Human Rights Watch (HRW) denunció hoy que las actuales fuerzas de seguridad iraquíes están «cometiendo torturas y otros abusos sistemáticos contra personas detenidas», según señala un informe elaborado por esta organización de Derechos Humanos estadounidense a partir de testimonios recogidos sobre el terreno.
El informe ’¿El nuevo Irak ? Tortura y malos tratos de detenidos bajo custodia iraquí’, de 94 páginas, revela que «los arrestos ilegales, las detenciones prolongadas en régimen de incomunicación, las torturas y otros malos tratos a prisioneros, incluidos niños, por parte de las autoridades iraquíes se han convertido en rutina y en lugar común», señala HRW.
El informe fue elaborado entre julio y octubre de 2004 por miembros de la organización que entrevistaron en Irak a 90 presos, 72 de los cuales alegaron torturas y malos tratos, sobre todo en los interrogatorios.
Las personas interrogadas habían sido detenidas, según las autoridades, por motivos de seguridad, ya fuera por su supuesta pertenencia a la resistencia o por haber cometido delitos comunes. Aparte, HRW denuncia también en su informe «serias violaciones» cometidas por los servicios iraquíes de inteligencia desde mediados de 2004, sobre todo contra miembros de los partidos políticos que, a juicio de estos servicios, constituían una amenaza a la seguridad del Estado.
METODOS DE TOTURA
Los métodos de torturas denunciados por los prisioneros incluyen golpes en el cuerpo mediante cables, mangueras u otros procedimientos. Los presos relataron patadas, golpes con los puños y perforaciones, y aseguraron que, en ocasiones, las fuerzas de seguridad les privaron de alimentos y de agua, o les mantuvieron en estrechas celdas completamente solos. Numerosos presos relataron cómo la Policía iraquí intentó sobornarlos con la promesa de liberarlos, de permitirles el acceso a sus familiares o de darles alimentos o agua.
Asimismo, los presos interrogados denunciaron prácticas como la suspensión desde el aire, con las muñecas atadas y las manos por detrás de la espalda ; la descargas eléctricas en puntos delicados del cuerpo (incluidos los lóbulos de las orejas y los genitales), o la permanencia de los prisioneros, durante días, con los ojos vendados y las manos atadas. En muchos casos, señala el informe, los prisioneros sufren secuelas que les podrían inhabilitar para siempre.
El informe señala también que las autoridades han procedido a detenciones ilegales y a encarcelamientos prolongados sin juicio (en algunos casos durante meses), han negado el acceso a los familiares y abogados y han cometido «tratamientos inapropiados a niños». El informe se centra en los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad iraquíes y no trata sobre los perpetrados por las fuerzas estadounidenses o de otros países.
ABUSOS E IMPUNIDAD
Según la organización, «aunque las fuerzas insurgentes hayan cometido numerosos ataques ilegales contra la Policía iraquí, ello no justifica los abusos cometidos por las autoridades iraquíes». «El pueblo de Irak se prometía algo mejor que esto tras la caída del Gobierno de Sadam Husein», afirmó la directora ejecutiva de HRW para Oriente Próximo y Norte de Africa, Sarah Leah Whitson.
«El Gobierno interino iraquí no está cumpliendo su promesa de cumplir y respetar los Derechos Humanos básicos», prosiguió. «Lamentablemente, el pueblo iraquí sigue sufriendo un Gobierno que actúa con impunidad en su tratamiento a los detenidos», añadió.
NUEVA YORK, 25 (EUROPA PRESS)