Artículo publicado en Rojo y Negro nº 389 mayo.

La introducción del esperanto en España se realizó por dos vías diferentes: librepensadores cercanos al republicanismo, en su mayoría militares o científicos y masones; el movimiento obrero de carácter anarquista o socialista (según su área de influencia), más numeroso que el anterior, se desarrolló más tardíamente.
En 1904 el anarquista francés Paul Berthelot, ya mencionado, residente en Ceret (sur de Francia), divulgó con gran tesón el idioma esperanto, no sólo en esa región fronteriza con España, sino también en gran parte de Cataluña. A él se le debe la fundación del Grupo esperantista «Aplec Esperantista de Catalunya» que comprendía las regiones catalanas de Francia y España.
También el gran pedagogo Francisco Ferrer y Guardia, fundador de la Escuela Moderna, estaba interesado en la lengua internacional, como muestran unas declaraciones que hizo, cuando un nacionalista catalán le propuso que la enseñanza fuera dada en el idioma catalán: «Eso sería limitar la enseñanza racionalista a un grupo limitado de niños; es en esperanto que yo lo haría si dicho idioma estuviera ya suficientemente extendido».
El movimiento crece de forma rápida y va atrayendo a personas de todas las clases sociales y todas las ideologías, aunque quizá con una proporción algo mayor de miembros de lo que podríamos llamar la pequeña burguesía avanzada.
El movimiento obrero pronto vio reflejado su ideario fraternal e internacionalista en el esperanto y no solo como una cuestión filosófica, sino también práctica. Muchos obreros eran casi analfabetos y era inconcebible que aprendieran inglés o alemán, pero las características del esperanto hacían que en pocas semanas pudieran aprender esta lengua y con ello pudieran asistir a congresos o hablar con camaradas de todo el mundo.
En el congreso fundacional de la CNT, 1910, se recomendó a sus afiliados “aprender y usar el idioma esperanto y apoyarlo individual y colectivamente por su carácter universal, no sujeto a fronteras nacionales de ningún tipo y otras razones ideológicas muy interesantes, coherentes con el ideario anarquista”. En el II Congreso de la CNT, 1919, se considera imprescindible que el esperanto sea la lengua internacional de la Confederación y recomienda que los sindicatos la enseñen en sus locales, que se incluya entre los estudios de las escuelas racionalistas, que se haga propaganda de él entre los trabajadores y que se apoye a los grupos esperantistas «que persigan nuestra finalidad».
En la reunión fundacional de la FAI de 1927, en Valencia, también se recomienda el uso del esperanto. En el III Congreso de la CNT, 1931, se aprueba proponer el esperanto como lengua de la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores) y, más recientemente, en el VI Congreso de la CNT, 1983, se «recuerda» la conveniencia de la difusión del esperanto. Finalmente, el IX Congreso Confederal de CGT de Catalunya (Lleida, 2010) aprobó la siguiente ponencia:
“Teniendo en cuenta la urgente necesidad de una cooperación internacional plena entre los libertarios en la lucha contra el capitalismo,
Teniendo en cuenta que esa cooperación forzosamente debe estar gobernada por los procedimientos de la democracia directa y que esta será posible solo con el uso de una lengua común internacional,
Teniendo en cuenta que no es posible que esta lengua común sea alguna lengua nacional, en primer lugar por las dificultades para la mayoría de trabajadores de aprender una lengua natural; en segundo lugar, por la ofensa comparativa que sería el hecho de que parte del movimiento usara como lengua común su propia lengua nativa y otra parte un idioma solo medio aprendido y, finalmente, por los problemas ideológicos que creará el posible uso, como tal lengua común, de alguna de las actuales lenguas hegemónicas coloniales,
Decide
1. Declarar la Lengua Internacional Esperanto como la más adecuada actualmente para el establecimiento de relaciones horizontales e igualitarias entre los trabajadores de todo el mundo y entre las organizaciones libertarias.
2. Animar a todos los órganos de CGT para que estimulen la extensión y aprendizaje de la Lengua Internacional entre sus afiliados y amigos.
3. Proponer a todas las organizaciones libertarias estimular el aprendizaje del esperanto, con el objetivo de hacer posible el uso de esperanto como lengua de trabajo en la coordinación del movimiento libertario internacional”.

Jesús González

 


Fuente: Rojo y Negro