De todos es conocido el tradicional oportunismo de Santiago Carrillo, el ex secretario general del Partido Comunista de España (PCE), que tanto se ufanaba de haber sido uno de los artífices de la “reconciliación” y de los pactos que hicieron posible la Transición.
Pues bien, el mismo que apenas hace un año no se cansaba de advertir públicamente que “era demasiado pronto” para pedir una ley de memoria histórica, ahora se ha apuntado al carro de los que la festejan.
Sí, el mismo que hace unos días dialogaba muy amigablemente con el «ex franquista» Fraga Irribarne, afirmaba después -en una jornada informativa sobre la Ley de la Memoria Histórica celebrada en el Congreso de los Diputados- que la derecha actual es la misma que la de 1936 : «con las mismas ideas» y con «los mismos cardenales y obispos» que la derecha de los meses previos a la Guerra Civil. Subrayado que España es un país en el que ha cambiado todo «menos la derecha», idéntica a la del «nacionalcatolicismo» de 1936.
Olvidando que no hace mucho aún pretendía haber conseguido liquidar con la Transición el franquismo, ahora rechaza que el franquismo sea «historia» y por el contrario afirma que la dictadura sigue siendo una «mancha profunda» que, aún hoy, «está pesando sobre nuestra historia».
Y, sobre la Ley de la Memoria Histórica, que apura ya su tramitación parlamentaria, Carrillo dice estar convencido de que la recuperación de la Memoria de los luchadores antifranquistas supone una primera «batalla» para que las conquistas democráticas que se han alcanzado en España «no vuelvan atrás».
Para Carrillo era “demasiado pronto” hace un año ; pero ahora, cuando la presión de los colectivos de memoria y una parte de la opinión pública ha conseguido obligar a los partidos y al Gobierno a sacar adelante esa Ley, para él es la hora de salir en la foto.
Allí estaba ayer Carrillo en las gradas del Congreso para aplaudir su aprobación, pese a afirmar que podía haber sido «mejor».
¡Qué oportunista, qué cínico !