Un éxito rotundo : «después diréis que sólo éramos diez»
Exitosa y multitudinaria jornada de huelga en la enseñanza pública catalana del 19 de marzo, con 80.000 manifestantes en Barcelona y varios millares más si sumamos los de Tarragona, Tortosa, Lleida y Girona. La manifestación de Barcelona ha superado la cifra de las dos jornadas de huelga anteriores (el 14 de febrero y el 13 de noviembre del año pasado), digan lo que digan la guardia urbana y la Conselleria que, como siempre, intentan minimizarla, con la colaboración activa de los medios de comunicación que les son afines. Un dato, sin embargo, es categórico y incontrovertible : cuando la cabecera de la manifestación llegaba a la altura de Jaume I, girando hacia la Plaza S. Jaume, la cola todavía estaba saliendo de la Plaza Universidad. Es ridícula, y una muestra más de la prepotencia del Tripartito, la cifra de 23.000 manifestantes que da la guardia urbana, el cuerpo policial a las órdenes del PSC del consejero Maragall y del presidente Montilla.
Las maniobras prepotentes, autoritarias y divisionistas del consejero y del Tripartito no han conseguir su objetivo
El Tripartito, consciente de lo que se juega, durante las semanas y días previos a la huelga ha intentando desactivarla utilizando todo el arsenal a su alcance. Desde “congelar” la provocadora y reaccionaría propuesta de ampliar la jornada laboral del profesorado con horas extras “voluntarias”, hasta la imposición de unos servicios mínimos —por tercera vez— que ni la derechista CIU se había atrevido a dictar nunca, pasando por las ya habituales declaraciones sobre la irresponsabilidad del profesorado por hacer huelga y dejar a las familias sin escuela para sus hijos y la prepotencia, igualmente habitual, de declarar que, se haga lo que se haga, la LEC y los planes contra la enseñanza pública seguirán adelante. Hoy mismo, con la falta de escrúpulos y la prepotencia a qué nos tiene acostumbrados, el consejero ha vuelto a declarar que no alterará sus planes y que piensa llevarlos adelante con “la misma firmeza y contenido”.
“Maragall dimisión” y “No queremos esta ley”
En la manifestación, que también ha contado con la presencia de padres y madres, el grito “Maragall dimisión” ha sido permanente y masivo a lo largo de todo el recorrido, junto con otras referencias a la gestión del consejero como “Maragall incompetente, Maragall prepotente”. El rechazo a la política educativa del Tripartito quedaba también patente con el “No queremos esta ley”, “Basta, basta, basta de masificación”, “más, más, más, más inversión”, “más inversión para la educación”, “más autonomía es privatización”… junto con a otros lemas más generales cómo “sí que hay dinero, los tienen los banqueros”, “contra la LEC, huelga general”. Con gritos como “Más educación, menos represión” y “Saura dimisión” los manifestantes también han denunciado la brutal política represiva del Tripartito contra las estudiantes.
Durante la manifestación también se ha difundido un llamamiento a participar en la manifestación del 28 de marzo (17 horas, Plaça Universitat) convocada por la campaña «Que la crisi la paguin els rics !».
Los estudiantes también se manifiestan : “Bolonia es una vergüenza”
Varias columnas de estudiantes, principalmente universitarios pero también de secundaria, se han sumado a la manifestación, denunciando las políticas privatizadoras del Tripartito y del gobierno central —los planes de Bolonia, la LOU y la LEC— y la brutal respuesta represiva contra el movimiento con lemas como “Mossos, torturadores”, “Bolonia es una vergüenza”….
¿Y ahora qué ?
La jornada de huelga y la manifestación han vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de dar continuidad al proceso de lucha en marcha, con un calendario sostenido y unificado que obligue el Tripartito a hacerse atrás en sus planes, atendiendo a las demandas del profesorado : retirada de una LEC privatizadora, jerarquizadora y desreguladora de las condiciones laborales, incremento suficiente de la inversión en la enseñanza pública para frenar su deterioro e incrementar su calidad (contratación y estabilidad del profesorado, reducción de las ratios de alumnos por aula, inversión en nuevos equipamientos y construcciones…), mejora de las condiciones laborales del profesorado (reducción del horario lectivo)… Por otra parte también el movimiento estudiantil está luchando contra los privatizadores y elitistas Planes de Bolonia, sufriendo una dura represión con la intención de debilitarlo. Una jornada de huelga general en toda la enseñanza pública —con participación del profesorado, de los estudiantes y el apoyo social de los colectivos de padres y madres— podría ser la respuesta adecuada a las políticas educativas que todos y todas estamos sufriendo y que empeorarán si los gobiernos central y catalán se salen con la suya.
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