La empresa MKITO ubicada en Pulpí (Almería) demuestra su intolerancia y actitud antisindical al despedir por su condición sexual a dos compañeras que son pareja y que se encontraban en situación de incapacidad temporal derivada de la presión en el trabajo.
A MKITO no le gustan las mujeres trabajadoras, las viste de rosa frente al azul de los hombres (excepción hecha de las escasas mujeres maquinistas), ningún hombre puede realizar funciones de envasadora (trabajo exclusivo de mujeres), castiga laboral y económicamente a quien se queda embarazada, no existe plan de igualdad ni plan LGTBIQ en la empresa y prohíbe la existencia de sindicatos, prueba de ello es que con una plantilla de en torno a 700 personas no cuenta con comité de empresa y abortó el preaviso de Elecciones Sindicales que presentó formalmente CGT bajo el paraguas de uno de los sindicatos mayoritarios.
La pasada semana MKITO ha procedido a desmantelar la sección sindical de CGT al despedir a las compañeras referidas y a otra también en situación de IT, las tres, miembros de la Sección sindical de CGT, junto a la única superviviente en la actualidad que se encuentra igualmente de baja médica tras intervención quirúrgica.
Con ese golpe de efecto mete el miedo al resto de la plantilla para erradicar cualquier conato de reivindicación en materia de igualdad, de alcanzar el SMI, de conciliación familiar o de control de excesos de jornada. MKITO se deshace, igualmente, de quienes muestran su indisponibilidad de hacer horas extra por sus situaciones familiares o personales así como de quienes conoce que han denunciado a la empresa.
Como reacción a este atropello empresarial, las compañeras despedidas han decidido dar comienzo desde hoy, de modo indefinido, una sentada a las puertas de la empresa entre las 12 y las 14,30h de cada día hasta que la empresa rectifique.
El objetivo de la protesta es reclamar la readmisión de las despedidas, el respeto a la igualdad y a las mínimas condiciones sociolaborales así como el derecho a sindicarse libremente y poder contar con un comité de empresa que regule las condiciones laborales en la empresa, poniendo fin a la política del miedo y abusos de esta mercantil, e igualmente exigir el derecho a la prevención de riesgos, especialmente los psicosociales y ambientales en el centro de trabajo, que minimice los altos índices de incapacidades temporales que padece la plantilla.
Fuente: CGT Andalucía, Ceuta y Melilla