Rojo y Negro es el vocero de la Confederación General del Trabajo (CGT), una asociación de trabajadores y trabajadoras anarcosindicalista, de clase, autónoma, autogestionaria, federalista, internacionalista y libertaria.

La CNT-F recibe la marcha a Bruselas al llegar a territorio Francés

CGTContra la crisis Galerías Fuente: Scr. Relaciones internacionales CGT 21/08/2010

Tras 8 días de caminar la marcha que partió el sábado día 14 desde Zaragoza llega a territorio francés, después de pasar por las localidades de Zuera, Huesca, Barbastro, Ainsa, Campo, Las Paúles y Vielha.

Tras 8 días de caminar la marcha que partió el sábado día 14 desde Zaragoza llega a territorio francés, después de pasar por las localidades de Zuera, Huesca, Barbastro, Ainsa, Campo, Las Paúles y Vielha.

Antes de llegar a Fos, la primera localidad francesa, la marcha ha sido recibida en la frontera por una delegación de la CNT francesa. Aunque queda mucho hasta Bruselas, los kilómetros recorridos van haciendo mella y el recibimiento en la frontera por compañeros y compañeras que comparte las reivindicaciones de la marcha, estimula y motiva a seguir caminando. Resulta muy gratificante cuando las sensaciones de no estar solos en la lucha se visualizan como en el día de hoy.

La CGT que participa en esta marcha, junto a otras organizaciones, valora positivamente el recorrido de la misma y va a seguir participando en la medida de sus posibilidades. Consideramos esta iniciativa como herramienta de lucha válida para poner freno a los retrocesos en derechos laborales y sociales que el gobierno del Estado Español nos está imponiendo a las y los trabajadores.

Scr. Relaciones internacionales CGT

La segunda imagen señala el itinerario de la Marcha en suelo francés.


En marchahaciabruselas :

OCTAVA ETAPA (Líneas imaginarias)

Ya nos hemos adentrado en suelo galo y Diego, uno de los marchistas, trata de dilucidar por donde andará la línea que separa ambos países. Un único mojón en el camino nos indica que caminamos por Francia. Ha sido sencillo entrar en el territorio vecino pero somos conscientes que eso es debido a la época y al status de ciudadanos comunitarios que disfrutamos ahora. No siempre fué así. Tras la guerra civil, muchos compatriotas se dejaron la vida en el empeño de escapar de una férrea dictadura. Otros lo hicieron como los ciudadanos senegaleses, marroquíes o de otras nacionalidades que, actualmente, abandonan su tierra y su familia guiados por el sueño de encontrar un futuro mejor y un poco de esperanza en los utópicos paraísos de la vieja Europa. Como ellos, también los nuestros padecieron la nostalgia y el desarraigo. Pero fueron muchos los que encontraron la posibilidad de una vida mejor que la que abandonaban y su sacrificio valió la pena. Recordarlo nos reafirma en la idea de que las fronteras están hechas a la medida de cuestiones mercantiles y que no tienen nada que ver con las personas. Hoy son los hijos de esos emigrantes junto a otros jóvenes de la CNT, sindicatos solidarios y el Nuevo Partido Anticapitalista quienes han salido a recibirnos a nuestra llegada a Fos. Con ellos compartimos huevos, longanizas y otras veleidades gastronómicas que traemos desde España, coronando la pitanza con un delicioso vino de Perpignan con el que nos obsequian. Aunque nuestro mayor regalo es su acogida. Su cariño incondicional que nos demuestra que, para los que somos capaces de compartir un sueño, no sirven de nada las barreras.

SÉPTIMA ETAPA (En la frontera)

La suerte está con los ganadores. Mientras España se anega, fruto del cambio címático, la serpiente naranja continua su peregrinar a Bruselas bajo un cielo cálido y mimoso.

La travesía desde Las Paules, con siete marchistas y 15 «mutilados» en coche-escoba, un privilegio del que deben tomar nota quienes desconocen la belleza de la zona.

Tráfico intenso de fin de vacaciones y el cariño de una trabajadora de gasolinera que nos invita a un café «pues vuestro esfuerzo por todos lo merece».

Las agujas de las «catedrales rocosas» del valle de Aran nos miran de reojo. No acaban de creerse esto de los 1.700 kilómetros a pata.

Mañana entramos a Francia dejando atrás este paisaje que nos tiene esclavizados por su belleza. Pronto la serpiente naranja tomará color internacional. Pisaremos suelo galo en compañía de buenas gentes del Midi que ya preparan nuestro trasiego por la ribera del Garona. Pueblos repletos de hijos de republicanos españoles. Nos esperan emociones sin cuento

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