Creatividad en resistencia. Distintos colectivos de artistas plásticos oaxaqueños, integrados por pintores, grabadores y grafiteros, llevaron a cabo el pasado domingo una intervención artística en decenas de carteleras publicitarias «instaladas de manera ilegal» por em-presas trasnacionales.
Encabezados por la creadora escénica Jesusa Rodríguez, más de 25 artistas oaxaqueños recorrieron calles de Polanco para plasmar sobre dichos anuncios, imágenes que reflejan y denuncian la represión que desde hace 14 meses enfrenta la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y dan cuenta de su lucha de resistencia.
Combinando la técnica del esténcil (o plantilla) y el arte del grafiti, la estética y la creatividad, los jóvenes artistas demostrarón que el conflicto social en la entidad sureña no es local, sino que involucra a todo el país.
Reunidos desde las seis de la mañana en el Hemiciclo a Juárez de la ciudad de México, con las primeras luces del día partieron rumbo a la calles Luis G. Urbina y Campos Eliseos, para trasladarse luego a Tennyson, donde realizaron la primera intervención sobre nueve anuncios.
Mientras algunos esparcían engrudo desde la banqueta, otros desenrollaban enormes esténciles que más tarde utilizarían para plasmar su arte con la ayuda de pintura en aerosol. Otros más pegaban directamente sus grabados hechos en papel y más allá las imágenes se complementaban con textos y palabras.
Paulatinamente fueron apareciendo figuras de cuerpos, helicópteros, niños gritando y palabras esparcidas : «Soberbia», «Muerte», «Poder», «Tristeza», «Revoluciónate», «Ignorancia» y «Resistencia visual».
No faltó quien, utilizando el propio diseño del anuncio, dio un nuevo significado a ciertas imágenes o textos. Fue así que un hombre elegante, vestido de esmoquin, apareció de pronto con pasamontañas y el puño en alto.
Segunda parada
La esquina que forman las calles de Oliver Goldsmith y Emilio Castelar fue el segundo punto de la intervención artística. Ahí se realizaron las mismas maniobras, pero en 11 anuncios.
En esta parada destacó la imagen de un camión cuya ruta fue reinventada : «Revolución», con paradas en «conciencia», «creatividad», «libertad» y «comunidad».
Hubo más cuerpos de mujer, helicópteros y una nueva lista de palabras : «resorteras», «machetes», «baszukas», «molotov», «listos para resistir», además de rostros de menores y una virgen con una máscara antigás y un mensaje en sus pies : «Protégenos, santísima virgen de las barrikadas».
No faltó el rostro del gobernador Ulises Ruiz y el repudio manifiesto : «ratero», «asesino», «autoritario», «represor», «ruin».
El colectivo se encaminó más tarde a las calles de Goldsmith y Presidente Masaryk, uno de los puntos más visibles de Polanco. Un artista trepó hasta un espectacular en el que el actor estadunidense Nicolas Cage anunciaba un reloj y estampó ahí la profunda mirada zapatista : un par de ojos mirando el horizonte.
Abajo, en la banqueta, quedó también un mensaje : «Ni un muerto más». El grafiti fue acompañado con la imagen de un cuerpo ensangrentado. En otro espacio se plasmó un grupo de danzantes con rostros de calavera. En otro, donde originalmente se leía «Haz algo para detener…», añadió «la represión.
La intervención artística concluyó en el obelisco de Luis G. Urbina y Campos Eliseos. Mu-chas imágenes y textos utilizados previamente se reunieron aquí y se añadieron otros mensajes : «Nosotros somos los zapatistas, los que se cubren el rostro para ser mirados», «Ni con tankes ni metralla, a Oaxaka no la kallas», «Mañana será la luz para todos».
Jesusa Rodríguez indicó que el objetivo de este trabajo colectivo «es destacar que la violencia a la que nos han acostumbrado las trasnacionales es una anestesia visual, a la que han sometido a la población».
Dichas empresas, «no conformes con vendernos chatarra y mierda a raudales, han puesto anuncios ilegales en toda la ciudad. La cuestión es que la violencia es de Camel, Movistar… todo eso que nos meten y someten.
«En cambio, lo que ha logrado el arte popular de Oaxaca en esténcil, a partir del conflicto social, no existe en el mundo. Queremos que las personas se den cuenta de la agresión y de la importancia y creatividad de sus artistas plásticos. Lo que queremos es hacer consciencia con el arte ; que piensen en Oaxaca y en lo que pasa allí.
«El pueblo de Oaxaca está acusado de ser inocente por una mafia de criminales ; ése es el sentido de la intervención artística», abundó Jesusa. Además, «este trabajo es una invitación a todos los artistas de la ciudad a que tomen otros espacios que han sido instalados ilegalmente por esas empresas».
Posteriormente, los artistas se trasladaron al Hemiciclo a Juárez, donde se presentaron la banda Son de la Sierra, los grupos de danza folclórica Fandango Oaxaqueño y Centéotl, mientras grabadores y grafiteros trabajaban en una manta de 200 metros de largo con los esténciles, imágenes y textos utilizados en la intervención.
Una vez terminado, el trabajo fue exhibido sobre avenida Juárez, con el título En Oaxaca, las paredes hablan.