LAS REFORMAS ANUNCIADAS POR EL GOBIERNO DEL PP EN MATERIA EDUCATIVO SIGUEN SIN ABORDAR LAS GRAVES DIFICULTADES REALES DEL SISTEMA EDUCATIVO.
LA ESCUELA PÚBLICA DE CALIDAD SIGUE SIN SER GARANTIZADA.
Pese a que aún se desconocen los detalles de las líneas maestras que el Gobierno va a seguir para reformar el sistema educativo, CGT considera que, a tenor de lo anunciado por el Ministro de Educación, no cabe esperar más de lo que los políticos nos tienen acostumbrados. Modificar leyes, generar decretos, nuevas estructuras…. En definitiva cambiar algo para que realmente nada cambie.
Pese a que aún se desconocen los detalles de las líneas maestras que el Gobierno va a seguir para reformar el sistema educativo, CGT considera que, a tenor de lo anunciado por el Ministro de Educación, no cabe esperar más de lo que los políticos nos tienen acostumbrados. Modificar leyes, generar decretos, nuevas estructuras…. En definitiva cambiar algo para que realmente nada cambie. Porque de eso se trata, de no aumentar los recursos públicos necesarios para mejorar la escuela pública española, trasladando a la ciudadanía el espejismo de que se está muy preocupado por la educación de los jóvenes en este país.
El ministerio de educación del PP se interesa sobre todo en mejorar los resultados escolares en bachillerato, aumentando un curso más esta etapa educativa. Sin embargo quedan tantos interrogantes aún no despejados que se nos antoja imposible ir más allá de ahí. ¿Cuándo se garantizará una educación adecuada a más de un millón de alumnas y alumnos que fracasan en el sistema educativo actual? ¿Cuándo se garantizará por parte del Estado el derecho al trabajo de cualquier ciudadano o ciudadana, para que el “esfuerzo” que tanto se airea exigir al alumnado tenga algún sentido real? La educación como preparación para la vida, ¿qué vida? Los políticos vuelven a airear aquello de la necesaria cualificación profesional para aumentar la competitividad de nuestras empresas. La gran mentira es que ningún empresario está demandando mano de obra más cualificada ya que no demanda ninguna. Porque el principal problema de las cientos de miles de pequeñas empresas no es contar con mano de obra cualificada, sino que no tienen capacidad para gestionar su altísima morosidad, mucha de ella debida al impago de las propias administraciones públicas, y que en momentos de reducción de la demanda de sus clientes, deben seguir soportando cargas fiscales e impuestos que dificultan mucho más la contratación de personal. No estamos ante empresarios y empresarias que necesitan urgentemente de mano de obra altamente cualificada, sino que no pueden contratar a nadie. Por ello dar respuesta a la situación crítica inmediata no conlleva la “reforma” de las enseñanzas que producirán una cualificación de las personas que accederán dentro de 3 o 4 años al mercado de trabajo. Se precisa ya una respuesta que permita contrataciones de cientos de miles de personas en pocos meses.
Esos son elementos que CGT entiende esenciales y previos a cualquier discurso que se desee realizar en materia educativa. Recursos y no discursos es lo que necesita el tejido social enfermo de desesperanza y desmotivación. Un órgano fundamental del mismo el educativo, languidece mientras se asiste al desmantelamiento de la red pública de centros educativos y se transfiere al ámbito privado recursos públicos para privatizarla. Estas políticas representan un serio ataque a la línea de flotación de la enseñanza pública de nuestro país.
En efecto, la anunciada medida de reducir la Educación Secundaria y aumentar el Bachillerato permite deducir que lo que se pretende es introducir criterios de segregación del alumnado a edades tempranas -los quince años- al tiempo que se abren las puertas a la concertación de esta última etapa educativa, lo que sin duda colmará ampliamente las expectativas de la patronal de la enseñanza privada-concertada. Por otra parte, las intenciones expuestas por el Sr. Ministro en relación con la Formación Profesional apuntan igualmente a una clara irrupción de las empresas en estas enseñanzas, afianzando esa deriva que vienen sufriendo los sistemas educativos europeos desde hace años tendente a convertir la escuela en una empresa, a supeditar cualquier dimensión humana a la mala economía, a la egoeconomia, la única concepción que de ella tiene el neoliberalismo.
Si grave resulta adoptar medidas derivadas de una clara concepción segregadora de la educación, más grave es que no se haya hecho ninguna mención al carácter inclusivo de la escuela pública: CGT desea mostrar su preocupación por la incertidumbre que los silencios del titular de Educación han generado en relación con sus verdaderas intenciones respecto a cuestiones como los refuerzos educativos, los desdobles, los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) o la diversificación curricular, entre otras medidas orientadas a garantizar el carácter cohesivo y solidario de la enseñanza pública.
De otra parte, no cabe tildar más que como una broma de mal gusto o como un burdo ejercicio de cinismo político e ideológico la decisión de sustituir Educación para la Ciudadanía por Educación Cívica y Constitucional alegando que la primera adolece de un claro carácter doctrinario, al tiempo que se mantiene el adoctrinamiento religioso del alumnado. Esta materia representa una gota de agua (30 horas) en una piscina (3000 horas de curriculum). Es la bandera de quienes desde siempre (siglos) han pretendido y desarrollado el adoctrinamiento religioso de la infancia utilizando el sistema educativo. La Educación para la Ciudadanía no ha sido un problema y si lo es la existencia de las clases de religión (sea cual sea) en el tiempo escolar que afecta al común del alumnado.
CGT también quiere expresar su preocupación ante el anuncio del Sr. Ministro de crear un Consejo de Expertos de Alto Nivel para que realice un análisis de la situación existente en la Universidad y proponga medidas. La experiencia permite comprobar que siempre que se recurre a supuestos “expertos” sólo se busca legitimar medidas impopulares haciéndolas pasar por necesarias e inevitables. La educación es un derecho básico que debe ser gestionada por el conjunto de la sociedad, no por una minoría. En este país se ha pasado en 30 años de 17 universidades a más de 70. Sin embargo millones de personas no pueden estudiar en las universidades porque son caras. CGT entiende urgente la necesidad de apoyar la UNED como fórmula verdaderamente democrática de acceso de la población a la Universidad y en la creación de Altas Escuelas Profesionales para formar el número idóneo de profesionales que la sociedad necesite en un próximo futuro. Planificación es la palabra y no Privatización. Lo privado siempre se mueve en el ámbito del egoísmo y nunca se orienta al bien común. Si el Estado no moderno se denomina democrático es porque entiende el sentido del bien común, del patrimonio común y a él debe servir. Conducirse políticamente a favor de intereses privados es la muestra inequívoca de que nos encontramos en un Estado aristocrático o mucho pero que la oligarquía financiera y grandes fortunas lo han secuestrado.
Primero dar trigo y luego ver como se lo come el caballo. Lanzar el slogan de la “rendición de cuentas” es instalar en el ánimo de la ciudadanía la idea equivocada de que no se hacían las cuentas antes, de que no se evaluaba el trabajo docente y de cargos directivos en la escuela pública. Precisamente porque se evalúa el funcionamiento de los centros, al profesorado, personal no docente y alumnado se conocen las necesidades que desde hace años se vienen trasladando a los diferentes gobiernos, no sólo autonómicos sino de la nación. Oídos sordos y programas estrellas para lucirse el político de turno ha sido la respuesta dada. Por ello la propuesta de una carrera profesional basada en la “correspondiente rendición de cuentas”, suena a un engaño clamoroso, como si los buenos profesionales de la docencia española necesitaran para hacer bien su trabajo “más estímulos”. Ofendidos debemos manifestarnos cuando lo que siempre se ha pedido son más recursos para atender mejor al alumnado que las familias dejan a nuestro cuidado.
Lo que nuestro sistema educativo necesita es una mayor inversión, pues seguimos a la cola en la lista de países de nuestro entorno, y más seriedad a la hora de plantear reformas -en los últimos ocho años hemos visto cuatro leyes que no han introducido ni un solo cambio positivo en la marcha del sistema educativo y siempre empeorando los resultados del mismo. Además sin contar con la comunidad educativa-, y esto es lo que no debe soslayarse en ningún caso: la participación de la sociedad en la gestión de un derecho básico como es el de la educación.
En definitiva, CGT hace un llamamiento al Sr Ministro para que si desea producir alguna de las reformas anunciadas por el Gobierno, estas sean previamente debatidas y consensuadas en el seno de las comunidades educativas. Que ninguna de ellas apunte a una mayor privatización de la enseñanza. Y que de asumir las propuestas de los centros educativos cualquier medida que adopte su ministerio tienda a eliminar paulatinamente los mecanismos que permiten reducir las desigualdades sociales, culturales y económicas en nuestro país a través de una enseñanza pública de calidad.
FEDERACIÓN DE SINDICATOS DE ENSEÑANZA CGT
Fuente: Fed. Enseñanza CGT