Una treintena de personas se concentró el viernes 31 de julio en la plaza de Santa Ana, a las puertas del Banco Sabadell-Atlántico, convocadas por el sindicato CGT para protestar por el despido, hace un mes, de un trabajador, al que acusan, entre otras cosas, de “bostezar”.
Más de una treintena de Delegados Sindicales de la CONFEDERACIÓN GENERAL DEL TRABAJO (CGT) se concentraron en la mañana del pasado viernes ante la sucursal del BANCO SABADELL-Atlántico de ÁVILA para manifestarse contra el despido del compañero JOSÉ LUIS ÁLVAREZ, exigiendo su inmediata readmisión, al mismo tiempo que arremetieron contra la política de personal que está llevando a cabo este Banco para eliminar puestos de trabajo : DESPIDOS, SEGREGACIONES, Y TRASLADOS FORZOSOS (algunos a más de 100 kilómetros).
A la cita, acudieron distintos medios de comunicación que entrevistaron al Secretario de Acción Sindical de B. Sabadell y al propio compañero despedido, que dejó patente su malestar por los argumentos esgrimidos por la empresa, tales como bostezar o irse a desayunar, que no se sostienen en modo alguno para un despido que el propio Banco ha reconocido como improcedente, por lo que criticó duramente la actitud del Departamento de Recursos Humanos y dijo sentirse “maltratado, acosado e insultado”.
Por su parte, la Sección de la CGT en Banco Sabadell, intentó desde un principio buscar una alternativa al despido, llegando incluso a proponer a la empresa la posibilidad de un traslado al Centro Administrativo Regional de Madrid, de reciente puesta en marcha, a lo que se negaron tajantemente, por lo que han puesto en marcha las correspondientes demandas jurídicas contra lo que considera una persecución y atropello a su afiliado, y continuarán con la campaña de movilizaciones iniciada hace dos meses hasta que el Banco garantice que no aplicará medidas traumáticas para reducir plantilla.
Por último, en nombre de la Sección Sindical de la CGT de B. Sabadell y del propio afiliado, queremos agradecer las muestras de solidaridad y apoyo recibidas, a las que se sumaron compañeros y compañeras procedentes de Madrid y de distintos puntos de la Comunidad de Castilla y León, sobre todo teniendo en cuenta el esfuerzo por lo complicado de las fechas y los desplazamientos.
Saludos libertarios.
Antonio Merino Cepeda
Secretario de Comunicación del
Sindicato de Banca de Madrid
La empresa ha reconocido que es “improcedente”.
Aunque el despido ha sido reconocido “improcedente” por la empresa, desde CGT se alega que se ha efectuado “sin una causa objetiva”, por lo que se ha decidido llevarlo a los tribunales, según indicó Félix Huete González, secretario provincial de CGT en Ávila.
Bostezos
“De todo de lo que me acusan tengo papeles y pruebas de que es incierto”, recalca, por su parte, José Luis López, el afectado, añadiendo que, antes de ser despedido, ocupaba el “tercer o cuarto” puesto “a nivel comercial, dentro de la parte administrativa, y “con un número de ventas igual, en función del trimestre” y ello, “aunque no me he dado de baja, pese a estar con tratamiento médico”, porque “no duermo y por ansiedad”.
De hecho, en la empresa se ha alegado, entre las causas del despido, que el trabajador ha cometido faltas muy graves, como “bostezar”, según se indica desde CGT, marcharse a desayunar –es un derecho recogido en el convenio- o el abandono “injustificado” de su puesto de trabajo, cuando “tengo justificantes de todo”.
“Como cualquier persona, tengo derecho a tomar café”, indica José Luis López, calificando de “burradas” y “salvajadas” lo que se ha alegado como motivo de su despido y añadiendo que, por otra parte, “conmigo jamás han hablado”, sino que “han hablado con el delegado sindical de Madrid”, Manuel Cid, quien, según José Luis López, “les ha propuesto muchas cosas” ; entre ellas, trasladarle al Centro de Asistencia con el que cuenta la entidad en Madrid y donde no hay atención al público, sino trabajo administrativo de oficinas, aunque lo han rechazado.
Subraya López Barrera que “yo no tendría ningún problema en irme”, porque “aquí no quiero estar, por supuesto”, ya que “me considero maltratado, acosado e insultado”, además de que “la única vía válida para ellos es la del 22 de junio”, día en el que, a las diez de la mañana, se presentó la directora de Recursos Humanos de la entidad “para firmar el despido y el finiquito, todo en el mismo momento y sin aviso ni nada”.
“Aquí eres un número y con dinero lo arreglan”, añade José Luis López, que, en estos momentos, se encuentra a la espera de que se celebre el juicio –calculan que en septiembre- correspondiente al desacuerdo con el finiquito que le entrega la empresa y siendo consciente de que “lo que diga el juez para mí es lo que vale, tanto si me dan lo que quiere la empresa como si me dan menos”.
Añade el trabajador despedido que él procede del Banco Atlántico, donde “éramos personas, no números, como aquí”, concluye.