El pasado sábado, el día 14 de febrero, un centenar de manifestantes hemos recorrido las céntricas calles de A Coruña, para denunciar un despido intolerable y exigir la readmisión del compañero.
Un despido intolerable
Xurxo Gómez trabaja en Gainca, una contrata de Gallega de Infraestructuras que, a su vez es contrata de “R”. Es el único escalador de la plantilla, sin contrato firmado y con una disponibilidad total, tanto horaria como geográfica, etc etc
El 17 de marzo de 2008 sufre un accidente de trabajo y tiene que ser atendido en neurocirugía. Desde primeros de abril le exigen que se reincorpore al trabajo. El trabajador, en defensa de su salud, se niega y la empresa en su “presión” llega hasta el delito : le falsifica la firma en el contrato de trabajo. Al no haber un contrato firmado, la relación laboral es de carácter indefinido, por eso la empresa deposita en las oficinas del INEM, el día 17 de abril, un contrato de trabajo temporal con fecha de finalización el día 5 de mayo, con la firma del trabajador falsificada. El día 21 de abril le enseñan el contrato con un claro mensaje : O te reincorporas al trabajo o cesas el día 5. Xurxo le notifica a la empresa su afiliación a CGT y denuncia los hechos en la Inspección de Trabajo el día 2 de mayo. La empresa lo despide el día 20 de mayo.
Informe de la Inspección de Trabajo. Con hechos tan contundentes, el informe es claro : hay grupo de empresas (Gainca, Gallega de… y “R”), el contrato temporal es en fraude de ley, la relación laboral es de carácter indefinido, la firma del trabajador fue falsificada y estima que el despido es nulo.
El día 1 de agosto, la Mutua le da el alta, aún necesitando asistencia en neurocirugía. El trabajador les pide explicaciones y las pruebas médicas para contrastarlas con las de la Seguridad Social. Ni le dan explicaciones ni le entregan las pruebas. El trabajador continúa de baja, pero por enfermedad común y no por accidente laboral. El juicio contra la Mutua será el próximo día 1 de abril de 2009.
El día 11 de agosto se celebra el juicio por el despido. La sentencia es “incalificable”. El grupo de empresas lo limita a Gainca y Gallega… pero no a “R” porque “R no aportó medio alguno de producción, no tuvo relación alguna con los empleados de las otras dos empresas ni les facilitó ropa, herramientas, etc., aunque los vehículos de las otras dos llevasen anagramas de R, como suele ser habitual en estos supuestos”. Todos podemos comprobar un hecho : Los trabajadores de las contratas, como Xurxo, llevan ropa de trabajo con un único anagrama, el de “R”, y los vehículos de las contratas también llevan como único anagrama el de “R”. Lo que “suele ser habitual en estos supuestos” es que los vehículos de las contratas lleven su propio anagrama y, además, otro que, por ejemplo, pone “Autorizado por Unión Fenosa”, “Autorizado por Telefónica”, etc, pero nunca llevan en exclusiva el anagrama de la empresa principal.
Se pide la nulidad del despido por ser consecuencia de una doble represalia : por afiliarse a CGT y por haber denunciado a la empresa en la Inspección de Trabajo. La sentencia, que da por probada la falsedad en la firma del contrato, dice que no hay represalia porque “ya el día 21 de abril se le manifestó que se le acababa el contrato el día 5 de mayo, lo que claramente suponía su cese en tal fecha y él comunicó su afiliación al referido sindicato el día 24 de abril y no presentó la denuncia ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social hasta el día 2 de mayo” y decide que el despido es improcedente. ¡Manda carallo ! … porque no lo cesaron el día 5 de mayo, sino que lo despidieron el día 20 de mayo. El Tribunal Superior de A Coruña ratifica la sentencia del juez de Vigo y, ahora, están las actuaciones en el Tribunal Supremo, en Madrid.
Todo el “aparato” contra un trabajador.
La empresa principal, “R”, la contrata, “Gallega de Infraestructuras del Cable”, la subcontrata, “Gainca”, la financiera y dueña del tinglado, Caixanova, la Mutua de Accidentes, “Mutua Gallega”, y la judicatura en perfecta sintonía para machacar a un trabajador. No es necesario que se pusieran, expresamente, de acuerdo para este caso ; es que viajan en la misma onda.
Son estas circunstancias las que hacen que este despido sea “especial”. Un despido con un mensaje muy claro para todos los trabajadores : “O estás plenamente a disposición de la empresa, incluida tu salud, o te vas a la calle”. El principio sagrado de las relaciones laborales es la voluntad de la empresa, lo demás no cuenta. ¿Que hay infracciones a la ley, que hay incluso delito ? Es lo mismo. ¿Que hay un informe de la Inspección de Trabajo ? ¿Y quién es la Inspección de Trabajo frente a “sus señorías” ?. ¿Que tu salud está en peligro ? Para eso está la Mutua. ¿Que te afilias a un sindicato ? ¿Y qué sindicato está dispuesto a enfrentarse a una situación como esta ?
Aparte de la defensa jurídica, la CGT se moviliza contra esta canallada para conseguir la readmisión de Xurxo Gómez. De momento, ni “R” responde, ni Caixanova actúa.
“R” anuncia públicamente sus beneficios económicos netos : 14,5 millones de euros. En plena “crisis”, un 15,2% más que en el año 2007. Lo que no dice en público es su “método”. Contratas y subcontratas con trabajadores en condiciones muy precarias, sometidos a una clara represión : disponibilidad total hacia la empresa o a la calle, así peligre tu salud. Detrás de la bonita propaganda de “R” se esconde esta basura.
Con todo, el papel más cínico es el de Caixanova, que es la dueña de este tinglado empresarial. Requerida por el sindicato y por su propio comité de empresa, solo afirma que ellos se limitan a financiar pero que no interfieren en las actividades de las empresas. Recogerá los beneficios obtenidos por “R” pero no quiere aceptar su responsabilidad.
Es urgente y necesario ponerle un límite a esta brutalidad empresarial. Por eso salimos a la calle y seguiremos hasta donde haga falta. Hasta conseguir la readmisión del compañero Xurxo Gómez Núñez. Ya están convocadas manifestaciones en Vilagarcía de Arousa (28 de febrero), Pontevedra (7 de marzo) y Vigo (14 de marzo).