El secretario del Sindicato de Transportes de CGT Málaga sentenció que “estamos dispuestos a ir a la huelga indefinidamente si nuestros compañeros no vuelven al trabajo y la empresa no cambia su actitud”
Alsina Graells es la principal empresa de transporte de viajeros de la Axarquía. Cientos de personas utilizan esta compañía de autobuses diariamente para desplazarse no sólo en las distancias comarcales, sino por la geografía provincial y hacia destinos como Córdoba o Granada.
El secretario del Sindicato de Transportes de CGT Málaga sentenció que “estamos dispuestos a ir a la huelga indefinidamente si nuestros compañeros no vuelven al trabajo y la empresa no cambia su actitud”

Alsina Graells es la principal empresa de transporte de viajeros de la Axarquía. Cientos de personas utilizan esta compañía de autobuses diariamente para desplazarse no sólo en las distancias comarcales, sino por la geografía provincial y hacia destinos como Córdoba o Granada.

La multinacional inglesa National Expess, propietaria de Alsina y Alsa y la principal controladora del traslado de viajeros en España, tomó la decisión en las últimas fechas de despedir a 11 trabajadores de la empresa en Vélez-Málaga y Málaga. Según las versiones ofrecidas por parte de los empleados, National Express esgrimió como razones de la rescinsión del contrato reducir los gastos para hacer frente a la subida experimentada por el combustible de un tiempo a esta parte.

Los trabajadores en pleno se mostraron indignados con la actitud adoptada por parte de la multinacional, y la valoraron como una decisión “unilateral”.

El secretario de Acción Sindical del Sindicato de Transportes de la CGT Málaga, Miguel Montenegro, incidió en la naturaleza de la resolución adoptada. Según este, “ha sido un drecreto inmediato y sin consultar al Comité de Empresa”.

Sobre las posibles intenciones que llevaron a la compañía de transportes a despedir a estos 11 empleados, Montenegró apuntó que “no tiene razón de ser. Dicen que es para abordar el incremento del gasto en combustible, pero la verdad es que les sale más económico reducir la plantilla, ya que ese trabajo lo acabarían haciendo otros”.

El cariz de las circunstancias se torna cada vez más oscuro. M ientras que el temor a ser despedidos oscila entre muchos de los empleados, desde el sindicato se ha adoptado una postura rotunda : se realizará una huelga parcial los días 6, 9, 13 y 16 de junio para exigir a la empresa la readmisión de los trabajadores despedidos. En concreto, ésta se llevará a cabo en jornada de mañana y tarde de 7,00 a 9,30 horas y de 17 a 19,30 horas, respectivamente. El secretario del Sindicato de Transportes de CGT Málaga sentenció que “estamos dispuestos a ir a la huelga indefinidamente si nuestros compañeros no vuelven al trabajo y la empresa no cambia su actitud”.

El representante del Sindicato aseguró que “esto es algo que puede tocar a cualquiera, y todos nos solidarizamos con los compañeros y amigos porque no hay derecho a que la empresa actúe así”.

Profundizando en la perspectiva de futuro de esta decisión, la empresa buscaría acabar con los contratos a tiempo indefinido con garantías y seguro social. Este planteamiento fue esgrimido por parte de Miguel Montenegro. “Han echado sin ningún tipo de explicación ni previo aviso a personas con muchos años de antigüedad en el transporte y todos los derechos adquiridos. Uno de los propósitos que parece que tienen es acabar progresivamente con la modalidad contractual a tiempo indefinido y disponer de personas en condiciones más precarias, que estén al servicio de la empresa en cualquier momento del día”, explicó. Trabajadores de la propia Alsina también aludieron a la circulación de algunas informaciones que apuntarían a posibles nuevos despidos.


Apoyo unánime

Esta es la palabra que resume el posicionamiento de los trabajadores de Alsina Graells para con sus compañeros despedidos. De hecho, el planteamiento de ir a la huelga fue aprobado por unanimidad en Asamblea. “Esto no se hace, llamar por la mañana a una persona que lleva aquí más de 30 años y echarla a la calle. Esto debería avisarse, al menos”, recriminó el conductor Antonio García. El empleado dijo que “eran amigos muchos de ellos y se echan de menos”. A esa pesadumbre se sumó Antonio Boza, que mostró su total apoyo a los compañeros despedidos. Asimismo, recriminó la postura de National Express y dudó de las dificultades económicas. “Esta compañía factura más de 20 millones de euros, así que no pueden decir que pierden dinero”.

Enrique Jiménez, por su parte, calificó la decisión de la multinacional como “un golpe moral muy duro para todos. No esperábamos que se hiciera esto. La razón que han dado es que hay déficit económico, por la subida del combustible y una reducción del número de pasajeros. Dicen que sobra gente, pero te puedo decir que aquí gente no sobra”, analizó. Jiménez relató que “nos encontramos ahora mismo en un sinvivir, imagínate que estamos trabajando y te pueden llamar en cualquier momento para echarte”.


Fuente: www.diarioaxarquia.com