El pueblo egipcio está de nuevo en la plaza Tahrir reclamando la inmediata salida de los militares que dirigen el país, y el castigo para los responsables de la represión que ha causado 33 muertos y unos 1.700 heridos.

El viernes 19, decenas de miles de manifestantes volvieron a ocupar la plaza Tahrir para pedir la salida de la Junta Militar, medidas económicas al servicio del pueblo y la transferencia de poder a un Gobierno civil.

El domingo por la noche, la policía entró en la plaza, con tanquetas,
disparando balas reales y utilizando gases tóxicos que también
provocaron la muerte por asfixia de manifestantes. Quemaron las casetas
instaladas y dispersaron a miles de personas a las calles adyacentes.

El domingo por la noche, la policía entró en la plaza, con tanquetas,
disparando balas reales y utilizando gases tóxicos que también
provocaron la muerte por asfixia de manifestantes. Quemaron las casetas
instaladas y dispersaron a miles de personas a las calles adyacentes.

Pero la respuesta ha sido contundente. Decenas de miles de personas
han vuelto a recuperar la plaza hasta conseguir su primera victoria: la
dimisión del gobierno de Essam Charaf u que el jefe de estado real, el
mariscal Hussein Tantauí, portavoz de la Junta Militar, se comprometa a
organizar elecciones presidenciales antes de julio de 2012 y se declare
dispuesto incluso a entregar el poder inmediatamente en virtud de un
referéndum.

El discurso no ha servido para frenar la lucha del pueblo que sigue
ocupando la plaza exigiendo el castigo a los responsables de la
represión y la salida inmediata de los militares del gobierno. 9 meses
después del levantamiento contra Mubarak, se comprueba el continuismo de
los militares. Tantaoui es una copia de Mubarak y la actuación policial
ha sido la misma que durante la dictadura de Mubarak.

A pesar de las elecciones que comienzan el próximo lunes 29 de
noviembre, el pueblo sabe que no es en las urnas donde puede conquistar
libertad y derechos. Los partidos se han mantenido al margen de las
luchas o se han limitado a condenar la represión. Incluso los “Hermanos
musulmanes”, grandes favoritos en las elecciones, no han llamado a
acudir a la plaza Tahrir.

El pueblo egipcio está desarrollando un proceso de autoorganización
que, por el momento, se concreta en las convocatorias de manifestación y
en la toma de la plaza, donde se auto organiza la defensa y el
abastecimiento. Más de 50.000 personas resisten en la plaza ocupándola
pacíficamente y volviendo a levantar tres clínicas de primeros auxilios y
varias tiendas de campaña.


Ahmed Harara perdió el ojo derecho por la policía de Mubarak. El 19N ha perdido el ojo izquierdo bajo la policía de los militares.

Las manifestaciones no sólo se están produciendo en la plaza Tahrir,
en el centro de El Cairo sino también en varias ciudades del país, con
enfrentamientos en particular en Alejandría y Port Said (norte), Suez y
Qena (centro), Assiut y Asuán (sur), así como en la provincia de
Daqahliya, en el delta del Nilo.

Pese a las corrientes autoritarias que analizan la situación
en el norte de África siempre desde el punto de vista de la lucha entre
estados y que reducen a los pueblos a meras marionetas de los juegos
políticos de las grandes potencias, los pueblos están presentes,
adquieren cada vez más conciencia y son el factor clave en los cambios
que se están produciendo en el norte de África

Llamamiento a la huelga general

El Centro de apoyo a los sindicatos de trabajadores (CTUWS) ha emitido un comunicado que traducimos (Se adjunta en inglés)

23 de noviembre de 2011:

El pueblo egipcio está llevando a cabo una heroica lucha contra la
máquina represiva que ha superado todos los límites, no sólo matando a
10 ciudadanos con balas de fuego real sino también utilizando bombas de
gas que se utilizan en guerras químicas. Es un crimen repugnante que ha
sido rematado con un discurso del presidente del consejo militar que
contenía algunas decisiones que prueban que nuestras leyes están por un
lado y el pueblo que pide libertad y una vida digna por otro.
Inmediatamente después de ese discurso, las fuerzas de seguridad
continuaron sus bárbaros ataques usando armas que expertos afirman que
están prohibidas internacionalmente.

Su excelencia el mariscal no olvidó enumerar en su discurso los
obstáculos que habían resuelto en el último período en el manejo del
estado. Entre estos obstáculos citó las huelgas de los trabajadores que
fueron descritas durante los últimos meses como “reivindicaciones
radicales” para enfrentar a los trabajadores egipcios con el resto del
pueblo. Así acentúan su tendencia – después de sortear la revolución
egipcia – a continuar las mismas viejas políticas económicas contra los
pobres y particularmente contra la clase obrera que recibió el primer
golpe después de la revolución de enero publicando una ley que
criminalizó las concentraciones y las huelgas y que conducía a los
trabajadores ante tribunales militares simplemente por pedir sus
derechos legales.

Las balas de los matones del patrón de New Star Co. de confección de
ropa en la zona franca de Port Said que fueron dirigidas contra
trabajadores destacados la semana pasada – similar a lo que hacen otros
patrones para intimidar a los trabajadores – son iguales que las balas
utilizadas por los asesinatos de las fuerzas de seguridad contra la
libertad del pueblo egipcio.

El CTUWS hace hincapié en la aceptación de las demandas de la
revolución egipcia, empezando por la detención de los autores de estos
crímenes masivos y de sus responsables que todavía continúan en sus
puestos, la formación de un gobierno de salvación nacional que asuma
todas las funciones del consejo militar y dibuje una política económica
clara para que el período que viene asegure una vida económica/política
honrosa para los trabajadores egipcios como factor clave en la
producción, y no como esclavos de los patronos, y finalmente la
publicación de la ley sobre libertades sindicales que el gobierno del
Sr. Sharaf ha ido retrasando.

El CTUWS reafirma que la única legalidad verdadera que se
debe mantener por todos los partidos es la legalidad de la revolución y
llama a todos los trabajadores egipcios para entrar en una huelga
general y para ensamblar las concentraciones abiertas en todas las
plazas de las ciudades egipcias para alcanzar las demandas de la
revolución

Mouatamid

Equipo de trabajo para el norte de Ãfrica de la S. de RR. II. de la CGT

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