Nuestro compañero Miguel Carballido, militante de la CGT de Vigo, Secretario de esta Federación Local en varias ocasiones y Secretario General de la CGT de Galicia entre 1995 y 2000, falleció el 17 de marzo, víctima de una cruel enfermedad. Ayer, 18 de marzo, más de doscientos compañeros acudimos a despedirlo al tanatorio de Tanamañó, en Redondela. Lo hicimos en un sencillo acto, realizado ante el féretro de Miguel cubierto con una bandera rojinegra y presidido por el Secretario General de la CGT de Galicia, Ángel Borrué.
La CGT decidió que despidiesen a Miguel Carballido, en nombre de todos, el Coro Libertario de Vigo y el compañero Miguel Ángel Cuña, quien fuera su profesor y, enseguida, su amigo y compañero por más de veinte años. Estas fueron sus palabras, según se recogieron en el acto :
« Hace muy poco tiempo, con ocasión de otra muerte muy cercana, dije : “Nunca es menor la victoria de la muerte que cuando nos arrebata a un compañero, a un amigo” como Miguel Carballido.
La victoria de la muerte es, en estos casos, una victoria pírrica, es nada, porque Miguel Carballido, por su ejemplaridad, por su personalidad militante, por su lucidez, terca y tensa, permanecerá para siempre en nuestra memoria y voluntad actuante.
Y también la victoria de la muerte es, en estos casos, nada, porque la lucha de Miguel a favor del viejo ideal de la fraternidad trabajadora y la abolición de las fronteras que intentan separar a los seres humanos y enfrentarnos unos con otros, será continuada por nosotros. Y continuará con más fuerza si cabe, porque ahora contamos en nuestro haber con su ejemplo, con su presencia, pura y libre.
En vida fue Miguel un árbol grande, de tronco robusto y recio, crecido y frondoso, al que todos podíamos acercarnos y participar de su solidaridad. La libertad, la solidaridad, eran su simple presencia. Ahora, en su muerte, el árbol que fue Miguel es ya poderosa viga que sostiene la vieja casa común, el ancestral anhelo humano de libertad frente a toda explotación.
Hace apenas dos años, tras la muerte de mi hermano, anarquista como Miguel, pedí que escribieran sobre su tumba los dos últimos versos de un poema : “En el encerado negro de la noche, quedó quebrada la tiza para siempre”. Ahora, ante la muerte de otro hermano, de Miguel, quisiera dejar testimonio de una predicción :
Con tus cenizas renacerá en cada uno de nosotros el afán de justicia que sembraste. De tus cenizas, guardadas en el corazón de cada uno de nosotros, renacerá el sueño de la fraternidad humana y de la libertad.
Quedas tú, Miguel, firme y sereno. Queda en nosotros la herida de tu ausencia.
Quedan tus cenizas en el aire que respiraremos,
En la tierra que nos alimentará,
En el mar que simboliza la libertad sin fronteras
En el agua que calmará nuestra sed
¡Contigo !, Miguel. »
Tras estas palabras, intervino el Coro Libertario de Vigo, del que Miguel había sido uno de los fundadores y animadores principales, y entre los que se encontraba su compañera Estrella. Fueron capaces de sobreponerse a la emoción y al dolor y cantar de modo inolvidable la más querida canción de Miguel, “Hijo del Pueblo”. Tras ese canto rebelde todos los presentes, dirigidos por el Coro Libertario, cantamos al unísono “A las barricadas”, ya himno de los anarcosindicalistas y de la CGT.
De entre todos, una compañera gritó la frase con que Miguel cerraba siempre nuestros mítines : ¡Viva el comunismo libertario ! Y muchas voces lo repitieron. Y otro gritó : ¡Hasta siempre, Miguel ! … y ¡hasta siempre !, repetimos todos.
Terminado el acto, queda el dolor por la ausencia, queda la voluntad de luchar por el ideal anarquista que Miguel supo defender ejemplarmente.
Vigo, 19 de marzo de 2007
Comité Confederal de Galicia de la CGT
Par : CGT de Galicia
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