EL JUICIO QUEDA VISTO PARA SENTENCIA
MADRID.- Tras cuatro horas y media, el juicio contra los cinco activistas de Greenpeace que fueron detenidos en 2003 tras unas protestas contra la guerra de Irak ha quedado visto para sentencia. La Fiscalía mantiene la petición de entre nueve meses y tres años de cárcel para los imputados, mientras que la asociación considera "desproporcionada" la actitud del ministerio fiscal, y más de 80.000 personas se han solidarizado con los acusados y se ofrecen a "ir a la cárcel" con ellos.
Los cinco acusados, antes del comienzo del juicio. (Foto : AP)
EL JUICIO QUEDA VISTO PARA SENTENCIA
MADRID.- Tras cuatro horas y media, el juicio contra los cinco activistas de Greenpeace que fueron detenidos en 2003 tras unas protestas contra la guerra de Irak ha quedado visto para sentencia. La Fiscalía mantiene la petición de entre nueve meses y tres años de cárcel para los imputados, mientras que la asociación considera «desproporcionada» la actitud del ministerio fiscal, y más de 80.000 personas se han solidarizado con los acusados y se ofrecen a «ir a la cárcel» con ellos.
Los cinco acusados, antes del comienzo del juicio. (Foto : AP)
Según ha declarado a elmundo.es Eva Suárez, responsable de la campaña de desarme de Greenpeace, la Fiscalía ha mantenido «casi todos los cargos» que pesaban contra los cinco imputados, aunque «no ha logrado probar los hechos y las penas que proponen son completamente despropocionadas», sostienen.
El Ministerio Fiscal ha solicitado para los pacifistas Maria Teresa Ambrós y Lawrence Martin una pena de nueve meses de prisión por delitos de desobediencia. En el caso de Daniel Rizzotti, capitán del ’Rainbow Warrior’, la Fiscalía ha retirado el delito de lesiones, porque según la organización «no ha conseguido probarlo», y la pena que solicitan es de tres años de cárcel.
En el caso del activista Phillip Walter Lloyd, la Fiscalía también ha retirado el delito de lesiones y la pena que solicita se queda en dos años de los tres pedidos inicialmente. La peor parte se la ha llevado el español Carlos Bravo, que ha sido responsabilizado por algunos de los testigos como el culpable de las lesiones a los Guardias Civiles -a los que golpeó una escotilla del barco, por lo que la Fiscalía pide para él dos años de cárcel.
La organización ecologista mantendrá activa la campaña de solidaridad con los cinco activistas a la espera de la sentencia del juicio. «Entonces decidiremos también si recurrimos o no», aseguró Eva Suárez.
El director ejecutivo de Greenpeace, Juan López Uralde, ha remarcado que las protestas por las que fueron detenidos los cinco activistas, en marzo de 2003, se enmarcaron dentro de una «enorme protesta social contra una guerra injusta seguida por el 90% de la sociedad española» y recordó que las mismas «fueron objeto de represión».
Además, recordó que en los 34 años de historia de la organización, sus acciones han sido siempre «pacíficas, nunca violentas» y advirtió de que «no nos pararán».
De hecho, a través de la página web de la organización se han recabado firmas solidarias que han apoyado un texto de autoinculpación bajo el lema ’Yo también me manifesté contra la guerra de Irak, yo también quiero ir a la cárcel con Greenpeace’, «como han hecho ya más de 80.000 personas, entre ellas Santiago Segura, Antonio Gala o Ana Belén y Víctor Manuel».
ELMUNDO.ES