“Encierro humano” contra el trato que reciben los astados en San Fermín

“Encierro humano” contra el trato que reciben los astados en San Fermín
EFE / PAMPLONA

Miembros del colectivo PETA (Personas por la Etica en el Trato a los Animales) celebraron ayer en Pamplona su "encierro humano" en protesta por el trato que reciben los toros durante las fiestas de San Fermín.

“Encierro humano” contra el trato que reciben los astados en San Fermín

EFE / PAMPLONA

Miembros del colectivo PETA (Personas por la Etica en el Trato a los Animales) celebraron ayer en Pamplona su «encierro humano» en protesta por el trato que reciben los toros durante las fiestas de San Fermín.

Los PETA se congregaron en los corrales del gas, donde esperaron los toros que deberán ser lidiados en las fiestas que hoy comienzan, con la intención de comenzar el «encierro humano» a las 13:00 horas en los corralillos de Santo Domingo, punto cercano desde el que se inicia cada día del 7 al 14 de julio el de las reses bravas.

Las alrededor de 1.400 personas que tomaron parte en esta protesta festiva, según cálculos de la organización, pensaban seguir desde este lugar el recorrido tradicional de los encierros y para ello contaban con autorización de TSJ de Navarra que estimó un recurso de PETA contra la denegación del permiso por parte de la delegación del Gobierno, que en su resolución había tomado como base un informe del Ayuntamiento de Pamplona.

Permiso, pero vestidos

La única condición del tribunal era que los manifestantes llevaran «al menos ropa interior» puesto que de ir totalmente desnudos, como pretendían, podían provocar reacciones que conllevaran «una más que posible alteración del orden público». Este permiso hizo que ayer se congregaran cientos de personas en el recorrido del encierro para ver a los miembros de PETA que se ataviaron con ropa interior y pañuelo rojo.

Teleprensa

Más de un millar de activistas desnudos se ponen en la piel del toro para protestar en Pamplona

PAMPLONA.-Por quinto año consecutivo, PETA (Personas por la Ética en el Trato de los Animales) celebró en Pamplona su ‘Encierro Humano’ como protesta por los encierros de Sanfermín y la cruenta tradición de la tauromaquia. Más de mil personas de una veintena de países se dieron cita para realizar el mismo recorrido que los toros… pero desnudos !

Pamplona – Más de un millar de personas se unieron al ‘Encierro Humano’ de PETA este 5 de julio en Pamplona. Activistas de una veintena de países vistieron sólo unos cuernos de plástico y un pañuelo rojo al cuello para exigir : ‘¡Ponte en la piel del toro !”.

El objetivo de los corredores es informar a los turistas que hay alternativas divertidas que no implican la estampida de animales asustados que terminarán torturados y matados en la plaza cada tarde durante los Sanfermines.

Si desea imágenes del Encierro Humano o entrevistas con los organizadores, póngase en contacto con nosotros.
Miembros de PETA de todo el mundo han escrito a la alcaldesa de Pamplona para solicitarle que adopte la nueva festiva tradición del “Encierro Humano” y reemplace la vieja y cruel que utiliza a los toros, los cuales al correr aterrados por las estrechas calles de Pamplona en ocasiones resbalan y caen, lastimándose o rompiéndose las patas.

Los encierros de toros atraen a miles de turistas que ignoran todo lo que padecen los toros antes y después de la carrera. Descargas eléctricas y golpes hacen que salgan corriendo en estampida. Antes de salir a la plaza, los toros son golpeados, debilitados con golpes y tranquilizantes, se les liman los cuernos y se les unta vaselina en los ojos para nublar su visión, para luego ser sometidos a la tortura que culmina con su muerte.

Según la encuesta Gallup del 2002 el 68,8% de los españoles no muestra ningún interés por la tauromaquia. “Las corridas de toros son una tradición cruenta que quizás tuvo sentido hace siglos, pero hoy en día sólo es una manifestación de crueldad que nos denigra como seres humanos”, dice Francisco Vásquez Neira, coordinador de campañas de PETA.

Este año, el “Encierro Humano” contará con el doble de participantes que el año pasado. Gente de todo el mundo quiere festejar y divertirse sin dañar a ningún animal.

Emol

Pamplona : Jóvenes desnudos protestaron contra corridas de toros

PAMPLONA.- Más de un millar de personas se unieron al ’Encierro Humano’ de PETA (Personas por la Ética en el Trato de los Animales) este 5 de julio en Pamplona.

Activistas de una veintena de países vistieron sólo unos cuernos de plástico y un pañuelo rojo al cuello para exigir : «¡Ponte en la piel del toro !».

El objetivo de los corredores es informar a los turistas que hay alternativas divertidas que no implican la estampida de animales asustados que «terminarán torturados y matados» en la plaza cada tarde durante los Sanfermines.

Miembros de PETA de todo el mundo han escrito a la alcaldesa de Pamplona para solicitarle que adopte la nueva festiva tradición del «Encierro Humano» y «reemplace la vieja y cruel» que utiliza a los toros, los cuales al correr aterrados por las estrechas calles de Pamplona en ocasiones resbalan y caen, lastimándose o rompiéndose las patas.

Los encierros de toros atraen a miles de turistas que ignoran todo lo que padecen los toros antes y después de la carrera. «Descargas eléctricas y golpes hacen que salgan corriendo en estampida. Antes de salir a la plaza, los toros son golpeados, debilitados con golpes y tranquilizantes, se les liman los cuernos y se les unta vaselina en los ojos para nublar su visión, para luego ser sometidos a la tortura que culmina con su muerte», dice PETA.

Según la encuesta Gallup del 2002 el 68,8% de los españoles no muestra ningún interés por la tauromaquia. «Las corridas de toros son una tradición cruenta que quizás tuvo sentido hace siglos, pero hoy en día sólo es una manifestación de crueldad que nos denigra como seres humanos», dice Francisco Vásquez Neira, coordinador de campañas de PETA.

Este año, el «Encierro Humano» contará con el doble de participantes que el año pasado. Gente de todo el mundo quiere festejar y divertirse sin dañar a ningún animal.

Telecinco

1.400 personas denuncian el maltrato animal durante las fiestas de San Fermín

Alrededor de 1.400 personas ligeras de ropa, el doble que en la edición del año pasado, secundaron este miércoles en Pamplona la manifestación convocada por la organización animalista PETA. Por quinto año consecutivo, denunciaron el trato que se dispensa a los toros durante las fiestas de San Fermín.

Este año no pudieron atravesar las calles que recorren el encierro a pesar de que el Tribunal Superior de Justicia de Navarra autorizó la convocatoria. La delegación del Gobierno la había prohibido porque el Ayuntamiento alegó que para estos días se habían programado actividades en esos tramos. La alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, ha expresado públicamente su oposición a esta convocatoria, con el argumento de que PETA quiere aprovechar la repercusión de estas fiestas para darse a conocer.

El TSJN la autorizó, con la condición de que los asistentes vistieran ropa interior, cuestión que no se cumplió en toda su extensión. Y PETA accedió hoy a que se modificara el recorrido. «El Ayuntamiento de Pamplona ha organizado otra fiesta en la misma ruta y han utilizado a niños para que no podamos cumplir las previsiones. Es una excusa para que no podamos pasar», lamentó Francisco Vásquez, portavoz de PETA.

La manifestación fue recogida por multitud de medios de comunicación y seguida con expectación por cientos de curiosos -hubo alguno que insultó a los congregados-, que inmortalizaron la fecha con sus móviles. También, como si de un encierro de toros se tratara, vecinos y trabajadores de oficinas se asomaron a las ventanas al paso de la comitiva.

La marcha transcurrió sin incidentes

La marcha comenzó a las 13 horas de los corralillos del Gas y fue desviada por las calles Aldapa, Caldelería y Labrit, hasta llegar al callejón de la Plaza de Toros. Se pudieron escuchar gritos como «La tortura no es cultura», «Toreros no, toros sí», entre sonidos de silbatos y bongos.

La presencia policial fue destacada, tanto de policías municipales como del Cuerpo Nacional de Policía. Ante las «trabas» de los últimos días y por si se generaba algún «conflicto», Vásquez señaló que la organización había acordado poner a las mujeres – mayoritarias en la marcha- en primera fila, portando la pancarta, para evitar «golpes de la policía». «Pensamos que a ellas no les pegarán», dijo.

Manifestantes de todo el mundo

Los 1.400 manifestantes, según cifra de la organización, provenían de países como Inglaterra, Francia, Australia, EEUU, Dinamarca, Croacia, Chile, España, Rusia, India, Portugal, Suecia etc. Esta es la marcha de PETA que más gente congrega. Los principios de sus integrantes son cuatro. «Los animales no son para comer, vestir, entretenernos ni para ser utilizados en laboratorios», explicó Vásquez, quien aseguró que las corridas de toros y los encierros atentan «contra la humanidad no contra la tradición de un país».

«Detengamos esta crueldad y celebremos la fiesta sin utilizar a los animales en la fiesta, como sucede en los carnavales de Río», concluyó, no sin antes pedir a las autoridades navarras que «no centren la atención en nosotros sino en lo que sucede con los toros». «Los derechos de los animales son igual a los nuestros», terminó.

EL PAIS | VÍCTOR SOTO

El encierro acabó en los juzgados

Con la misma expectación que los actos programados para San Fermín, la asociación Personas por la Ética en el Trato a los Animales (PETA) celebró ayer por quinto año consecutivo su particular encierro humano, que aboga por acabar con la tradición más arraigada de la popular fiesta pamplonesa. A pesar de contar con todos los permisos en regla, tras una decisión del Tribunal Superior de Justicia de Navarra que les permitía manifestarse por el recorrido tradicional del encierro, los más de 1.400 semidesnudos participantes en la marcha tuvieron que discurrir por calles aledañas para evitar toparse con las actividades infantiles organizadas por el Ayuntamiento de Pamplona (UPN) en la plaza consistorial. Según el abogado de la asociación, Ramsés Abad, el Ayuntamiento celebró esos juegos para evitar el normal transcurso de la marcha. Así, PETA ha interpuesto una denuncia contra el Consistorio alegando que éste ha incurrido en desobediencia a la autoridad. Ante tal tesitura, los manifestantes, provenientes de una veintena de países, decidieron aceptar el consejo de cambiar el trayecto de la manifestación y así evitar que los niños y sus familias les viesen en ropa interior o casi desnudos, con los consiguientes incidentes que esto podía haber provocado. Al grito de «Sí a los toros, no a los toreros» o «la tortura no es arte ni cultura», los antitaurinos desfilaron sin incidentes ante la continua observación de 60 policías nacionales que velaban por su seguridad. La mayoría de los participantes, sin más prendas que algo de ropa interior (una imposición aceptada para poder celebrar el acto), se concentró luego en el callejón de la plaza de toros, único espacio del encierro al que pudieron acceder entre ritmos de tambores brasileños y diversas animaciones de malabares.
Según el responsable del evento, Francisco Vázquez, la convocatoria resultó un «éxito» que «tiene que hacer pensar a los pamploneses en lo que representa el encierro». Tras la manifestación de ayer, PETA llevará a cabo otros actos alternativos durante las fiestas de San Fermín que comienzan hoy para exigir el cese del maltrato a los toros, tanto en los encierros como en las posteriores corridas.

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