyará a propuestas lideradas por caras ya conocidas que pertenecen a «lo viejo» y que continúan defendiendo -con buenas palabras y en algunos casos con sospechosas intenciones- sistemas de funcionamiento más propios del pasado que del futuro. Pueden hacer tantos «brindis al sol» como quieran algunas fuerzas sindicales y a continuación etiquetarlos de propuestas válidas y necesarias. Este no es nuestro talante, como tampoco lo es un reparto del pastel en forma de cargos en la Junta. Nosotros vamos más allá, no necesitamos cargos para lograr nuestros objetivos, ni situarnos de forma prioritaria y ventajosa. Nuestra necesidad pasa por una Junta abierta a todo el mundo, con acceso directo, fácil y útil a las diferentes propuestas y discusiones que se realicen y con la máxima transparencia posible como corresponde a un órgano de representación sindical. Donde los protagonistas sean los trabajadores y trabajadoras y sus problemáticas. Cualquier propuesta sindical que no tenga esta sensibilidad y no esté orientada en esta dirección, la sección sindical de la CGT-Paeria se opondrá y no apoyará.
Es hora de construir futuro y no de apuntalar el pasado en un intento inútil para evitar su inminente hundimiento.
Sección Sindical CGT-Paeria
Fuente: Sección Sindical CGT-Paeria