Cuando el pasado mes de enero Citigroup anunciaba su reorganización mundial dividiéndose en dos nuevos grupos, y situaba sus negocios españoles en la parte de CitiHoldings (donde se incluyen los activos tóxicos y los negocios no estratégicos a reestructurar), advertíamos que la citada comunicación suponía un importantísimo salto cualitativo, por cuanto implicaba que la Dirección de Citigroup hacía oficial su decisión de deshacerse de sus negocios españoles, poniendo en muy alto riesgo el empleo de todo el grupo en España.
A la vista de esa situación, nuestro sindicato decidió proceder a una movilización continua para conseguir que la Dirección de Citigroup reclasificase sus actividades en España a Citicorp, la parte viable del grupo, toda vez que conllevaría la reactivación de los negocios y supondría la finalización del proceso de despidos que se estaba produciendo.
Gran parte de la plantilla ha venido acogiendo con simpatía nuestras movilizaciones, al entenderlas como una muestra de solidaridad con los compañeros de Citifin, filial donde se están produciendo más despidos, y en la que la actuación de D. Pablo Gómez Jiménez (Director de RR.LL.) resulta impresentable por sus represalias a empleados que no aceptan la baja incentivada que les propone, y que ofrece tramitar en fraude a la Hacienda Pública y a la Seguridad Social.
Sin embargo, otros compañeros no han visto afectado su puesto de trabajo por el momento, y piensan que en esta ocasión la reestructuración de plantilla no les va a alcanzar. No caen en la cuenta de que estos despidos en Citifin son parte de un proceso gradual de eliminación de plantilla, que después va a continuar en Citibank y Citirecovery, cuya finalidad no es otra que la de preparar, y facilitar, la venta del negocio.
Y es que Citigroup pretende vender en España todo lo que le sea posible. Quieren dinero, para aportar liquidez a su desastrosa situación financiera en Estados Unidos. Para eso nos ha situado en CitiHoldings.
Esta situación ha quedado bien patente tras lo manifestado por la Dirección a los sindicatos el 30 de Abril, y que se refleja en su comunicación general a la plantilla nº 135/09, donde hace constar que valoraran las distintas alternativas para el negocio en España, como pueden ser la venta de negocios o carteras, cierres, o continuar como estamos durante un tiempo que no precisan.
Termina ese comunicado pidiendo a la plantilla que nos centremos en nuestras tareas y responsabilidades, y mientras la Dirección se encargará de elegir la mejor opción tanto para la compañía como para los empleados.
Como manifestamos en la citada reunión, para CGT sólo valen las opciones que conlleven el mantenimiento total del empleo, dentro de las cuales sólo cabe la reactivación de los negocios. En el caso de un tercero de reconocida solvencia financiera, quizás podría aceptarse una venta total según las condiciones que se estableciesen en materia de empleo.
En cualquiera de los otros supuestos CGT se opondrá frontalmente. Cualquier venta parcial del negocio, o ventas de carteras, implica que los que sigamos en el grupo Citibank en España quedaremos en una entidad con muchos menos recursos, en una situación muy precaria, abocados a una situación de inviabilidad, con despidos generalizados o cierre.
Si se venden las carteras de activos, no habrá recursos suficientes para generar los beneficios necesarios para pagar las nóminas, si se venden sucursales los servicios centrales quedarán sobredimensionados, etc.
La verdadera realidad es que se nos pide que confiemos en aquéllos que nos han llevado a esta peligrosa situación, que no sólo no han respondido por su irresponsable actuación, sino que ahora desde miles de kilómetros van a ser los encargados de decidir sobre la suerte de nuestro empleo, nuestro medio de vida.
Mientras, los hechos dejan en evidencia a las supuestas buenas intenciones, y su departamento de Relaciones Laborales aplica en España una política que constituye una declaración de guerra al empleo, con despidos, cierres de centros de trabajo, traslados forzosos a larga distancia, etc.
Además, la Empresa sigue sin proporcionar el obligatorio informe sobre la evolución probable del empleo, (hecho denunciado por CGT por el cual la Inspección de Trabajo ya ha levantado acta de infracción a Citibank), y sigue demorando injustificadamente la información financiera que ha de entregarnos.
En nuestra opinión, la situación laboral es de tal gravedad que los empleados no podemos quedarnos a la espera de que quienes han puesto en peligro nuestro empleo ahora vayan a “sacrificar” sus intereses por beneficiar a la plantilla.
Tampoco debemos confiar nuestra suerte a la firma de un protocolo laboral como pide CCOO. Si algo ha quedado claro con el tiempo es que los Acuerdos laborales en el Grupo Citibank no garantizan nada, pues la Dirección los incumple reiteradamente con el beneplácito de los sindicatos firmantes, a los que paga altas sumas de dinero por su firma.
Considerando los precedentes en materia de empleo, la firma de Acuerdos en Citibank constituye una importante herramienta en manos de la Empresa para poder despedir a los trabajadores.
En consecuencia, no queda otro camino que la movilización de toda la plantilla, con los sindicatos que quieran defender el empleo al frente, para que la Dirección de Citigroup modifique su decisión y apueste por la viabilidad de los negocios en España.
No es la primera vez que con la oposición de los trabajadores la Empresa ha tenido que dar marcha atrás en sus decisiones. La empresa lo sabe y los trabajadores no debemos olvidarlo.
Hay muchas formas de mostrar el rechazo a que se trafique con nuestro empleo, la principal de ellas es la participación de los trabajadores en todos los actos de naturaleza sindical, por lo que solicitamos la asistencia de todos a cuantos se programen.
Citibank afronta la crisis a costa de sus trabajadores
NO al abandono por Citibank de sus negocios en España
NO a los despidos en el Grupo Citibank
Fuente: CGT Citigroup