Daniel Oyono es el presidente del Movimiento por las Libertades y el Cambio de Guinea Ecuatorial, país cuya política está muy marcada por los yacimientos petrolíferos que se encuentran en su territorio. Pese a que la gran militancia está en Guinea, los líderes del Movimiento han tenido que salir del Estado guineano por motivos de persecución política.
RyN : Para situarnos… ¿Cuál es la importancia de los yacimientos petrolíferos guineanos ?
Daniel Oyono : Según las últimas valoraciones que tenemos, existen en Guinea Ecuatorial unas reservas de alrededor de 50.000 millones de barriles. Es una estimación, porque las cosas en Guinea no se conocen realmente. Aun siendo el tercer país productor de petróleo del África negra (al sur del Sahara), resulta que el petróleo no repercute en el nivel de vida de los guineanos. Para nosotros es más bien una desgracia.
RyN : ¿Qué empresas se benefician de estos yacimientos ?
D.O. : Principalmente, las empresas explotadoras del petróleo en Guinea son multinacionales. La principal es Exxon Mobil. También están Devon, Marathon Oil, algunas petroleras indonesias y últimamente la empresa nacional de China Popular, que se ha incorporado a esta lista. Sabemos que Repsol está presente, aunque lo hace de forma indirecta : está comercializando, pero aún no está extrayendo.
RyN : A este respecto, ¿cuál es la política del dictador guineano Teodoro Obiang ?
D.O. : Su política es empobrecer lo más posible al pueblo de Guinea Ecuatorial. Se diría que tiene una capacidad de destrucción total. Él ha dado a conocer públicamente que el petróleo no pertenece al pueblo de Guinea Ecuatorial, sino a él mismo. Por eso todo lo que produce el país está únicamente para las empresas explotadoras y para el presidente y su familia. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional están hartos de decir que en Guinea Ecuatorial hay un 5 % de la población, compuesto por el clan Obiang y sus amigos, que controlan el 95 % de la riqueza nacional. Mientras tanto, la población está completamente sometida a la arbitrariedad máxima y a la pobreza extrema.
RyN : Incidiendo sobre este tema, ¿Cuál es la situación a día de hoy de derechos humanos y de represión en Guinea Ecuatorial ?
D.O. : Guinea Ecuatorial bate todos los records de tortura, de represión y de violación de derechos humanos. Desde que Obiang está en el poder, van a hacer 30 años, resulta que la comisión de derechos humanos de Naciones Unidas tiene el mandato más largo de su historia. Guinea Ecuatorial es un país completamente cerrado al mundo. No se permite prensa extranjera, no existen medios de comunicación privados, salvo los de la familia del dictador y la prensa oficial. La población sólo tiene dos alternativas : la cárcel, de la que no sabes si podrás salir vivo, o el exilio. Guinea es un país de menos de un millón de habitantes. De esta población, la cuarta parte se encuentra exiliada por razones políticas. La represión es extrema. En estos momentos se calcula que hay 3.800 presos políticos, repartidos en cárceles nacionales y clandestinas. Cuando hay una misíón internacional, lo que se hace es evacuar las principales cárceles y llevar a los presos incluso a casas privadas construidas al efecto, para esconderlos. Si esto sigue así, habrá más guineanos en el exilio que dentro del país.
RyN : ¿Cuál es la implicación del Estado español en esta situación ?
D.O. : Los guineanos tenemos la sensación de estar totalmente abandonados, a pesar de que hemos sido el único país colonizado por España en el África negra. Nunca lo hubiésemos pensado. Nuestra preocupación son las facilidades que da el Estado español a la dictadura guineana, sin nada a cambio, sin que haya ninguna clase de presión. Esto perjudica al pueblo guineano. Nos da la impresión de que se quiere democratizar Guinea sin contar con el pueblo y la oposición guineana, y esto nos parece contradictorio. Que dejen a los guineanos hablar, porque tenemos el sentimiento de que lo que ocurre en Guinea Ecuatorial no se conoce en España. Sabemos que el español es un pueblo muy solidario, que se moviliza por lo que ocurre en otras partes del mundo, pero esto no pasa con Guinea, a menos de cinco horas de vuelo. Hemos querido manifestarnos y se nos ha prohibido. No lo entendemos. España debería ser el país que lidere la democratización de Guinea Ecuatorial, pues los lazos que nos unen son enormes, indestructibles. Por ejemplo, la mayoría de los guineanos piensan y hablan en español.