Miles de gitanos, convocados por asociaciones y organizaciones no gubernamentales, han tomado este domingo las calles de Roma para protestar por la xenofobia que tiñe la política de inmigración del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. «Todos somos hijos del mismo padre», decía la pancarta que abría la marcha, en la que los asistentes llevaban, al estilo de los judíos bajo la dominación nazi, distintivos con una ’Z’ de zingari, (gitano, en italiano).
La marcha, que ha partido de la plaza del Coliseo, estaba organizada por las asociaciones Them romano, Everyone y comités de los campamentos de gitanos de la capital italiana. Muchos niños han marchado tras la pancarta principal, a la que seguían otras en la que se podía leer : «Basta el racismo contra los gitanos» ; «Todos los pueblos son una riqueza para la humanidad» o «Nacido condenado». Muchos manifestantes lucían el distintivo de la ’Z’, mientras otros portaban carteles con la leyenda «Yo estoy con los gitanos». La marcha ha tenido un ambiente lúdico y muy colorido, con los manifestantes cantando y bailando por el recorrido.
El presidente de la asociación pro Derechos Humanos, Roberto Malini, ha destacado que la manifestación «es una gran página de historia porque después de las persecuciones hacia el pueblo gitano, estas personas han encontrado el valor de venir aquí a manifestarse». Los italianos «no son racistas, pero en este país hay una desinformación desbordante», ha dicho, por su parte, el presidente de Them Romano, el profesor universitario Alexian Santino Spinelli, que ha añadido que «se quieren hacer pasar los campamentos de nómadas, que son una forma de segregación racial, como una expresión cultural, como si los gitanos quisieran vivir de esta manera».
La manifestación, la primera de gitanos que se ve en Italia, donde viven unos 150.000, se convocó después de que el Ministro de Interior, Roberto Maroni, anunciara el pasado mayo que se haría un censo de los campamentos de gitanos y se aprobarían ordenanzas para dar a los Prefectos de Milán, Roma y Nápoles poderes especiales para afrontar lo que llamó «emergencia gitanos».
Hace menos de un mes se produjeron en Nápoles (suroeste) diversos ataques contra campamentos de gitanos, que acabó con la quema de cinco de ellos y la huida de sus habitantes. «Después de haber visto a niños y mujeres que escapaban bajo los cócteles molotov en Nápoles entendimos que había que hacer algo, porque ninguna voz autorizada se ha alzado para condenar aquella barbarie», ha dicho Spinelli.