El 1º de Mayo siempre ha de ser un día reivindicativo y de reconocimiento de la lucha como garantía de los derechos: al trabajo digno; a una jornada laboral que posibilite conciliar el trabajo obligatorio con la vida social; a un salario y prestaciones sociales suficientes, bien cuando se tiene empleo y también cuando no se tiene; a pensiones adecuadas para vivir con dignidad; a la libertad sindical y de negociación colectiva, etc.