Ante esta realidad, el ciudadano pierde confianza en el sistema y sus conceptos éticos cambian de bando progresivamente. Para colmo de males, en lugar de buscar una ampliación de derechos, de encontrar fórmulas que integren, asistimos a restricciones que, cada vez con un mayor tinte antidemocrático, dan al traste con los logros y libertades generadas tras años de lucha y reivindicaciones.
Si sientes que el sistema legal, y la constitucionalidad de las leyes, se manipula al antojo de intereses que nada tienen que ver con las necesidades del ciudadano, ¿por qué no gritas?
Ante esta realidad, el ciudadano pierde confianza en el sistema y sus conceptos éticos cambian de bando progresivamente. Para colmo de males, en lugar de buscar una ampliación de derechos, de encontrar fórmulas que integren, asistimos a restricciones que, cada vez con un mayor tinte antidemocrático, dan al traste con los logros y libertades generadas tras años de lucha y reivindicaciones.
Si sientes que el sistema legal, y la constitucionalidad de las leyes, se manipula al antojo de intereses que nada tienen que ver con las necesidades del ciudadano, ¿por qué no gritas?