María Juez, afiliada al sindicato de Actividades Diversas de CGT de Sabadell, junto con otra compañera de la CUP, Mireia Vehí, viajaron ayer por la tarde hacia Diyarbakir, la capital del Kurdistán turco. El motivo del viaje era la participación en los actos que el Movimiento de Mujeres Kurdas organiza en torno al 8 de marzo.
Al llegar pero, en el aeropuerto de Estambul en la tarde fueron retenidas por parte de las autoridades turcas, las cuales negaron la entrada al país a las dos compañeras internacionalistas. Han sido retenidas toda la noche y se les ha negado poder realizar cualquier llamada a sus familias para avisar de su situación. De hecho, la alarma la han dado las compañeras kurdas que las esperaban en el aeropuerto de Diyarbakir al ver que las catalanas no tocaban.
Al llegar pero, en el aeropuerto de Estambul en la tarde fueron retenidas por parte de las autoridades turcas, las cuales negaron la entrada al país a las dos compañeras internacionalistas. Han sido retenidas toda la noche y se les ha negado poder realizar cualquier llamada a sus familias para avisar de su situación. De hecho, la alarma la han dado las compañeras kurdas que las esperaban en el aeropuerto de Diyarbakir al ver que las catalanas no tocaban.
Durante la retención no han sufrido malos tratos, pero han sido amenazadas con violencia cuando pedían hacer alguna llamada. No ha sido hasta el mediodía que las compañeras han podido ponerse en contacto con sus familias para explicar que estaban siendo deportadas a orden del gobierno turco, y llegarían esta tarde en el aeropuerto del Prat.
La violencia contra el pueblo kurdo ha ido en aumento desde el pasado julio. La policía y el ejército turco mantienen sitiadas varias localidades donde se han denunciado reiteradas veces violaciones contra los derechos humanos y donde las ofensivas contra el pueblo kurdo han causado miles de muertos, cientos de estos civiles.
Desde la CGT hacemos un llamamiento a la solidaridad con las compañeras internacionalistas, con el movimiento feminista kurdo, y con la lucha del pueblo kurdo por su emancipación. Denunciamos la violación de derechos que sufren las militantes internacionalistas y el pueblo kurdo, y exigimos a los gobiernos implicados que den las explicaciones correspondientes.
La solidaridad es nuestra mejor arma.