Los Sindicatos de CGT y CCOO de la costa de Granada queremos expresar nuestra más enérgica denuncia ante el grave y mortal accidente ocurrido en el viaducto de Almuñécar, en la autovía del Mediterráneo.
En primer lugar queremos manifestar nuestro apoyo y solidaridad con las familias que han perdido a sus seres queridos y desearles a los heridos una pronta recuperación.
En otro orden de cosas hemos de señalar que en el lugar del siniestro se estaba produciendo desde hace tiempo una irregularidad absoluta : debajo del puente se hallaba una planta cementera con un elevado número de trabajadores realizando día tras día su trabajo, con el enorme peligro que suponía la instalación de esta planta justo debajo de un lugar que, como tristemente se ha demostrado, era a todas luces un peligro de dimensiones incalculables. ¿Qué clase de Inspección no puso las medidas necesarias prohibiendo la localización de la cementera ? ¿Cómo es posible que ningún organismo público no cerrara la cementera , trasladándola a otro lugar ?. El accidente que ya de por sí ha sido de una extrema gravedad podría haber tenido dimensiones más catastróficas debido a esa negligencia, de la que nadie hasta ahora se ha hecho responsable.
Por otra parte queremos destacar la interminable cadena de contratas y subcontratas , que como un cáncer, se ven y se han visto sometidos los trabajadores en general y de la autovía en particular. No es casualidad que España sea el país de la Unión Europea con mayor tasa de siniestralidad y muertes. Las estadísticas lo dicen bien a las claras : la subcontratación multiplica por tres el riesgo de sufrir un accidente. El 51% de los fallecidos en todo el país son trabajadores subcontratados Cuantitativamente, la siniestralidad laboral constituye una lacra social de primer orden. Esta lacra social es causada por quienes organizan el trabajo, los empresarios, y las leyes que les garantizan su actuación unilateral. La lógica del beneficio a cualquier precio es incompatible con el derecho a la vida. NO DEBEMOS PERMITIR QUE NOS MATEN EN NUESTRO PUESTO DE TRABAJO.
Lo que ha pasado en Almuñécar, con este horrible accidente, no es ni más ni menos que la muestra palpable de que cuando la cadena de subcontrataciones es la tónica a la hora de contratar a los trabajadores, la consecuencia más cruel es la pérdida de la vida, la muerte. Parejo a las subcontratatas suele ir un ahorro en los costes de edificación, trabajándose el doble de horas al día, con jornadas interminables, incumpliéndose las medidas de seguridad, como en este accidente. No deja de ser una casualidad que los trabajadores fallecidos, la mayoría, eran inmigrantes.
Como trabajadores y trabajadoras no podemos quedarnos impasibles ante estos hechos. Nuestra obligación es conocer la legislación que se aplica en las empresas. La información es la base para la defensa de nuestros derechos. En segundo lugar denunciar y autoorganizarnos a través de los sindicatos.
En el caso del accidente de la autovía exigimos a las autoridades competentes, que se investigue hasta el final y se depuren todas las responsabilidades donde las hubiere. No puede ser que seis personas mueran y nadie vaya a la cárcel.
El argumento que se ha estado barajando desde el inicio, de que era debido a la fatiga de los materiales, nos parece una cortina de humo que lo que pretende es eludir las responsabilidades y dejar de ir a la raíz del asunto : las subcontrataciones sucesivas, las jornadas de trabajo interminables, los endemoniados ritmos de producción y de trabajo, la falta de seguridad en el trabajo, todas estas y algunas más son las que originan accidentes como este. Y esas causas son las que debemos eliminar, exigiendo su erradicación, y exigiendo que las autoridades competentes, la Inspección, realice su trabajo, y para ello, como mínimo se han de aumentar considerablemente el número de inspectores, porque como es evidente la provincia de Granada se encuentra a la cola en medidas de seguridad y a la cabecera en número de muertos en los tajos.
También pedimos que se investigue si en este accidente no ha habido un ahorro en los costes de edificación, si ha habido alguna modificación del proyecto inicial de obra, si se ha escatimado en la seguridad de los trabajadores, queriendo terminar las obras lo más rápido posible y al menor costo, sin tener en cuenta que muchos trabajadores se jugaban la vida. En fin exigimos claridad, transparencia ir a la raíz del asunto, depurar responsabilidades y poner los medios para que en un futuro accidentes como este dejen de ser una pesadilla para la clase trabajadora.
Finalmente no debemos olvidar la obligación que tienen con los trabajadores los Delegados de Prevención de riesgos laborales : denunciar cuantas irregularidades se produzcan poniendo en conocimiento de la Inspección situaciones de peligrosidad y riesgo para los y las trabajadoras. En el accidente de la autovía parece que han fallado muchos eslabones, si no seis compañeros muertos estarían aún con vida.
Compañeros, compañeras, en nuestra mano está el cambiar esta situación lamentable. Movilicémonos y exijamos el derecho al trabajo sin riesgos, el derecho a la vida.