Desde que CGT Andalucía denunciara la pasada semana LGTBIFOBIA y sexismo en esa empresa ubicada en Pulpí (Almería), se acumulan los testimonios de empleadas y ex empleadas sobre el trato que dispensa la empresa por ser madres, solicitar conciliar o querer promocionar a puestos reservados exclusivamente para hombres, muchas situaciones que terminan con bajas laborales por trastornos depresivos o incluso con algún intento de suicidio.

Las compañeras despedidas inician su segunda semana de sentada ante las puertas de la empresa MAKITO en Pulpí (Almería) denunciando su intolerancia y actitud antisindical al despedir por su condición sexual a dos compañeras que son pareja y que se encontraban en situación de incapacidad temporal derivada de la presión en el trabajo y la práctica totalidad de quienes formaban la sección sindical de CGT.

A MKITO no le gustan las mujeres trabajadoras, las viste de rosa frente al azul de los hombres (excepción hecha de las escasas mujeres maquinistas), ningún hombre puede realizar funciones de envasadora (trabajo exclusivo de mujeres), castiga laboral y económicamente a quien se queda embarazada, no existe plan de igualdad ni plan LGTBIQ en la empresa y prohíbe la existencia de sindicatos, prueba de ello es que con una plantilla de en torno a 700 personas no cuenta con comité de empresa y abortó el preaviso de Elecciones Sindicales que presentó formalmente CGT bajo el paraguas de uno de los sindicatos mayoritarios.

Las compañeras despedidas, en rebeldía por los actos impropios de una empresa en pleno siglo XXI continúan día a día señalando en su puerta a la “fábrica de los horrores”, mucho más después de recibir el apoyo de compañeras que relatan sus propias vivencias entre las que se encuentran la de intentar quitarse la vida, algo que están barajando contar públicamente en los próximos días.

 


Fuente: CGT Andalucía, Ceuta y Melilla