En la sede central de Tragsa en Madrid dos bomberos forestales, uno de Ciudad Real y otro de Valencia, acompañados por representantes del Sindicato de Trabajadores de la Administración Pública, Stap-Madrid y de la Confederación de Madrid Castilla la Mancha y Extremadura MCLME, asisten a la sesión en la que se determinará el número de delgados que van a componer el Comité Intercentros de una de las mayores empresas públicas del Estado, con cerca de 15 000 trabajadores y proyectos en cuatro continentes : CGT, con representación tan sólo en las provincias de Valencia, Cuidad Real y Toledo irrumpe como tercera fuerza sindical. Ha costado mucho que se reconozca este derecho de participación. La alegría por el trabajo bien hecho y la fuerza para seguir trabajando se refleja en la sonrisa de los compañeros. “Somos una alternativa real que los trabajadores están demandando” afirma Isaac, delegado sindical en Tragsa Ciudad Real.
Historias sindicales paralelas han confluido para dar una fuerza especial a CGT. La Confederación tiene una larga trayectoria en el sector de forestales del País Valenciano pero, tal y como afirma Pepe Verdeguer, secretario general de CGT en Tragsa Valencia, “a veces ha sido como una travesía en el desierto”. Eso sí, mantener la línea combativa, sin claudicaciones da sus frutos : los trabajadores confían en la Confederación, sobre todo cuando se trata de luchar por los derechos.
En este momento, el colectivo de brigadistas rurales de emergencia de refuerzo de Alicante, Valencia y Castellón está pasando por un momento de incertidumbre por culpa de un acuerdo totalmente lesivo firmado entre UGT, CCOO, USO y la Conselleria de Governació, de la que depende Tragsa. Y es que, en plena negociación del convenio colectivo y por sorpresa, esos tres sindicatos se descolgaron de las reivindicaciones unitarias para aceptar el despido improcedente de casi 500 brigadistas de corta y la convocatoria de una prueba anual de selección con preselección previa.
El Partido Popular se procura así una forma “legal” de enchufismo puesto que esa selección, que contraviene la Ley de la Función Pública y que va a ser denunciada, no respeta ninguna garantía democrática a la hora de contratar al personal. Y ya sabemos qué significa poder elegir, en la práctica, a dedo.
Por supuesto, CGT junto al SPB, están dando apoyo y cobertura al colectivo para luchar por el cumplimiento del artículo 12 del ET según el cual deberían ser nuevamente contratados en calidad de fijos discontinuos. En este momento, la asamblea de trabajadores, que se reúne en los locales de CGT, ha acordado un calendario de movilizaciones ante la Conselleria de Governació hasta el mes de abril. Las concentraciones se están produciendo y la negociación, ardua, se está llevando a cabo, aunque con presiones por parte de la policía que se dedica a exigir la disolución de las protestas, por parte de Conselleria que preferiría que cesaran las concentraciones y de la prensa del capital que silencia el conflicto y difunde noticias de mucho menor calado sobre la “actividad” de UGT en Tragsa.
Hoy por hoy, la CGT lucha por la contratación del colectivo íntegro de brigadas de refuerzo, pero el objetivo a medio plazo es que el grupo de extinción trabaje todo el año y no exista precariedad, que la empresa imparta la formación adecuada, que los equipos sean de calidad y que se destinen recursos suficientes. Algo a lo que la empresa se opone… pero también UGT y CCOO, acostumbrados a no ser más que instrumentos al servicio de la empresa y a trabajar en consonancia con otros intereses : fragmentación del colectivo y quiebra de la solidaridad obrera.
En Castilla La Mancha, el sector está repartido por las cinco provincias y ocupa a más de 2000 personas con un gran nivel de dispersión en torres, retenes y bases.
Hace alrededor de año y medio se crearon las secciones de Ciudad Real y Toledo con vistas a la elecciones sindicales. Se pone en marcha un equipo de campaña formado por el esfuerzo de trabajadores y trabajadoras de Tragsa, y ayuda y orientación de la CMCLME y del STAP Madrid. Una medida anecdótica del trabajo de campaña se puede encontrar en los 200 000 kms que se sumaron al marcador del coche de segunda mano que aportó la Federación Estatal de Administración Pública.
Con los resultados de septiembre CGT gana en Cuidad Real y Toledo, es la opción más votada rozando la mayoría absoluta. Entra además en los Comités de Seguridad y Salud, no podemos olvidar que las condiciones de trabajo y el riesgo del sector hacen especialmente importante que no se comercie con la salud de los trabajadores. Con los compañeros de Valencia se gana la posibilidad de negociar convenio. “Ya no pueden decir que votarnos no sirve para nada porque no podemos negociar” -saludan los delegados-.
El local sindical en Ciudad Real es llamado cariñosamente “buque insignia” y atraca con fuerza en Castilla la Mancha revitalizando las zona y transmitiendo ilusión al resto de secciones sindicales. Se han presentado en poco tiempo más de 200 conciliaciones y todavía está pendiente el cálculo del total de las retribuciones recuperadas por los trabajadores en las reclamaciones de cantidad procedentes del “buque insignia”.
En los próximos meses parte de los trabajadores y trabajadoras de Tragsa van a pasar a Geacam, Empresa Pública de Gestión Ambiental de Castilla la Mancha. Con la subrogación y unas nuevas elecciones esperamos consolidar en Castilla la Mancha un éxito que nada podrá ensombrecer. La sinergia de secciones, sindicatos y otros entes, dará a Cuenca, Albacete y Guadalajara la posibilidad de impulsar su expansión.