El 2006 será recordado en el mundo entero por determinados sucesos que pusieron en evidencia que las relaciones en esta sociedad tienen que cambiar, ser otras, que tal parece que la realidad es vista desde dos planos y con cientos de interpretaciones.
Ante quienes se han propuesto, de manera unilateral, seguir defendiendo el actual estado de relaciones sociales, económicas, políticas y culturales que en resumen representan la verticalidad, el autoritarismo, la desconfianza y la pobreza de cientos de millones de personas en el mundo, ante ellos, se encuentran las resistencias y rebeldías.
Hay Pueblos dignos que se niegan a dejar de ser lo que son y que se enfrentan a promesas de un mejor mañana plagadas de mentiras y sometimiento.
Oaxaca, uno de estos pueblos que resisten, encierra en si misma la contradicción y la sintonía ; la armonía y lo anárquico ; lo espontáneo y lo ancestral.
A un año de que el nombre de Oaxaca ondeara libremente como un pendón, sinónimo de libertad , por miles de ciudades en el mundo en donde hombres y mujeres vieron, mas allá de una complacencia, de que manera se solidarizaban con un movimiento social que entre sus ejes principales tenía a los pueblos originarios, a los profesores y organizaciones sociales y la palabra que se transmitió a través de los medios de comunicación tomados por un movimiento antiutoritario, mismo que se imaginó y luchó por no vivir sometido y que soñó con vivir diferente.
A un año de las barricadas, de las mega – marchas, de los bloqueos a carreteras, de los muertos, de los desaparecidos,de los presos políticos,a un año de la libertad, de vivir sin policías ni gobierno, a un año del 14 de junio… A un año de “La Comuna de Oaxaca” imaginemos otra sociedad.
Omar Olivera Espinosa.
Oaxaca de Juárez Oaxaca a 25 de Mayo de 2007