La práctica totalidad de la plantilla (186 personas) secunda la huelga indefinida convocada por la Confederació General del Treball en Rafia Industrial, la fábrica más importante de Vinalesa (Valencia) dedicada a la producción y sacos de polipropileno para la Industria. Las reivindicaciones laborales son fruto de unas condiciones de trabajo pésimas (cuatro turnos, incumplimiento de derechos, penosidad) y unos salarios bajísimos. La falta de acuerdo en la negociación del convenio de fábrica ha llevado a los trabajadores a la huelga.
Levantina de Seguridad ha sido la encargada, según instrucciones de la dirección de Rafia Industrial, de impedir la entrada en las instalaciones de la fábrica al Comité de huelga. Este hecho ha tenido una rápida respuesta por parte de los trabajadores y el Comité de Empresa (formado por miembros de CGT) al suponer una vulneración de la Ley de Huelga. La denuncia ante la Inspección de Trabajo se ha realizado esta misma mañana.
Dos han sido las reuniones que, desde el inicio de la huelga el pasado 28 de noviembre, han mantenido empresa y trabajadores. Ambas se celebraron ayer a petición de los empleados, pero han resultado totalmente infructuosas. Ni los tres negociadores llegados de Santander (donde el grupo de 17 empresas que conforman la firma “Armando Álvarez” tiene su sede) ni los dos responsables de personal de Rafia accedieron a las reivindicaciones de los empleados.
Estas reivindicaciones, según informa unos de los representantes del Comité de empresa, han variado. Cuando se inició la huelga, los trabajadores exigían un incremento salarial del 0,75% sobre el IPC y una reducción de jornada de 8 horas anuales mientras la empresa sólo estaba dispuesta a firmar un incremento salarial del 0,50 y una reducción de jornada de 4 horas. “Ahora, a medida que pasan los días nos vemos obligados a incrementar las reivindicaciones, si no, saldríamos perdiendo”. No olvidemos que, cada jornada de huelga supone para los trabajadores dejar de ingresar el salario correspondiente.
El Grupo Armando Álvarez facturó en el 2005 más de 550 millones de euros y sus beneficios se incrementan año tras año. Sin embargo, las condiciones de los trabajadores no se ven beneficiadas, al contrario. La pérdida de poder adquisitivo es acuciante y la actitud irrespetuosa de los responsables de la empresa se refleja en condiciones de trabajo muy mejorables.
Por otro lado, José Oyarvide, presentante sindical de una de las fábricas emplazadas en Torrelavega (Santander), se encuentra en Vinalesa en solidaridad con los trabajadores de Rafia y ha querido destacar “las alarmantes diferencias salariales respecto a Cantabria” y la necesidad de luchar para arrancar conquistas, “Nosotros hemos conseguido lo que tenemos a base de huelgas.”
Más información : 626 39 56 06 ó 657 04 45 73
Libertad Montesinos
Gabinete de Prensa CGT-PV Valencia, 1 diciembre de 2006