En la tarde de ayer, 13 de noviembre, ha tenido lugar en Madrid una manifestación convocada por la Coordinadora de Trabajadores de la Sanidad Pública de Madrid contra la Privatización. La convocatoria ha sido un éxito de participación ciudadana, contando con la asistencia de unas 20.000 personas.
La manifestación ha transcurrido sin incidentes, tranquila y alegre, aunque ha mostrado bien a las claras la combatividad de trabajadores y usuarios de la sanidad pública. Junto a las habituales consignas de «nada, nada, para la privada», «[ley] 15/97 ¡derogación !», «el PP privatiza, el PSOE autoriza», etc., ha destacado por encima de todos un grito que refleja el clima que se respira en la Comunidad : «Nos hace falta ya una huelga general».
Esta manifestación supone un hito en las movilizaciones contra la privatización de nuestro derecho a la salud, pues ha sido la más numerosa de las habidas hasta la fecha (la reunión de la Consejería de Sanidad con los empresarios para explicarles el «nuevo Plan de Infraestructuras Sanitarias 2007-2011», celebrada el 23 de Septiembre en el Hotel Ritz, congregó en el exterior del mismo a unas 8.000 personas). En el cortejo de hoy han tomado parte representantes de los distintos estamentos que trabajan en la sanidad pública (celadoras, auxiliares, informáticos, médicas, enfermeros, administrativos…), y se han unido a los usuarios de esos servicios sanitarios. Han participado, con una sola voz, sindicatos y asociaciones vecinales. Hemos visto a personas mayores y jóvenes, mujeres y hombres que, en un ejemplo de unidad y claridad de ideas, han mostrado su más enérgico rechazo a que cualquier entidad con ánimo de lucro tenga algo que hacer o que decir en el sistema sanitario público que tanto les costó conquistar a generaciones anteriores a la nuestra.
La importancia de la movilización aumenta si se tiene en cuenta que ha sido convocada por una coordinadora que ha decidido suplir la falta de respuesta de las grandes organizaciones políticas y sindicales a las políticas de privatización de la sanidad organizándose desde la base, y que en esa convocatoria no han contado con el apoyo de los sindicatos institucionales. Son los propios trabajadores de la Sanidad Pública los que, con su esfuerzo, dedicación, dinero, y honestidad, alertan a la opinión pública del deterioro de la calidad en la asistencia sanitaria y la vulneración de las condiciones de equidad y universalidad que las políticas de la Comunidad conllevan, y los que, ante la falta de respuesta de los interlocutores sociales del gobierno de la comunidad, deciden informar a la ciudadanía y movilizarla contra lo que se le viene encima.
El último párrafo del comunicado leído apunta al futuro y marca nuestra línea a seguir : «Nos proponemos desenmascarar los bulos que partidos y grandes sindicatos nos venden para que comulguemos con ruedas de molino y exigirles que sean claros en sus posiciones ante la privatización. Y nos proponemos seguir extendiendo la organización y la movilización de trabajadores y usuarios, que debe ir acompañada de una gran huelga general que muestre bien a las claras que no estamos dispuestos a que sus beneficios empresariales pongan en riesgo nuestra salud».
¡Ni una cama cerrada ! ¡Devolución a manos públicas de todo lo privatizado ! ¡Derogación de la ley 15/97 y de las leyes regionales que amparan la privatización ! ¡Inmediata paralización de la contrarreforma de Atención Primaria y de los Planes funcionales de los grandes hospitales ! ¡Ni un trabajador temporal despedido ! ¡Contra la represión y por la retirada de las acusaciones a los compañeros del hospital Clínico !
DECLARACIÓN DEL SINDICATO DE SANIDAD DE MADRID DE CGT,
EN LA MANIFESTACIÓN DEL 13 DE NOVIEMBRE DE 2008.
Ciertamente, como bien dice el manifiesto de la Coordinadora de Trabajadores de la Sanidad contra la Privatización : “Precisamente en medio de la más profunda de las crisis capitalistas, en medio de una auténtica debacle financiera mundial, con destrucción de importantísimos sectores del tejido industrial, con un aumento del paro y la precariedad laboral y social sin precedentes, el Gobierno de la Comunidad de Madrid, insiste en su política de liquidación de los Servicios Públicos y del patrimonio común, privatizando la Sanidad, la enseñanza, la administración, la televisión regional, el suministro de aguas, y, si les dejamos, hasta el aire que respiramos. Un doble contrasentido, cuando el erario público tiene que inyectar millones a las empresas especuladoras financieras para que no arrastren con su fracaso al resto de la economía en su caída”. Es más, contradicción flagrante, la de esta política privatizadora, porque es, en estos momentos agónicos, cuando la economía nacional necesita más que nunca una sólida red de Servicios Públicos libres de especulación, de intereses bastardos y particulares, como son los que se derivan del mezquino interés y afán de lucro del empresariado del sector. Son necesarios esos recursos públicos para afrontar los vaivenes financieros internacionales, y sin los cuales, la economía se quedaría sin defensa alguna, a merced de los vaivenes bursátiles y de la especulación de la gran banca multinacional.
La lucha en que está inserto nuestro pueblo, en defensa de lo que le pertenece, lo que ha sido levantado con los impuestos de generaciones de trabajadores, los Servicios Públicos, no es una lucha sólo en defensa de sus propios e inmediatos intereses, por unas empresas eficaces, de calidad, transparentes en lo económico y estables en lo laboral, es la defensa de intereses estratégicos para la supervivencia misma de la vida nacional, del colectivo popular, de su patrimonio y de recursos esenciales para las futuras generaciones. Es una lucha a vida o muerte para nuestra seguridad y la de nuestros hijos. Sin patrimonio público, la economía cae plenamente en manos de los emporios financieros del tipo FMI y BM, verdaderos culpables de la crisis capitalista que sufrimos, y capaces de hundir continentes y mantener la pobreza de media humanidad, para obtener sus inmensos aunque pírricos beneficios.
Los avances demostrados en la resistencia popular, en defensa de la Sanidad Pública, con el mantenimiento y extensión de las concentraciones semanales ante los principales hospitales de la región ; el recurso al garrote, al insulto al sindicalismo, la chulería, la represión policial y de libertad sindical, de expresión y reunión, ni la zanahoria, con la ineficaz maniobra de las promesas huecas a una mesa de sindicatos que no han mordido el anzuelo, (aunque tampoco han adoptado la posición firme y la respuesta unitaria que la agresión requiere)-, están llevando a un callejón estrecho a Güemes y su mentora, con un repudio cada vez más generalizado y una importante pérdida de expectativa electoral.
La constancia de la protesta de trabajadores y usuarios ha tenido como consecuencia que los cabecillas de la privatización se hayan visto abocados al abuso de los medios, con significativas ‘justificaciones’ y desmentidos, llegando a plantear el reto absurdo de una contramanifestación en apoyo a su política. Lo que demuestra la fragilidad de sus posiciones, a poca movilización popular y respuesta argumentada que tengan que afrontar. No todo es disponer de los recursos del poder, si no se dispone de razones para el saqueo.
En este marco de crisis capitalista y fuerte tensión social, el gobierno Aguirre arremete contra todo lo que le queda de público a la economía regional. Desmantelando y degradando la red publica existente, liquidando hospitales como Puerta de Hierro, ambulatorios como el de Quintana y privatizando gerencias y hospitales enteros, como Valdemoro, proyectando arrasar con todo lo que no sea negocio particular, en una alocada carrera, que ha sido temporalmente refrenada, a golpe de abucheo y protesta de los trabajadores, por un pueblo madrileño parcialmente engañado y anestesiado por los medios del poder, pero que ha sabido ir reaccionando en su defensa. Como muestra esta manifestación de hoy, 13 de noviembre de 2008, que culmina todo un periodo de esfuerzo y lucha, pero que abre y allana también, el camino a una victoria quizá lejana pero segura, con el rescate de todo el patrimonio, el mantenimiento de los puestos de trabajo necesarios, el de todos los servicios esenciales, y de la Sanidad Pública.
La anterior concentración del 23 de septiembre, -con la suma, a última hora, de los sindicatos mayoritarios y entidades vecinales-, supuso una inflexión cualitativa en el proceso. Un frenazo en las externalizaciones, (incluso en la prevista subasta inmediata de la asistencia primaria y laboratorios). Un salto adelante en la lucha por defender nuestra sanidad. Cómo lo será la manifestación que hoy protagonizamos, a la que han de seguir otras, al calor de las importantes concentraciones hospitalarias y en la perspectiva necesaria de una contundente huelga general
Por una sanidad 100×100 pública y de calidad
Por la derogación de la ley 15/97
Unidos podremos rescatar lo privatizado
Y, hasta construir un mundo diferente
La Sanidad no se vende, se defiende
Unidad y Lucha. A la Huelga General.
Sindicato de Sanidad de Madrid de CGT
Declaración leida al final del acto en nombre de CGT-Sanidad de Madrid
Compañeros, hemos de felicitarnos por la manifestación de hoy
(Y debeis felicitaros porque sólo nos concedan 2 minutos a cada orador)
porque sobran minutos, cuando se habla el mismo idioma,
cuando se habla de lo que se vive, se sufre y se pelea todos los días.
Entonces, sobran los discursos.
¿Qué deciros que no sepamos todos ?
¿Qué vamos avanzando desde aquella concentración unitaria de la calle aduana, hasta la del Ritz,
desde las primeras concentraciones hospitalarias, hasta esta manifestación ?
¿Hay que detenerse en constatar como se han frenado en su loca carrera de planes desmanteladotes y subastas ?
¿Señalar que están a la defensiva, esperando ver nuestra fuerza, como la demostrada hoy,
agazapados, sin atreverse ya a recorrer triunfalmente los hospitales para la foto,
como hacían antes de que, trabajadores y sindicatos, les paramos los pies ?
¿Hay que hablar de cómo intentan justificar su política liquidadora en radio y prensa, como abusan de la violencia policial, de la amenaza y el insulto,
escondidos cobardemente tras el cargo ?
¿Es necesario analizar sus promesas huecas y maniobras divisionistas ?
Por otra parte, ¿es preciso hablar de la necesidad de la unidad del pueblo, de trabajadores y usuarios, de la importancia vital de mantener y extender las concentraciones semanales en los centros de trabajo,
y de pasar a nuevas formas de lucha, como es la huelga general ?
Todo eso lo sabemos ya, y lo sabemos todos.
Sólo, quizá, mentar el origen del problema :
la crisis terminal pero cronificada, auténtica agonía,
de un sistema caduco, destructivo, atroz y asfixiante
llamado capitalismo
de esa momia apolillada
que pide a gritos que le demos la definitiva patada en el culo que se merece
como está pidiendo a gritos nacer un nuevo mundo más eficaz y humano, sin clases, explotación, desigualdad, injusticia, penuria, superstición, violencia y guerra
El sábado, contra la crisis capitalista, habrá que salir de nuevo a la calle,
A pasearnos a cuerpo, a las barricadas etéreas de la protesta
el esfuerzo firme y la esperanza.
Resumiendo, compañeros, y no era necesario venir a decirlo :
Que, paso a paso, vamos venciendo
Y seguiremos venciendo con la unidad y la lucha,
Si mantenemos las concentraciones
en la perspectiva de una contundente Huelga General.
Women's Singlets – Stussy, ?tzi, Champion, Nike, Adidas & More!