Un numeroso grupo de operarios municipales, equipados con una gran máquina retroexcavadora, una excavadora mixta, cizallas y palancas, y protegidos por un amplio operativo de policía nacional y municipal, han procedido al derribo de varias chabolas, supuestamente deshabitadas, del poblado de infraviviendas de El Gallinero.
Previamente habían cortado el suministro eléctrico que los rumanos del poblado habían enganchado a un poste de la luz. Los restos de las chabolas, de madera y cartones, son cubiertos por tierra por las máquinas. Finalmente las excavadoras han abierto grandes zanjas y han levantado montones de tierra para cortar posibles accesos y evitar el levantamiento de nuevas chabolas.
Al finalizar el operativo, y en presencia de la policía y los operarios que aun no se habían retirado, los habitantes del poblado han vuelto a enganchar los cables que suministran electricidad a las chabolas al poste de la luz.